Enamorada del asesino.

55. Tres meses

Han pasado tres meses desde que Kyle y yo anunciamos que yo era su ayudante en aquella fiesta. Recuerdo que varios líderes de bandas intentaron coquetear conmigo, amenazarme o tomarse confianzas para sacarme información, pero Kyle siempre los alejaba mostrando posesividad hacia mi.

“-No esperaba encontrar una belleza como tú junto a Kyle -me dice un hombre de unos 30 años y me besa la mano.

-Eh... Yo... -noto que me tiembla la voz, ¿qué debería decir?

-¿Por qué no? -le sonríe Kyle, quien aparece de pronto-. Esta chica es mucho mejor de lo que puedas imaginar, no intentes acercarte a ella con esos trucos tan sucios -habla tranquilo con una sonrisa, lo que me sorprende-. Bueno, será mejor que no te acerques a ella de ninguna manera. Es mía -puede verse en sus ojos una mirada furtiva, aunque su voz es suave y mantiene una sonrisa.

El hombre se aleja sin decir nada. Kyle es increíble. Ahora entiendo cómo es capaz de ser el líder de toda esta gente.

-Gracias -le susurro sonriente.  Él se acerca a mi, coloca mi pelo tras mi oreja y me susurra:

-No te preocupes, esta noche te protegeré de todos estos idiotas -noto su aliento cálido y contengo un escalofrío-. A mi lado estarás siempre a salvo, recuérdalo.”

Después de aquella convocatoria empezó mi entrenamiento. Nunca lo había pasado tan mal en toda mi vida, sin embargo, ahora soy capaz de muchísimas cosas. Al principio, todo parecía imposible, como si jamás pudiera acabar. Necesitaba ser más fuerte en muy poco tiempo. Aprender técnicas para bloquear y noquear al enemigo, trucos para esconderme, cambiar mis intenciones, actuar a la perfección y un sin fin de cosas más... Nunca imaginé que mi cuerpo era tan débil antes de empezar el entrenamiento físico. Por no mencionar lo que venía siempre después, que era provocar mi miedo, estrés y pánico.

“-Ya está bien -dice Kyle a mi entrenador demoníaco, Mario (uno de sus guardaespaldas). Siento que me voy a desmayar del cansancio. Llevamos desde las 8 am hasta ahora, las 14pm, haciendo montones de ejercicios de fuerza y resistencia sin parar.

-Gra...cias... -digo sin aliento y caigo al suelo sin poder moverme. Kyle se sienta en este, a mi lado. Sabe que no puedo moverme.

-Basándonos en el pasado, cambias; cuando pasas mucho miedo, porque un compañero va a morir, te cuentan algo que te somete a un fuerte estrés o estás en peligro de muerte, ¿no?

Solo me limito a asentir. Estoy tan cansada que solo respirar hace que me duelan los pulmones. No estoy exagerando.

-Bueno, entonces tengo que pensar en algo para hacerla salir. Por hoy damos por terminado el entrenamiento, puedes relajarte y hacer lo que quieras hasta mañana -me acaricia la cabeza-, lo has hecho muy bien. ¿Te cargo hasta tu habitación -me sonríe.

Niego e intento levantarme, pero vuelvo a caer al suelo. Es inútil. Todos mis músculos se sienten pesados. Kyle se ríe y me carga en brazos hasta mi habitación y por el camino siento que me voy quedando dormida. No quería hacer que Kyle se esforzara, aunque sus brazos son tan fuertes, también debe entrenar mucho...

Un fuerte ruido hace que me despierte. Escucho disparos y me levanto rápidamente. Tengo agujetas por todo el cuerpo, pero no puedo quedarme quieta, Kyle puede estar en peligro. Cojo una pistola que se encuentra en un cajón y bajo corriendo las escaleras. Todo el salón está hecho un desastre, tengo que encontrar a Kyle.

-¡KYLE! -grito cuando consigo verlo. Alguien le tiene cogido por el cuello. A este paso Kyle va a... Kyle se va a...

Siento que mi cuerpo se relaja y el dolor es insoportable. Empiezo a observar el salón por completo. Después analizo la situación. ¿Acabo de ser engañada? Increíble.