27. Desahogandome

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-Por cierto, Ann -dice Hunter mirando a su plato. Intento poner la mejor cara que puedo.

-Dime.

Yuki me mira e inclina la cabeza hacia su izquierda. Es tan mono... Le hago un gesto para que se vaya, pero se sienta.

-He subido a tu habitación mientras ponías la mesa, ¿por qué tus zapatos están manchados de barro?

Mierda. ¿Ahora qué digo? Piensa Anabell, piensa.

-Salí al jardín. Llovió un poco y acabé empapada y llena de barro. La ropa ya está lavada, en cuanto pueda limpiaré los zapatos -sonrío. Miro a Thomas, que me enseña su dedo pulgar en señal de aceptación.

Parece que ha colado. Ahora... Giro la cabeza para buscar a Yukine y no está. Por favor que haya vuelto a la habitación...

-Ya veo... ¿Me haríais un favor? -ahora sí que levanta la cabeza de su plato. Ambos asentimos-. Decidme que mierdas me estáis ocultando.

-Nada -contestamos a la vez. Hunter resopla.

-Lo acabaré averiguando y será peor. Os estoy dando un puto aviso. ¿Tan grave es?

-¡No es nada! -grito-. Has vuelto muy paranoico. Más que de costumbre.

Por favor, que no me mate por todo esto. Cuando estoy nerviosa digo tonterías.

-¿Me estás mintiendo en la cara, Anabell? -niega con la cabeza, enfadado-. En todo este tiempo, ¿no tenemos la suficiente confianza? Sabes de sobra que no te haría daño -resopla-. Ahora que llega ese gilipollas -señala a Thomas-, crees que es mejor que yo, pero estás muy equivocada. Él es igual que yo. Él a veces es incluso peor. Yo busco hacer daño físico, él lo hace psicológicamente. Los vuelve locos. ¿Qué coño me escondes? ¿Estás tirándote a este desgraciado? ¿has estado saliendo de casa con él?

No puedo creerme que me esté acusando de tal cosa. No me lo puedo creer. Thom está anonadado, mirando a Hunter como si no pudiera creerse lo que acaba de decir.

-¡Eres un idiota! -grito y golpeo la mesa-. Sabes de sobra que yo no soy así. No le prefiero a él y en ningún momento he dicho que tú seas peor. Sé que sois iguales prácticamente. Yo solo quería hablar con alguien más que no fuera mi estúpido secuestrador bipolar -Thom se sorprende al verme enfrentarme así. Ya se acostumbrará a mis contestaciones suicidas-. ¿Sabes por qué te escondo algo? Porque cuando te pones furioso dejas de ser tú. Empiezas a gritar y acabamos peleados. Y estoy harta.

-No tienes derecho a...

-¡Aún no he acabado! -le interrumpo-. No me vengas con eso de que tú nunca me harías daño, porque debo recordarte que me quitaste mi vida y me golpeaste una vez. Por no hablar del daño emocional que causas con cada palabra que sueltas. Así que, como tú dices, yo soy una adolescente más, que no soportas mis preguntas y soy una torpona. Pues sí. Soy así. Pero yo no elegí que me secuestraras. Y lo siento mucho por querer hacer un amigo con el que pueda hablar sin que me recuerde lo inútil que soy cada vez que se le crucen los cables.

Vale, he terminado mi discurso de muerte, quiero que en mi tumba pongan algo que se haga recordar, algo como... La chica que se enfrentó a Hunter con valor.

Hunter mira hacia el suelo, avergonzado.

-Lo... Yo... -se rasca la nuca- Supongo que... Lo siento. No pensaba que te sintieras así.

¿Qué? Por favor que alguien me despierte porque esto es un sueño. Hunter pidiéndome perdón.

-Wow -dice Thomas con los ojos como platos-. Acabo de escuchar a Hunter Kill disculparse. Ya puedo morir feliz.

-¡No seas imbé... -mira al suelo unos segundos- ¿¡Por qué cojones hay un puto perro en mi casa!?

Ups.

De un segundo a otro coge el cuchillo de la mesa y lo apunta.

-¡No! ¡Yukine! -este viene corriendo a mis brazos. No dudo en echar hacia atrás la silla y cogerlo.

-¡No me jodas, Ann! ¿un puto perro?

-¡Se llama Yukine!

-Oye Hunter, cálmate. Eso era lo que ocultabamos. Ann necesita un entretenimiento mientras que no estamos aquí. Estoy seguro de que ella se ocupará de todo -con esto Thom ha subido diez puntos en mi lista de amigos.

-¡Pero es un perro! -vuelve a gritar.

-¡Y tú un asesino! -contesto.

-¡Hey, que yo también lo soy! -le doy una patada por debajo de la mesa- Auch.

-Yukine se quedará y no hay más que hablar. Os toca recoger la mesa -salgo de la cocina con Yuki en brazos y subo a mi habitación.

Como esperaba, la puerta está cerrada. Cojo el ordenador y busco una película que pueda ver con Yuki. Por los gritos que escucho, seguro que se quedarán peleando un buen rato. Lo siento por Thomas, le he abandonado en el momento de ira de Hunter. Pero yo ya le he gritado lo suficiente y estoy segura de que si vuelvo a gritarle me arrancará las cuerdas vocales y las usará para dárselas a Yukine. Me da un escalofrío con solo pensarlo. Al final decido ver 'Un monstruo viene a verme'.

La película es bastante interesante, justo está contando la segunda historia y... Mis párpados empiezan a pesarme y no puedo evitar quedarme dormida.

Anny! Sal de tu escondite, tengo algo para ti -escucho que dice Sean.

Sin dudarlo salgo de los arbustos y voy a reunirme con él a los columpios dando saltitos. ¿Qué será?

-¿Te has vuelto a esconder en los arbustos? -sonríe y cuando me revisa con la mirada frunce el ceño. No me gusta, se pone muy feo cuando se enfada-. Mira, tienes arañazos -me coge los brazos- hay muchos más escondites...

-¡Pero no me duele! ¿Qué ibas a darme? -pongo mi mejor cara de angelito. Es la que uso con mi papá.

-Toma -dice a la vez que se pone tan rojo como un tomate. Es muy mono.

Es una cajita envuelta con papel de regalo. No dudo en destrozar el envoltorio y dentro de la cajita descubro tres bombones de chocolate. ¡De mis favoritos! Son como los que me regala mi tía en navidad.

-¡Gracias! -le abrazo y le ofrezco uno.

-Mi papá le ha regalado a mi madre una caja entera porque hoy es... San Valeria o algo así -se ríe.

-Creo que se dice San Valentín -ambos nos reímos.

Enamorada del asesino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora