El siguiente día fue mucho mejor.
Harry salió de la comisaría con una sonrisa plasmada en su rostro. Al parecer, ir al hospital justo después de los hechos fue la prueba necesaria para empezar con la búsqueda de James Queen, por lo demás, la declaración de Sarah ligada a la mía fue la sentencia conclusiva de unos considerables años tras las rejas.
―He agilizado el tiempo. Me avisarán cuando lo encuentren ―comentó, tumbándose en el diván de la sala de estar en el edificio de las chicas. Me cuestioné si todos los contactos que tenía eran gracias a su padrastro o si su naturaleza sociable obtenía tales conexiones.
La tarde nos alcanzó cuando Sarah arribó a la academia junto a sus padres. Las chicas y yo nos encargamos de meter en una maleta lo fundamental para la muchacha y la madre de Sar bajó del vehículo para recibirnos con una sonrisa de gratitud en el rostro pues, su hija estaba acurrucada en el asiento trasero sin ambiciones de entrar al huracán de ojos de los estudiantes de Melbourne.
―Buenas tardes, señora Gallagher. ―Saludó mi prima con un abrazo, apartándose para que Maggs le entregue la valija con la portátil y demás requisitos de la blonda.
Ella nos tuvo a la mira con un tono cordial. ―No puedo expresar lo agradecida que estoy con ustedes, chicas. Son unas ternuras. ―Acogió nuestras manos entre las suyas antes de pescar la maleta y retirarse para contemplarnos con un segundo pensamiento―. Y con los hermanos Styles por la mano que le ofrecieron a mi hija. Den mis saludos a todos.
―Les haré saber. No querían que Sar se sintiera asfixiada con tantas personas alrededor ―dije en explicación a la ausencia de los mencionados―. Pero todos desean darle el hasta luego a Sarah con la promesa de estar aquí cuando se sienta preparada para volver.
Nos proporcionó otro apretón porque el hábitat de los Gallagher era la del cariño garrafal, hasta que se distanció y recobró la compostura por unos segundos. ―Le avisan a Freddie cuando la policía lo tenga en sus manos, por favor. ―Las tres asentimos y la madre apretó los labios con entendimiento cuando se despidió en silencio y emprendió camino hasta el automóvil. Sonreímos a Sarah desde nuestra posición, ondeando las manos y percibiendo la mirada de la muchacha sobre nosotras a través del cristal; puede que sea un deslumbramiento de mi parte, pero por un segundo pude admirar el resplandor de su dentadura en una sonrisa pequeña mientras la mano derecha se afirmaba contra el vidrio en una muestra de su despedida.
―Vuelve pronto. ¡Te queremos! ―exclamó Maggs con sus ojos sobre la rubia, sin perder de vista al auto que se alejaba por el camino de California hasta la casa de sus padres y mi prima apoyó su cabeza en mi hombro con un suspiro reventado. Escuchando en la distancia el oleaje del mar, situé mi mano sobre el hombro de Osborn hasta que la figura se desvaneció completamente.
Con anhelo, la próxima vez que viésemos a Sarah Gallagher conseguiríamos ceñirla en nuestros brazos sin que rechazara el toque.
Fue a las 20:07 horas cuando Styles tomó la llamada del conocido que tenía en la oficina policial, pretendiendo sonar competente cuando su rostro estaba repleto de fuegos artificiales jubilosos. Al cortar la llamada, giró hacia nuestros semblantes curiosos y alzó los brazos frente a los compañeros que le tenían estima a la joven. ―¡El bastardo está encarcelado! ―El sonido de consuelo empantanó la sala de alumnos de último año, siendo presionada por el apretón regocijado de Patrick al momento que rodeó mis hombros y atendí a la risa que no oí por días.
―Siento que puedo respirar de nuevo, fea. ―Lo percibí señalar, incitando que sonría con la misma placidez entre tanto despeinaba las hebras taheñas de su cabello―. Me hace sentir un poco más esperanzador ante la humanidad, ¿no lo crees? Ahora que todo comienza a remediarse con pasos de bebé, quiero comer pastel para retomar mi actitud asombrosa aunque me resulte un poco complicado.
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Dating Who
FanfictionAileen Parker estaba al tanto de que frases como «su toque me electrizaba» no tenía nada que ver con sentimientos apasionados, más que simple física y química. No pecaba de ignorancia sobre las mariposas que tantos adolescentes juraban sentir en sus...