Adrián Black

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Ron no apartaba su mirada de Scorpius, quien estaba muy asustado ya que no era una simple mirada fulminante sino que parecía la mirada de un asesino en serie.

- Ron deja de mirarlo así- le susurró Harry al verlo.

- No puedo evitarlo. Hurón Oxigenado Junior se metió con mi hija- dijo Ron en el mismo tono que su amigo.

- Lo sé, pero te acuerdas de la niña que te amenazó antes? Pues aún te esta mirando y tiene la varita levantada.

Ron giró su cabeza lentamente en dirección a la mesa de la tercera generación, y efectivamente aun estaba la niña encapuchada ahí de pie y con varita en mano. Obviamente Ron se asustó mucho ya que pensaba que iba a lanzarle un hechizo a él.

- Accio varita- fue lo único que dijo. La varita, la cual fue a parara a las manos de ella, era la de Ron Weasley.

- ¡Eh! ¡Devuélvemela, es mía!- dijo Ron.

- No. Te la devolveré cuando acaben la presentaciones- Ron la miraba estupefacto-. Cada día aprendo algo nuevo de la tía Electra.

- Adoro a esa pequeña- habló Electra, muy emocionada, al oírla decir eso.

- Y ahora quiero que nadie abra su boca porque mi primo va a presentarse- dijo con voz autoritaria la niña encapuchada.

- Que carácter- dijo Canuto.

- ¿Dime a alguna mujer que no tenga carácter?- le pregunto Sirius en un susurro.

Cuando todos por fin callaron un encapuchado se levantó de le mesa de la tercera generación y se posiciono en el centro del escenario.

- ¡Listos para presenciar a un dios griego! ¡Hermosas, preparadas para babear por un hombre de verdad!- gritó de forma demasiado arrogante, haciendo que las mujeres rodaran los ojos y que los hombres sonrieran por la actitud del chico.

Dejo caer su capa al suelo dejando a casi todo el sector femenino y un pequeño grupo del masculino con la boca ligeramente abierta de al impresión. Aquel chico era jodidamente atractivo. Cabello corto de color negro, ojos extremadamente azules, haciendo resaltar a kilómetros su mirada, tez blanca, un perfecto cuerpo trabajado a la perfección, altura considerablemente buena y una sonrisa perfecta en donde enseñaba sus perfectos y blancos dientes. Los que no estaban hipnotizados con su indudable belleza pudieron apreciar el parecido que compartía este chico con Cygnus, quien sonreía en dirección a él.

- No esperaba menos con sus reacciones- dijo el chico al ver la mirada de algunas chicas-. Que luego no se diga que no avisé- terminó de decir, guiñándoles un ojo a todas, sacando sonrisa divertidas por parte de los hombres.

- No sé como tu novia puede permitir que flirtees con las demás chicas- habló Agus.

- Dejalo que disfrute Agus- dijo una encapuchada-. No sabe lo que le espera después- dijo de forma siniestra haciendo reír a la chica y asustando al chico quien le mando un beso rápidamente al oír eso.

- Chico te tienen dominado- le dijeron todos los hombres.

- Pues como a ustedes- les respondieron todas la mujeres.

- Bueno con su permiso voy a presentarme que se nos hace tarde- habló el chico-. Soy Adrián Thomas Black McKinnon, segundo hijo de Regulus y de la hermosa Marlene Black, de soltera McKinnon- terminó guiñándole un ojo a su progenitora.

- ¡Felicidades!- dijeron al unisono Lily y Electra.

- Gracias por darme otro sobrino futura señora Black- dijo Sirius alegre, pero con una sonrisa traviesa a Marlene quien le propino un fuerte pisotón debajo la mesa.

- Deja de molestar Black- gruñó la rubia.

- ¿Porque? Sino he dicho nada malo- se defendió Sirius fingiendo inocencia, algo que nadie le creería ni en mil años. Marlene lo fulmino con la mirada y después se giró en dirección al escenario en donde estaba su futuro hijo mirándolos con una sonrisa divertida.

- Mama y tío Sirius nunca cambiaran- dijo Adrian, negando con la cabeza aún sonriendo, al igual que los demás de la tercera generación, Cornamenta, Lunático, Remus, Lily, Frank y Alice quienes conocían la relación de estos de sobras-. Bueno, tengo 18 años al igual que los anteriores que se han presentado. En mi tiempos en Hogwarts fui un orgullos león- la mesa de los valientes estalló en aplausos junto con su familia-. Mis clases favoritas fueron DCLAO como a la mayoría y Cuidado de Criaturas Mágicas. Jugué a Quidditch como cazador- los amantes de aquel deporte aplaudieron.

- ¿Soy yo o los hijos de tío Sirius y tío Reg solo juegan en la posición de cazador?- habló Electra. En ese instante todos cayeron en cuenta hasta los mismísimos hermanos Black.

- Nos gusta- respondieron, Brigette, Beverly, Orion, Cygnus y Adrian, sin más encogiéndose de hombros.

- Tampoco fui prefecto ni premio anual, pero tenia buenas notas así que mamá no pongas esa cara- dijo el chico al ver la cara de enojo de su madre-. Creo que se me olvido decirlo antes, pero también me gusta Pociones y he empezado a ayudar a papa en su clases ya que en un futuro me gustaría ser profesor de Pociones- Regulus le sonrió a su hijo contento de que quiera ser igual que él de mayor- Mis mejores amigos son Alexander y los gemelos Scamander, aunque parece que no se acordaban de mi- dijo este fingiendo un sollozó.

- A ver amigo mio, no podíamos decir quien eras- dijo Lorcan.

- Y hace dos días ni siquiera existías, así que no nos puedes culpar- habló esta vez Lyssander.

- Ya claro, solo ponen excusas- Adrián seguía con su entretenido teatro.

- Ya deja el drama Black, cada ves te pareces más a mi hermana- le dijo Alexander divertido. Los de la segunda y primera generación creía que se refería a Madison, Elieen o a Nadia, pero era a la hermana pequeña de ellas.

- Mis padrinos son tío Draco y tía Tonks.

- Muchas gracias a los dos- agradeció el rubio a su tío y a la futura mujer de su tío. Ellos le sonrieron en respuesta.

- ¡Muchas gracias tío Reg y tía Mar!- agradeció una muy alegre Tonks abrazándolos a ambos.

- De nada- dijeron Regulus y Marlene con una sonrisa.

- ¿Y es que todo el mundo me va a llamar Mar?- preguntó Marlene cansada de ese sobrenombre.

- Es que es mucho más bonito y más rápido de decir- se defendieron todos haciendo que Marlene se resignara.

- Tranquila señorita McKinnon, la comprendo. Yo también sé lo que se siente cuando te llaman por un sobrenombre que no te gusta- habló McGonagall mirando mal a los de la tercera generación pero sobre todo a Los Merodeadores.

- Oh vamos Minnie, debería sentirse especial- respondieron todos divertidos.

- Bueno y por ultimo, pero no menos importante, aunque ya lo sabrán tengo novia a la que quiero mucho y que no quiero que me regañe porque da miedito enojada- terminó de decir rápidamente haciendo reír a todos y bajo del escenario yendo a saludar a su familia.

Cambiando el pasado. Mejorando el futuro. (las tres generaciones juntas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora