Capitulo 74

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CAPÍTULO FINAL

Sus palabras habían caído sobre mí como un balde de agua helada y de pronto quería que me dijera que todo era una broma y que realmente no iba a alejarse de mi, no lo quería... No quería que se fuera.

¿T-Tú...?

—No, Jane, no me iré, me quedaré contigo.

No podía decirle que hiciera eso tampoco, no podía ser tan egoísta como para poder hacer que perdiera una de las más grandes oportunidades en toda su vida solo para que yo no sufriera, no era capaz y tampoco quería hacerlo.

—No, Carl—Hable—N-No quiero que te quedes.—Las palabras salieron de mis labios con más dificultad de la que me imagine, pero tenía que hacerlo, era por su bien. Era todo por el.

—No quiero hacerlo, Jane.—Sabía que parte de sus palabras eran mentira, sabía que el realmente si quería hacerlo, quería irse y yo no podía aceptar que hiciera esto por mí.

—¿C-Cuando tendrías que irte si decidieras hacerlo?

—Mañana—Bajo la mirada cuando mis ojos se abrieron más de lo común.

—¿Y porque no me lo contaste antes...? ¿Porque...?—Me interrumpió.

—¡No lo hice, Jane! No lo hice porque no me iré, no lo haré y tampoco quiero hacerlo.

—Yo no quiero salir más contigo—Probablemente era el peor error que había cometido jamás, probablemente era una de las cosas por la cual me iba a arrepentir muchas veces, pero no podía seguir con el si el estaba dispuesto a desperdiciar eso por mí. No podía permitir que el hiciera eso por estar conmigo.

—¿Qué?...

—No, Carl, no quiero salir más contigo y es mejor que vallas allá.

—N-No es verdad, Jane. Sé que estás haciendo esto para hacerme cambiar de idea... —Negué con la cabeza.

—No, lo hago porque yo no me tomo nada tan enserio como tú. Lo hago porque no te quiero tanto como tú me quieres como para hacerte quedar y también lo hago porque ya no quiero estar contigo desde hace tiempo... Yo...

—¡Se que nada de eso es...!—Le interrumpí.

—¡Todo es verdad! ¿Sabes? Yo... Creo que no eh podido quererte lo suficiente, yo... —Cada palabra era más difícil de pronunciar. Me odiaba a mí misma por todo el dolor que le estaba causando, por las lágrimas que se empezaban a acumular en mis ojos y en las de él, pero sobre todo, por su mirada, por cómo le estaba haciendo sentir justo ahora.

—Dime que todo es mentira... Dime que nada de eso es...

—¡Es cierto! ¿Qué no lo entiendes, Carl? No te quiero, no puedo amarte y no quiero que hagas esto por mí.

Sus labios se apretaron en una firme recta en el momento en el que su mirada bajo al suelo y casi pude jurar que vi una lagrima rodar por su mejilla antes de que esta fuese limpiada bruscamente.

—Hasta luego, Carl.—Odiaba las despedidas, odiaba tener que hacer esto, pero sobre todo, odiaba tener que hacerle esto a él. Odiaba la manera en la que le había echo sentir y también odiaba que este fuese el último día que le vería, y si era así necesitaba  abrazarle. Necesitaba sentirlo por última vez.

Entre Dos ChicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora