Pedir perdón

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Estaban todos comiendo, pasandoselo bien y conociéndose más. Los que se habían presentado de la tercera generación fueron a comer con los encapuchados para discutir quien seria el primero en presentarse mañana.

Los Slytherin sentados en la mesa de los leones se iban integrando y poco a poco se iban convirtiendo en la gran familia que en un futuro serian.

Poco a poco cada uno se iba retirando a sus habitaciones a dormir. Había sido un día de muchas sorpresas y no dudaban en que vendrían más en estos días.

La ultima en irse a dormir fue Electra. Caminaba sola por los pasillos del colegio dando un largo paseo hasta su torre. Pensaba en todo lo que había pasado hasta ahora. Había conocido a gente maravillosa, gente que muy pronto se convertiría en su familia. Por fin tendría una familia estable, que la quiera y que nunca la dejaría.

El pasillo estaba en completo silencio pues ya todo el mundo estaba durmiendo. Al doblar el pasillo se encontró con dos personas.

Sus padres. Ellos se encontraban hablando hasta que notaron que en el pasillo había alguien más. Dejaron la conversación y giraron la mirada encontrándose con Electra.

Se habían quedado en silencio. El ambiente que los rodeaba era frío. Ninguno de los tres mostraba emoción alguna, solo se miraban.

Aunque Electra mostrara una actitud fría y desentendida, por dentro un mar de emociones recorrían su cuerpo. Tenia ganas de abrazarlos, algo que nunca había echo. También tenia ganas de llorar porque por fin los veía a los dos juntos y no era ningún sueño. Pero sabia que eso no pasaría porque sino demostraría debilidad, algo que no se puede enfrente de ellos dos. Siguió su camino sabiendo que tendría que pasar por su lado para llegar a su torre.

- Buenas noches- dijo en un tono frío e indiferente pasando al lado de ellos. Siempre con la mirada al frente.

Podía notar como ellos la seguían con la mirada. Cuando iba a doblar el ultimo pasillo para llegar a su torre una mano cogió el brazo de Electra impidiéndole seguir su camino. Al darse la vuelta la pelinegra se encontró de frente con su padre.

Bellatrix llegó al lado de Tom. De un momento a otro tenia su varita en el cuello de su hija. Sostenía la varita con firmeza, Electra intentaba ocultar todo su miedo, pero poco a poco le iba resultando más difícil.

- Baja la varita Bellatrix- le ordeno Tom, pero esta no hizo caso- ¡Te dije que bajaras la varita!- dijo sacando su varita y apuntándola al cuello de Bellatrix. Ella poco a poco fue bajando su varita del cuello de Electra.

Electra estaba impresionada.

- ¿Pero que haces?- dijo Bellatrix sin entender el comportamiento de su Lord- Acabemos con ella. Con esta vergüenza que tenemos por hija.

- No le vas a tocar un solo pelo a mi hija Bellatrix- le dijo Tom. Electra estaba en shock. Su padre, Lord Voldemort, la estaba defendiendo. Poco a poco fue bajando la varita del cuello de la mortifaga.

Volvieron a quedar en silencio, nadie sabia que decir después de eso. A Electra le volvían a recorrer un mar de emociones, pero esta vez todas eran buenas pues su padre la había salvado de una muerte segura. En su cara apareció una pequeña mueca que se le podría decir que era una sonrisa.

- No me lo puede creer, tu también- dijo Bellatrix anonadada- ¿Por que todos se empeñan en defenderla?- en su voz se le notaba el enojo.

- ¿Por que eres así?- habló esta vez Electra dirigiéndose a su madre. No la entendía. Sus tías, Andromeda y Narcissa, se habían criado en el mismo ambiente que su madre y eran completamente diferentes. Ellas la habían aceptado tal y como era y lo que no entendía era como su propia madre no podía hacerlo.

- ¿Así como?- dijo Bellatrix sin entender.

- Porque te comportas como una asquerosa sangre pura.

- ¿Asquerosa? Asquerosos son aquellos sangre sucias y todos los que se ajuntan con ellos. Solo son escoria para este mundo que no deberían existir- dijo Bellatrix escupiendo las palabras.

- Pues a esos que llamas escoria son grandes magos. Y con mucho más merito porque ellos vienen de sitios donde la magia supuestamente no existe y que lo hayan aprendido todo por si solos los convierten en los mejores magos que puede tener el Mundo Mágico- le habló a su madre con el tono más frío que pudo haber usado- Así que dirás lo que quieras pero hasta tu sabes que son muy buenos magos. Así que dime, ¿que tienes en contra de ellos?- le preguntó a su madre.

- Eso, que vengan de familias sin magia y todo les salga a la perfección cuando nosotros llevamos años criandonos entre magia, esforzándonos.

Ahora Elecrta lo entendía todo. Lo único que tenia su madre hacia los nacidos de muggles era pura envidia.

- Mira mama, no tienes porque sentirte así. Ellos serán grandes magos, pero en ningún momento dudes en que tu no lo eres. Yo se que tu eres una gran bruja, que hizo cosas terribles si, pero a la vez impresionantes- le dijo con una sonrisa que le fue devuelta por su madre. Aquel momento madre e hija Electra no lo cambiaría por nada en el mundo. Por fin uno de sus sueños se hacia realidad.

- ¿En verdad crees eso?- su hija asintió. Fue en ese entonces cuando Bellatrix comprendió que se había comportado de una manera horrible con su hija- Gracias por todo. Por no juzgarme. Por apoyarme y por aguantar todas mis estupideces- le agradeció a su hija y acto seguido la abrazó. Y por una vez en todo aquel tiempo Electra se permitió llorar. Pero no de tristeza sino de toda aquella alegría que le recorría el cuerpo. Cuando se separaron Bellatrix con su dedo pulgar le retiro todo rastro que habían dejado sus lagrimas. Se giro y vio a su padre mirando a ambas con una sonrisa en su cara.

- Yo también quería disculparme Electra, por todo lo que hice, echo y aré. Siento haberte complicado la vida, siento no haber estado ahí como todo padre, siento haber pensado en mi antes que en ti y siento haberte fallado cantidad de veces- se disculpó esta vez Tom. Una lagrima empezó a recorrer la mejilla del chico y acto seguido abrazó a su hija con todas sus fuerzas, pero esta vez fue Tom quien lloro en el hombro de su hija.

Nadie lo sabia, pero él siempre había querido ser padre. Y ahora se enteraba de que en un futuro lo había conseguido, pero que no disfruto de ese momento ni un segundo ya que el poder lo había cegado por completo. Y en ese momento fue cuando se juro que todo iba a cambiar. Por él, por el mundo mágico y sobre todo, por su hija.

- ¿Hay algo que podamos hacer para compensar todo el daño que te hemos causado?- le dijo Tom a su hija una vez se separaron. Electra lo pensó un momento hasta que se le vino una idea a la mente y solo se atino a asentir.

- ¿Que?- preguntó Bellatrix

- Pedir perdón.

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¡¡¡ Feliz San Valentín !!! 

Espero que pasen este hermoso y mágico día con sus grandes amores literarios. :) ;)

Cambiando el pasado. Mejorando el futuro. (las tres generaciones juntas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora