Capitulo 68

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CARL'S POV

—Tu, yo, un sartén, dos huevos, 200gr de harina, 300ml de leche. No se, piénsalo.

—¡No voy a hacerte Hot-Cakes, Carl!—Levanto papa un poco la voz algo frustrado.

—¡Anda, papá!

Este día había estado de la mierda como las otras veces. Pero esta vez sentía como si estuviese aún peor. Papa me había hecho faltar a la universidad para poder venir un rato a su casa y así poder platicar sobre mi nuevo colegio en Irlanda.

Esta era una decisión muy importante para mí y esa era la mierda de la situación, cada vez que tenía que tomar una situación importante que cambiaría mi vida tenía que pensarlo muy bien y con los riesgos de no saber si estaba tomando la decisión correcta.
Para colmo, la pareja de mi padre, Stan se encontraba justo enfrente de mi, sentado en el comedor cuando se supone que sería una plática privada.

Jamás me di la oportunidad de conocerlo, pero eh llegado a la conclusión de que no tengo porque hacer nada de eso si no quiero. Odio a la mayoría de la gente y este tipo parecía un maldito presumido y no lo digo solo porque nunca se quitaba sus gafas para sol súper caras aún estando en la casa.

—¿Has pensado sobre ello, hijo?—Preguntó papa rompiendo el silencio.

—Carl... No sé, pero yo opino que... —Comenzó a hablar Stan pero lo interrumpí.

—No hable—Rodé los ojos.

—Pero...

—Mi diagnóstico dice que me vale madre su opinión y que usted sufre una enfermedad llamada 'creerse importante' así que cierre el pico.

—¡Carl!—Papa me miró mal.

—¿Qué? No se supone que él tenía que estar aquí.

—¡Y no se supone que tú debiste de haber nacido!—Abrí los ojos como platos antes de que papa cerrará la boca rápidamente—Hijo, necesitamos hablar seriamente sobre lo que harás próximamente... —Asentí con la cabeza sin la intención de decir nada más—Escucha... La decisión que tú hayas tomado hasta ahora probablemente será cambiada más adelante pero quiero que me digas lo que deseas hasta ahora ¿Quieres hacerlo?

—Quiero pan—Dije y este bufo.

—El puto colegio, Carl! ¡¿quieres ir o no?!

—Papa... Quiero hacerlo pero... No sé realmente si estoy listo para algo así, si te soy sincero no estoy seguro de querer hacerlo.

—Has estado luchando por poder estudiar ahí todo este tiempo, espero que la razón por la que no quieras ir haya sea buena, pues necesito oírla—Su voz sonaba normal, más lo conocía tanto como para saber que estaba apunto de echar humo por sus oídos.

—Y-Yo... —Hice una pausa sin saber realmente qué decir—Yo... Voy a extrañar mucho los calzoncillos que venden en la tienda esa—Papa rodó los ojos.

—¿Arruinarás tu vida por unos calzones?

—Bóxers—Corregí.

—¡Es el colmo, Carl! Eres un adulto, tienes que pensar y comportarte como tal, madura.

—Pero lo que madura siempre se pudre primero.

—¡Carl! Basta—Suspiro antes de volver a mirarme—Dime algo, honestamente... ¿Es por ella?

—¿Ella?

—Jane. ¿Es ella la razón por la que no quieres irte y arruinar el sueño de tu vida por un romance que durará al menos otros dos meses de tu vida?

—No es así—Le sostuve la mirada. Yo no tomaba a Jane como cualquier cosa, y temía que ella realmente fuese la razón por la cual estuviese desperdiciando toda esta oportunidad, no sabía si lo que hacía estaba bien o estaba mal.

—Hijo... —Se sentó a un lado mío en la mesa y me miró, parecía un poco frustrado pero su expresión sorpresivamente cambio por una comprensiva—No puedes dejar ir algo así solo por... Una chica. Te ruego que lo pienses mejor, esto podría cambiar tu vida, podría darte un mejor futuro, incluso un mejor empleo y si ella realmente te quiere, entenderá y te esperará el tiempo que sea necesario.

—Yo...

—Piénsalo, ¿sí?—Asentí con la cabeza con el nudo que se había formado en mi garganta y me levante de la mesa.

—Debo irme—Apreté mis labios en una línea recta antes de comenzar a caminar a la salida, pero me detuve en seco—Y Stan... -Supe que el hombre me estaba mirando aunque no lo estuviese viendo—Lamento haber dicho que no importas... No sabía que era un secreto—Y sin permitirle decir nada, simplemente salí de aquella casa.

(...)

Volví a rodar los ojos después de volver a pensar sobre la decisión que había tomado. Había decidido después de pensarlo por mucho tiempo que se lo contaría a Jane. Tenía que contárselo a aquella chica, necesitaba saber lo que pensaba y necesitaba hacerlo, necesitaba asegurarme de que ella estuviese bien.

Odiaba el hecho de tener que dejarla. Lo odiaba completamente.

—Mierda—Suspiré frustrado cuando el timbre de la puerta sonó de repente haciendo que me levantase del sofá y fuese a abrir la puerta. Sonreí forzadamente cuando vi a Amanda parada enfrente de mi. Si era sincero, no tenía ganas de ver a nadie en estos momentos.

—¡Carl!—Se acercó y colocando una mano en mi hombro, me jaló hacia ella y beso mi mejilla.

—Hola—Dije—¿Quieres pasar?—Asintió con la cabeza sin borrar la sonrisa de su tonteo antes de entrar a mi departamento.

—¿Cómo estás?—Preguntó cuándo cerré la puerta detrás de mí.

—No losé, si te soy sincero.

—¿Qué pasa?—Me tomó por sorpresa cuando su mano viajó hasta mi mejilla y comenzó a acariciar de esta. La tensión se había apoderado de mi, al igual que la confusión en ese momento. Sin pensarlo dos veces, aparte su mano, pero esta no hizo nada y se limitó a volver a sonreír.

—No quiero hablar de ello, si te soy sincero.

—Pensé que confiabas en mí.

—Pensaste mal.

—Oh espera, lo anotare en mi libreta de "me importa una mierda"—Dijo antes de tomarme por sorpresa de nuevo y acercarse aún más a mi. La idea de ella besándome paso por mi cabeza haciendo que un sentimiento de incomodidad se hiciera presente. Mi cuerpo no respondía y no estaba seguro si era por la tensión, confusión, o porque realmente no sabía lo que estaba sucediendo.

Entre Dos ChicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora