-Mira guapa, no tengo todo el día. ¿Qué sabías? -dice Hunter, parece enfadado...
No sé qué es más vergonzoso, si el hecho de que es la primera vez que alguien, sin ser de mi familia, me diga "guapa", o el hecho de que sienta mis mejillas arder por un cumplido sarcástico.
Hunter frunce más aún el ceño, a este paso le saldrán arrugas y será unicejo. Suelto una risa nerviosa que provoca que él invada mi espacio personal. ¡Está demasiado cerca!
-Es... Yo... So... Solo sabía que hoy no sería un bu.... Buen día... Por favor... Aléjate -lo último lo digo en un susurro. Me pone nerviosa. Solo mi hermano puede estar así de cerca.
Sonríe sin mostrar su dentadura.
-¿Qué pasa? -se acerca más y susurra en mi oído- ¿te pongo nerviosa?
-¡NO! -grito sin pensar- quiero decir... ¡SÍ!
Esta vez si se aleja y me mira sonriente. Su sonrisa es tan... Perfecta. Debería estar prohibido que un asesino tenga una sonrisa tan bonita, juraría que hasta parece más pequeño e inocente cuando sonríe.
Definitivamente me estoy volviendo loca. Y no llevo ni...
-¿Cuánto llevo aquí?
-Casi un día -su semblante se vuelve frío por un momento- Son casi las tres de la tarde, ¿tienes hambre?
Ashton... ¿Pensará que me he perdido o me estará buscando?
-La verdad es que sí... ¿Dónde estamos? -¿es bipolar? Me da miedo preguntarle. Aunque no creo que me diga en qué lugar me encuentro, quizá sea en un almacén abandonado a las afueras del país, o en un sótano debajo de la cuidad o...
-En mi casa. Mi sótano para ser preciso -contesta con indiferencia- ¿te gusta la pasta?
-¿¡Tu... Tu, tu, tu... Tu casa!? ¡y me lo dices así, sin más! ¿No se supone que debes esconderme para que no me encuentren? ¡y sobretodo no debo saber dónde estoy!
-Te gusta la pasta, ¿sí o no? -está demasiado serio ahora. Me estresa demasiado. ¿La pasta? ¿a quién no le gusta el dinero? Quizá quiera que haga algún trabajo sucio... ¡No!
-¡No! La única pasta que me gusta es la que me dan mis padres y la que me den mis jefes en los lugares que trabaje.
Me mira fijamente y acto seguido se echa a reír. ¿Se está riendo de mi? ¿Qué he dicho mal?
-Deja de mirar el lado malo de todo. Seré más específico, ¿te gustan los espaguetis que se comen con tomate? -oh, ya entiendo, era comida no dinero, soy idiota- ¿tú, ñamñam, espaguetis? -dice burlándose de mi. Que cruel.
-Sí... ¿Te importa si te hago una pregunta? -tengo esta duda desde la primera vez que le vi salir en la televisión atracando.
-Las haces todo el tiempo. Si son las de antes... ¿Sabes acaso dónde estás? Te he dicho que en mi casa, pero ¿mi casa dónde está? No es tan difícil. Nadie sabe dónde vivo, mocosa.
Ya entiendo. Es retorcido. Espera...
-No era lo que te iba a preguntar ahora... Pero... Eso quiere decir que... ¿Soy la primera persona que traes aquí, a tu casa?
-Si lo miras desde ese punto de vista, sí. También eres a la única que he secuestrado por la que no quiero una recompensa. Que romántico, ¿verdad? -dice irónico.
-Yo... Eh... ¿Tu verdadero nombre es Hunter? Ya sé que significa cazador y que hay gente que se llama así, pero... Desde que te vi tengo esa duda.
-Hunter es como se me conoce en la prensa. Yo nunca he elegido ese mote. No te diré mi verdadero nombre, sigue llamándome Hunter.
Me quedo en silencio procesando lo que hemos hablado hasta ahora. He entablado una conversación con un asesino sanguinario, que ha su vez es ladrón, traficante y a saber que cosas más... Y no he suplicado que me suelte. No soy normal.
Observo como me desata de la silla en la que me encontraba y me guía hasta lo que parece la planta principal de su casa, las paredes son blancas y está como nueva, algunos cuadros de paisajes cuelgan en las paredes.
-Ahí está el baño -me señala una puerta que está a unos dos metros- Aquí la cocina -abre la puerta que tenemos justo enfrente- la segunda puerta a tu izquierda es el salón. Date una vuelta por aquí, no subas arriba, después te enseñaré que hay allí. Voy a preparar la comida.
¿Me deja moverme por aquí sin más? ¡Puedo escapar! La puerta principal está justo a mi derecha, si no hago mucho ruido...
-Ni lo pienses, está cerrada. La llave está a buen recaudo -me analiza con su mirada y desaparece de mi campo de visión.
Sin poder evitarlo me hecho a llorar. No sé por qué lloro. Creo que acabo de ser consciente de que no volveré a ver a mi familia por mucho tiempo... ¿Qué voy a hacer sin mi hermano...?, ¿sin los consejos de mamá?, ¿sin los abrazos de papá? Voy hacia el salón y me siento en el sofá. Éste es blando y negro, la televisión es grandiosa, hay una mesa con tres sillas a cada lateral. Hay armarios esparcidos por la habitación haciéndola enorme y... No puedo dejar de pensar en mi familia.
Pasado un rato me dedico revisar los armarios. En el primer cajón encuentro; cerillas, un cuaderno y un bolígrafo. Abro el cuaderno. La letra es cursiva y con muy buena caligrafía. ¿Así es la letra de Hunter?
"No sé qué me pasa últimamente. ¿Qué puedo hacer? Siento que... Me falta algo. Estoy jodidamente cansado de todo. Tengo todo lo que quiero pero aun me siento... Vacío..."
-¿Qué mierdas crees que haces? -su voz resuena por todo el salón y palidezco.
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¡Lo prometido es deuda! Aquí os dejo el capítulo.
¿Qué hará Hunter ahora?
¿Os gusta el camino que lleva la historia?
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Enamorada del asesino.
Teen FictionAnabell Stone es una chica temerosa con una imaginación impresionante. Tanto que, al ser secuestrada por el famoso asesino Hunter «Kill», le da decenas de ideas sobre como torturar a sus víctimas. "Le veo acercarse con un cuchillo en su mano. Me va...