Enamorada del asesino.

49. Han cambiado muchas cosas

Ashy se sienta en la mesa con nosotros, que logramos convencer a mamá para librarnos de comer más tortitas. Estamos esperando a papá para poder hablar todo lo que tenemos pendiente. Estoy deseando verle.

-Pero Ann -habla Ashton-, la última vez que te vi... -le lanzo una asustada. Defendí a Hunter la última vez que nos vimos. Él me disparó porque me puse en medio para defender a mi secuestrador- Has cambiado mucho -finaliza su oración, al parecer a pensado lo mismo que yo.

Mi madre nos mira a ambos buscando respuestas, aunque sabe que no hablaremos. Sean me aprieta la mano debajo de la mesa.

-Yo creo que sigue siendo mi pequeña... -suena el timbre interrumpiendo a mi madre- Anny. Seguro que es tu padre, ¿quieres ir a abrirle?

-Claro -acepto sonriente. ¿Por qué papá no se ha llevado las llaves?

Me quedo frente a la puerta y miro a través de la mirilla, asegurándome de que es mi padre. Cuando le veo, abro rápidamente la puerta y salto a sus brazos.

-¡Papá! -nos abrazamos- Te he echado mucho de menos, mucho, mucho. Y y y ¡te dije que ese día me había levantado con el pie izquierdo! ¿ves? ¡yo tenia razón! -me río mientras lloro y hablo apresuradamente.

Cuando logro separarme del abrazo encuentro a mi padre intentado contenerse las lágrimas, algo que no dura mucho, ya que explota en un par de segundos.

-¡Lo sé! Lo siento tanto pequeña -habla entrecortado mientras Llora-. No sabes lo culpable que me siento, no debí mandarte al banco sola. ¡Lo siento muchísimo! Lo habrás pasado fatal por mi culpa. He hecho todo lo que he podido intentando encontrarte, pero nada funcionaba -se limpia las lágrimas, pese a que siguen saliendo-. Papá no ha podido salvarte, cielo, lo siento mucho...

-¡No pasa nada papá! Mira, estoy bien -le abrazo-. No fue tu culpa, me secuestró porque ya sabes que hablo sin pensar y le di ideas para matar -me río bajito- ¿vamos dentro? Mamá, Sean y Ashy nos están esperando.

-Sí, un momento cielo -se intenta recomponer con algo de éxito-. Sean... ¿es el chico que te ha salvado? -asiento- Entonces tengo que agradecerle que haya encontrado mi tesoro.

Me coge en brazos y me lleva hasta a la cocina conmigo pataleando y llenando la casa con nuestras risas.

-¡Ya, bajame papá!

-Es que me da miedo por si te vuelven a robar... Mira... Este chiquillo tiene cara de ladronzuelo -me susurra mirando a Ashton.

-¡Eh, papá! Luego dices que no tienes favoritismos -se queja mi hermano.

-¡Envidioso! -le saco la lengua.

Después de un rato mas entre bromas y risas, estamos todos sentados en la mesa a punto de que mis padres nos informen de algo.

-Verás princesa -mi padre y sus motes conmigo. Me avergüenza un poco por Sean y creo que él lo nota-, cuando te secuestraron, cambiaron muchas cosas... Mamá y papá se dieron cuenta de algo muy importante y es que... Están mejor separados. Tu eras la piececita que nos mantenía juntos y cuando te fuiste descubrimos que no eramos el uno para el otro. Pero no te pienses que es por tu culpa...

Mi padre sigue con su discurso pero he dejado de escucharle. ¿Se han separado? En mi ausencia se han dado cuenta de que no se querían. Mi padre intenta suavizarlo pero no funciona, sé lo que quiere decir... Pensé que siempre estarían juntos, mamá y él nunca habían peleado...

-Entiendo -le interrumpo sin prestarle atención-. Ya no os queréis y os habéis separado. Está bien.

Estoy intentando mentalizarlo y por eso lo digo en alto.

-Disculpen que os interrumpa -habla Sean- pero debo informaros de que antes de venir aquí llamé a un psicólogo para tratar a Ann... Un secuestro deja muchas secuelas... Espero que no os moleste, pero está apunto de llegar.

Mi padre asiente dándole la razón, Ashton no ha dejado de mirar al suelo desde que ha hablado mi padre y mi madre habla.

-Cielo santo, tienes razón. La niña debe tener la cabeza fatal y nosotros metiéndole otro trauma... ¿Qué nos pasa? -mira a mi padre.

-No soy una niña, mamá -me quejo.

-Es verdad... -mi padre le da la razón a mi madre- ¿Crees que he hecho mal al decírselo?

Sean se pasa ambas manos por la cara, frustrado.

-No han hecho nada malo, pero no la presionen, además, ella tiene razón, no es una niña. ¿Ven a Ashton como a un niño?

Mis padres se miran entre ellos y miran a Ashton, que ha alzado su mirada al escuchar su nombre.

-Por supuesto que no, Ashton ya es mayorcito -sonríe mi madre con orgullo.

-Pues Ann tiene su misma edad -Sean añade. Mi madre parece analizar lo que está escuchando. De pronto, llaman al timbre.

-Voy yo -me levanto de la mesa y me alejo hacia la puerta. Tras la mirilla, veo a Thommy.

El plan ya ha empezado. Le abro la puerta y él me guiña el ojo, hago como si no lo conociera.

-¿Es usted el psicólogo? -asiente. Le llevo hasta la cocina, donde parece que hay una pelea entre Sean y Ashton, luego preguntaré sobre eso.

-Buenos días. ¿Son ustedes la familia de Anabell Stone? -dice Thomas formalmente.

-Así es -contesta mi padre mientras le analiza con la mirada.

-¡No puede ser! -grita mi madre- ¡Eres ese famoso psicólogo! ¡T! ¡sale en la tele!

Sean eleva una ceja en dirección a Thomas. Parece que su seudónimo es su inicial.

-El mismo. ¿Puedo hablar a solas con la señorita Anabell en cuestión?

-Por supuesto -contesta mi padre- Ann, ¿os parece bien hablar en mi antiguo despacho? -asiento y guío a "T" hasta la habitación en cuestión.

Cuando entramos ambos nos sentamos y Thomas me susurra que me hará preguntas como psicólogo, por si se pasaran a escuchar algo, acepto. Yo contesto a todo con sinceridad y le voy poniendo caras graciosas a la vez que él. Cuando pasa alrededor de una hora, volvemos a la cocina. Todos están en los mismos sitios de antes, pero en silencio.

-Creo que... Su hija y hermana necesita un descanso. Es decir, alejarse de su rutina, y por duro que suene, irse a vivir sola o con algún amigo. Está mentalmente inestable y no se le recomienda estar ahora aquí, ¿y si por descuido volviera a levantarse de su misma cama con el pie izquierdo? No podría volver a salir  la calle -mis padres están en shock-. Por no mencionar lo que le afectará ver a su familia rota, puesto aún no lo ha asimilado bien. Necesita alejarse de todo aquello que le recuerde haber llegado a su secuestro. Adaptarse poco a poco a volver a vivir en sociedad. El vecindario y la prensa, además, la acosarían si la vieran por aquí. Para aliviar lo que ha pasado en dicho secuestro, es algo confidencial que no puedo mencionar pero tendrá que venir a mi consulta una vez a la semana, no se preocupen por el dinero, está todo pagado. ¿Algo que objetar?

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¡y hasta aquí el capítulo!

Espero que os haya gustado.

Se aproxima una pelea #spoiler.

¿Que os ha parecido?

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¡Nos vemos pronto!