-¿Harta de qué? -pregunta lo suficientemente alto para que le escuche.
-De estar aquí, de ti... -digo mientras sigo bajando las escaleras.
Al parecer no me ha escuchado o, se ha cansado de hablar o se ha dado cuenta de que esta conversación no llevaba a ningún sitio. Mi suerte es tan mala que... Me vino el periodo ayer. Menos mal que Hunter compró de todo, así que no tuve que pasar un mal rato para pedirle que... Ay. Que vergüenza. Quizá por eso estoy tan de mal humor.
Tras terminar de poner la última lavadora, decido subir a comer. Para mi sorpresa, Hunter está sentado mirando fijamente su plato de comida intacto.
-¿No has comido? -pregunto sin pensar. Ahora pensará que soy tonta... Y con razón- Quiero decir... ¿Por qué no has comido? Ahora estará frío.
-Estaba esperándote -no aparta la vista de su comida.
¿Es que al hacer la lasaña se me ha colado un pelo? A lo mejor he confundido la carne con paté... Y por eso me espera, ahora me hará comerlo, vomitarlo y volverlo a comer. Iugt.
-No te voy a matar -le miro asustada-. No, no te estoy leyendo la mente. Siempre que pones esa cara es porque has pensado lo peor, te conozco.
-No pensaba que me ibas a matar -sigue siendo una opción- ¿Hay algo malo en la comida? Quiero decir...
-No sé, no la he probado.
Sin decir nada más y para evitar meter la pata, cojo su plato y el mío para meterlos al microondas. Primero el suyo y luego el mío. Los coloco sobre la mesa y me siento justo en frente de él. La tensión es palpable y creo que es por mi culpa. Encima acaba de darme un pinchazo en el estómago. Maldita sea.
-¿Qué te pasa? Estás demasiado serio y distante. Es decir, tu eres así pero... Normalmente conmigo no. O sea, últimamente sí, pero porque te estaba evitando pero antes no. No antes de secuestrarme, si no en ese lapso de tiempo desde que...
-Lo he pillado -me interrumpe y lo agradezco, cuando estoy nerviosa no digo cosas con sentido-. No me pasa nada. Solo que una adolescente me está volviendo jodidamente loco.
Una adolescente... Por eso sale tanto últimamente, Hunter está detrás de una adolescente y como no puede ir tras ella, no para de pensar y hace que esté serio... ¿Quién será ella? ¿Cometerá adulterio...? Oh Dios.
-¿Cómo se llama? ¿La quieres? ¿Es mucho menor que tu? -al pronunciar la segunda pregunta me ha dado un pinchazo en el pecho. Y no sé si es por mi periodo o que mi metabolismo se ha vuelto loco de pronto. O ha estado apunto de darme un paro cardiaco y morir... ¿Hunter es capaz de provocar ataques cardíacos? Probablemente...
-Definitivamente eres muy cortita -le miro confundida-. Se llama Ann, Anabell Stone -tierra tragame- y es como dos años menor que yo. No soy un pederasta. Viniendo de ti, seguro que lo piensas, soy un asesino a sangre fría, un sádico, un pederasta y... ¿Qué más?
-Un drogadicto -susurro- antes solía pensar que también eras un drogadicto.
-¿Qué te hace pensar que ya no lo soy? Es lo que todos piensan, ¿no? Me da igual -empieza al fin a comer.
Ahora que lo pienso, no ha contestado a mi pregunta de si me quería... No quiero saberlo. Y yo no soy como todos, ¿se siente mal por eso?
-Yo ya no lo pienso...
Y en silencio, terminamos de comer. Dejo los platos en el fregadero y me siento en la encimera. Hunter sigue sentado en el mismo sitio de antes. Se levanta y coge algo del cajón de cubiertos. Le veo acercarse con un cuchillo en su mano. Me va a matar. Este es el fin.
-¿Qué haces con ese cuchillo? Seguro que planeas sacarme la piel poco a poco hasta que muera desangrada o de dolor. O quizás me vayas cortando partes del cuerpo y me harás comérmelas -digo asustada, me va a matar. Ay. ¿Por qué a mi? Me había dicho que no lo haría y ahora...
-¿Siempre eres tan negativa? Solo iba a pelar una manzana, ¿no tienes más hambre? -dice él, la mar de tranquilo mientras coge una manzana del cesto de fruta, que está detrás de mi.
-Lo siento... -digo calmándome.
-No te voy a matar, te necesito -dice y mi estómago da un vuelco. Eso es. Ya sé cual es su plan, desde el principio...
-No, no, no... Me quieres enamorar para conseguir romperme el corazón, eres cruel.
-No tienes remedio -dice y suspira.
-Lo siento, de verdad. No puedo evitarlo, siempre he sido así... Por cierto... ¿Puedo hacerte una pregunta?
-Dispara.
-Y-yo... No sé disparar y n-no tengo ningún arma -digo tartamudeando.
-Es una expresión -pone los ojos en blanco-. Anda, dime.
-Pues... Verás... ¿Está mal que ya no piense en mi familia? Quiero decir... Últimamente no pienso en ellos y seguramente estén preocupados... ¿Y si les ha pasado algo?
-Descuida, están bien. Tu hermano está hablando con todos los policías del Estado. Tus padres poniendo carteles con tu foto y... No me mires así, soy el secuestrador, tengo que saber los movimientos de tu familia si no quiero ser encontrado.
-Gracias -susurro.
-Creo que voy a echarme una siesta. He de irme a las cuatro y media, ¿podrías entrar a despertarme?
-Si solo queda media hora -digo mirando la hora del horno- ¿Tan rápido te duermes?
Se limita a sonreír y sale de la habitación. Voy a subir a darme una ducha, así haré que pase un poco el tiempo. Paso mucho tiempo sola, ya que casi todos los días Hunter se va a matar gente por ahí. Me pregunto como será estar en una "misión" así. ¿Qué sentirá al matar a la gente? ¿Pensará en la familia de sus victimas? Cojo un conjunto negro y me meto al cuarto de baño.
Después de la ducha me miro al espejo. Voy vestida como si en verdad fuera a una misión de esas. Toda de negro para camuflarme. Se me escapa una risita y bajo las escaleras con sigilo, en la cocina miro la hora; 16:28. Voy a despertar Hunter... Subo las escaleras con el mismo sigilo de antes y entro en su habitación sin emitir ningún ruido.
Ahora que lo pienso, no sé como despertarlo. Le acaricio el pelo y suelta un suspiro, pero no se mueve. Le muevo un poco el brazo y cambia de postura.
-Hunter... -susurro.
-Ann... -susurra él también.
-Son las cuatro y media... Levanta...
-Yo también... Más.
-¿Qué? -digo ya en mi todo normal.
-¿Hmm? -abre los ojos desorientado- ¿Qué pasa? ¿ya es la hora?
-Ehh... Sí -dudo por un momento- y... ¿Tú también qué? ¿él qué más?
-Nada, nada... Estaba soñando. Me voy.
-Espera... Voy contigo.
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Enamorada del asesino.
Teen FictionAnabell Stone es una chica temerosa con una imaginación impresionante. Tanto que, al ser secuestrada por el famoso asesino Hunter «Kill», le da decenas de ideas sobre como torturar a sus víctimas. "Le veo acercarse con un cuchillo en su mano. Me va...