Maratón 2/3
¿Mis padres? ¿han estado viéndose con Sean durante mi secuestro?
-¿Es eso cierto, Sean? -pregunto mirándole fijamente. Noto como Kyle me acaricia un brazo, pero le ignoro.
-Sí, bueno... Ellos estaban muy preocupados y vinieron a pedirme ayuda, no pude negarme... -se rasca la nuca-. Lo siento, Kyle me dijo que fingiera ayudarles para encubrirnos.
Kyle se pasa ambas manos por la cara. Estoy segura de que pensaba que yo no me enteraría. Muy bien, pues sí que me he enterado y quiero explicaciones.
-No pueden sospechar de nosotros, Ann. Tus padres nos conocen, no podemos parecer ser quienes somos. Usa la mente fría.
Mente fría. Mente asesina. ¿En qué me estoy convirtiendo? ¿yo quiero ser esto?
-¿Me disculpáis un momento? -digo levantándome.
-¿Te acompaño? -me pregunta Hunter con la sombra de una sonrisa. No me parece normal que a veces llegue a ser tan cruel para conseguir lo que quiere.
-No, la verdad es que no quiero veros la cara a ninguno de los tres durante al menos diez minutos.
Sin decir nada más, me alejo de ellos. No sé a donde dirigirme, así que dejo que mis pies se muevan solos. Salgo de la habitación de entretenimiento y decido investigar un poco esta planta, es muy amplia y se divide en seis habitaciones, me acerco a la de enfrente. Mala idea. Cuando la abro no me puedo creer lo que estoy viendo.
Thommy.
Alexy.
Besándose.
¿Qué?
Quizá no es Thommy y me estoy confundiendo.
-¿Thommy? -pregunto sin moverme del marco de la puerta.
Otra mala idea. Thomas se sobresalta y al dar un giro brusco se tropieza con sus pies y cae al suelo.
-¡Mierda! -dice levantándose inmediatamente- No me mires así, hasta alguien tan perfecto como yo puede caerse.
Es un muy mal intento de hacerme reír. Quizá es porque no estoy con el mejor humor del mundo precisamente ahora.
-¡Thomas! ¿te has hecho daño? ¿qué te duele? -habla Alexy con notoria preocupación.
-Nada, no me he hecho nada. Estoy bien -contesta Thom intentando calmarle.
-¡Mentiroso! Mira tu codo, ¡míralo! -le señala.
Thomas levanta el brazo e intenta mirarse. La verdad es que tiene un pequeño rasguño, pero nada del otro mundo.
-Eso es lo mismo que nada Aly -pone los ojos en blanco.
-No me llames Aly, no estoy para motes cariñosos ahora. Tenemos que ir al médico. Imagínate que se te infecta y te da un patatús o que tenemos que amputarte un brazo.
No me imaginaba a Alexy tan... Protector. ¿Yo también soy tan dramática cuando pienso que me mataran? Que vergüenza. Alexy es un chico muy alto y se le ve fuerte. Exteriormente parece que va a matarte en cualquier momento pero... Veo que en verdad no es tan duro.
-No va a pasar nada de eso, cálmate -dice Thom pasándose la mano por el pelo-. Ni siquiera me duele y la herida no está apenas abierta, así que no entrará ninguna infección.
-Está bien. Pero por si acaso... -Alexy mete una mano en su bolsillo y saca una tirita azul con dibujos de ¿ositos?- Listo -dice una vez que se la pone.
-Eres un exagerado -se queja Thommy.
-Pero me quieres -en ese momento Thom vuelve a girarse hacia a mi completamente rojo.
Yo no sé qué decir. Quizás debería haberme ido hace rato.
-Anabell... Iba a decírtelo. Lo prometo -levanta ambas manos.
-¡Deja de llamarla Anabell! ¿aún haces caso a lo que te dice Hunter? -ante mi cara de confusión Alexy se dirige a mi-. ¿No has notado que últimamente Thom no te llama Ann? Es porque el estúpido de Hunter le dijo que así solo le llamaban sus amigos y como puso tu vida en peligro... Ahora se siente culpable y no se considera un amigo. ¡Dile algo!
-¿Es eso cierto? -asiente-. ¿Desde cuando le haces caso a Hunter? -se encoge de hombros-. Eres mi amigo, me caes muy bien -voy a abrazarle y él me sonríe-. Como me vuelvas a llamar Anabell juro que te mataré y ya has visto de lo que soy capaz.
-¡Hey! Como le hagas daño a Thomas... -empieza a amenazar Alexy.
-Está de broma, bobo -los tres reímos-. Por cierto, ¿te ha pasado algo, Ann? Es raro verte andar sola.
Hago una mueca y les explico lo que ha pasado. Noto como Alexy se siente incómodo y no sabe qué decir. Debería empezar a coger confianza con él, se le ve buen chico.
-Y por eso me he ido. No sé qué se supone que ha pasado con mi vida últimamente. Ya sabes, un día te levantas con el pie izquierdo y al siguiente un asesino famoso te secuestra. No quiero que os sintáis mal, pero no sé si quiero ser como vosotros -termino de explicarles.
Thomas parece pensativo. Acabo de recordar que es psicólogo, quizá sepa que me pasa. A lo mejor me aconseja bien o... No sé.
-Entiendo como te sientes. Creo que en estos días te han sobrecargado de información, es normal que estés confusa, apostaría que ni siquiera te ha dado tiempo a pensar de verdad en como va a ser tu futuro. Seguro que hasta ahora seguías con los planes de futuro que tenías hace unos meses, cuando vivías tu vida normal, con tus padres y tu hermano.
Por cosas como esta, aprecio a Thommy.
-Gracias, lo pensaré. Pero... Volvamos a vosotros, ¿cuánto tiempo lleváis? -pregunto con una sonrisa.
-Oh, no mucho... -habla Thom.
-Uno año, cinco meses y... -contesta a la vez Alexy.
Vaya...
-Creo que tenemos un concepto de "no mucho" distinto -le digo a Thomas, que evita mi mirada-. ¿Cómo empezasteis, Alexy?
Sí, le pregunto a Alexy porque sé que me será más explicito y sincero que Thomas, al que parece avergonzarle el tema.
-Pues nos conocimos aquí. Al principio fue algo difícil, ya que Kyle estaba en contra de que en el trabajo hubiera noviazgos por las desgracias que conllevan las peleas y, en el que caso de que lo haya, las rupturas. Pero solo tuvimos que jurarle por nuestra vida como mil veces que no pasaría nada malo y al final cedió y aquí estamos -sonríe y le abraza-. Hemos tenido un pequeño bache y por eso pasaba tanto tiempo con Hunter. Él sabe que odio que pase tanto tiempo con él, aunque diga que se medio odian, ya sabes... Del amor al odio hay un paso y viceversa -Thomas le da un codazo.
Me parecen de lo más cuqui.
-Oh... Ya entiendo. Bueno, creo que os voy a dejar solos un rato y me iré a pensar sobre todas mis rayadas mentales. Por cierto Alexy, puedes llamarme Ann y... Si necesitas algo, puedes contar conmigo para lo que sea -le sonrío.
-Lo mismo digo -me sonríe y salgo de la habitación.
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Enamorada del asesino.
Teen FictionAnabell Stone es una chica temerosa con una imaginación impresionante. Tanto que, al ser secuestrada por el famoso asesino Hunter «Kill», le da decenas de ideas sobre como torturar a sus víctimas. "Le veo acercarse con un cuchillo en su mano. Me va...