Enamorada del asesino.

13. Pensamientos

Estábamos de camino a no sé dónde en el coche de Hunter. Admito que iba muy nerviosa y que las miradas que echaba de vez en cuando él desde el volante me ponían aún más nerviosa. También admito que yo no dejé de mirarlo. Era tan atractivo... Sus ojos oscuros con el sol lucían de un gris casi transparente, no sabría definirlo, estaba sonriendo de una manera relajada.

-¿Queda mucho? -pregunto inquieta.

-Un par de minutos -sonríe- ¿ansiosa?

-Ni te imaginas.

Y es que... ¿como no estarlo? Al fin podré ver algo más que esas paredes, que aunque sean muy bonitas, no me vendría mal cambiar de paisaje. Si mis cálculos son correctos... Llevo dos meses secuestrada.

Wow. Dos meses. No me estoy tomando en serio que esto es un secuestro y al parecer él tampoco. En los libros que he leído, la chica suele enfrentarse al secuestrador e intenta escapar miles de veces. Yo no lo he hecho ninguna. Claro, también hay que decir que Hunter no me ha pegado, ni me ha violado, ni me ha encerrado en una habitación únicamente con una cama y un baño. Es más, podría decir que parecemos compañeros de piso, solo que... Yo no salgo de ahí sin él. Quiero decir, las dos veces que he salido de allí han sido la de aquella fiesta y ahora, en mi cumpleaños.

¿Debería intentar escapar? En verdad me da flojera y... Por favor, viendo a Hunter es casi imposible conseguirlo, quitaré el casi. Es completamente imposible. De seguro de intentarlo siquiera me mataría con alguna de sus armas, quizá un cuchillo, a lo mejor con sus propias manos o incluso con...

-Ya hemos llegado -dice aparcando y haciendo que deje mis tétricos pensamientos de lado.

Bajo del coche sin esperar que me abra la puerta ni nada parecido. Fallo mío, ya que al salir me caigo sobre el césped... ¿césped? Levanto la mirada y veo un montón de flores a lo largo de una explanada, me levanto y analizó el lugar. Hay un pequeño riachuelo a la derecha y detrás hay un camino de tierra por el que hemos venido.

-¿Estás bien? -pregunta Hunter a la vez que saca una cesta del maletero- ¿te gusta el sitio? Es uno de esos... De los que te hablé, me gusta venir aquí para pensar... Usualmente vengo de noche, pueden verse muchas estrellas y...

-Es fantástico. ¿Podemos quedarnos hasta la noche? -pregunto mirando como él coloca un enorme mantel rojo en el suelo. Me siento inútil- ¿te puedo ayudar en algo?

-Tengo en mente otra cosa, no es necesario que me ayudes, ya casi he acabado.

Asiento aunque sé que no me está mirando y me centro en algún punto en la lejanía. ¿Cómo puede conocer este sitio Hunter? No es como que fuera a haber indicaciones o algo parecido, digo yo. ¿Por qué hace esto? Quiero pensar que es por mi... Pero mi instinto me dice que huya y proyecta imagines de millones de muertes posibles estando con él.

Con él no me importaría morir. No moriría sola.

Siempre he pensado que unos años Ashton se casará y tendrá su familia, no podrá seguir junto a mi.