Capitulo 73

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Me dirigí al cuarto de James para avisarle que iba a salir. No toque la puerta ya que se escuchaba un poco de ruido adentro así que una vez dentro de la habitación este se giró a verme.

-¿Qué haces?-Pregunté.

-Hablando con la persona que más amo en el mundo.

-Oww, Que lindo.

-Si, pero ya colgó, ahora ¿Qué mierda quieres?

Rodé los ojos cuando me percaté del teléfono en su mano y después de avisarle que iba a salir a ver a Carl, este simplemente asintió con la cabeza antes de volver a prestar su atención en la televisión.

(...)

Mi mano viajó hasta la manija de la puerta, la cual ya hacía cerrada y fruncí el ceño ya que se supone que Carl debería estar dentro de aquel apartamento.
De pronto, las voces que provenían de adentro me hicieron darme cuenta de que realmente había alguien ahí adentro. Esa vos era completamente reconocida... Era Amanda.

-¿Qué tiene de malo?-Le escuche hablar cuando mi oreja se pego a la puerta que ya hacía enfrente de mi. Sabía que esto estaba mal, pero la curiosidad me mataba.

-¡Qué tengo novia, carajo!-Le escuche decir-Y llegará en cualquier momento, no quiero que piense mal así que te voy a pedir que... -Sus palabras fueron interrumpidas bruscamente. No sabía que estaba pasando ahí adentro, pero una idea se había formado en mi cabeza.

El coraje había recorrido mi cuerpo más rápido de lo normal y de pronto, comencé a tocar la puerta lo más fuerte que pude que incluso, mis nudillos dolían.

De pronto, la puerta comenzó a abrirse y me di cuenta que la persona que la había abierto era Carl, pero no espere ni un segundo para acercarme y estrellar tan fuerte la palma de mi mano contra su mejilla, que por un momento el dolor fue insoportable incluso para mí.

-¡¿Qué mierda te pasa?!-Gritó está cuando su mirada se clavo en mi, con una de sus manos pegadas a su mejilla enrojecida.

-¡No puedo creer que todavía tengas el descaro de preguntarlo!-Levante la vos-¡Eres una maldita perra!-De pronto, mi mano se estrelló de nuevo contra su mejilla antes de que pudiera contenerme, pero el coraje era tanto que quería acabar con ella ahora mismo.

-¡No tienes reputación!

-¡Dime! ¡¿Tu crees que la tienes?!

-¡Claro que si!-Reí fingidamente.

-Querida, de reputación solo te quedan las seis primeras letras.

-Siento pena por ti-Dijo dirigiéndose a Carl.

-Que raro, yo no siento nada por ti.

De pronto, esta tomó su bolsa y frustrada salió de aquel lugar seguido de haber dado un portazo. Sinceramente, aún la sorpresa no se había ido, seguía sorprendida por el echo de que esta hubiese sido capaz de ser tan... Perra. De todas maneras, nunca tuve un completo buen presentimiento de ella y no me sorprendía que alguien más intentase este tipo de cosas.

-Jane... Yo...

-¡Cállate, pendejo!-Levante un poco la vos-¡Dime! ¿Tú sabías que esa chica quería acostarse contigo?-Apreté la mandíbula.

-¿Qué?-Frunció el ceño-Ella no quería...

-¡Ah! ¡La defiendes!

-No, no mi amor, solo digo que ella no...

-¡¿ME ESTÁS DICIENDO MENTIROSA DESPUÉS DE LO QUE HICISTE?!

-No, no es eso es solo que...

-¡Si te vas a poner de su lado solo dilo!

-¡Es que no me dejas hablar!

-¿M-Me gritaste?-Negué con la cabeza antes de salir de aquel apartamento con este corriendo detrás de mí, pero no entiendo porque se ponía de esa manera, yo estaba intentando hablar bien con él y arreglar las cosas, pero él simplemente parecía no querer hacerlo.

-Jane... Por favor, te juro que yo jamás... -Le interrumpí.

-Esta bien, pero hablemos normal.

-Me parece bien... ¿Quieres que te prepare la cena?-Forcé una sonrisa cuando asentir con la cabeza y camine de nuevo dentro de su departamento. Qué bueno que fui muy difícil de convencer.

Este prendió la estufa y comenzó a cocinar unas cuantas cosas después de haber acomodado la mesa con mi ayuda.

-¿Cuál es tu plato favorito y porque?

-Bueno... -Comencé a hablar-Mi plato favorito es el hondo porque le cabe más comida.

Unos minutos después, la cena estuvo lista y los platos fueron puestos enfrente de nosotros cuando el chico se sentó enfrente de mi. Parecía preocupado y sus manos le delataban cuando sus dedos jugaban entre ellos por encima de la mesa. De pronto, me asusto un poco lo que fuera que me fuese a decir, pero me limité a hablar, necesitaba acabar con esto lo más rápido posible.

-Jane... Hace casi un año... Antes de conocerte, yo había decidido mandar una solicitud, una carta, fuera del país para poder estudiar fuera de este. Los resultados nunca llegaron y pensé que no me habían aprobado para poder estudiar allá... Hasta esta semana, Jane. La solicitud aprobada llego a mi buzón y yo... No sé si realmente quiero ir a Irlanda.

Entre Dos ChicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora