Capítulo XXI: Ritos de iniciación.

13.8K 1.2K 290
                                    

―¿Banda favorita?

―Quizás me vaya por Heartless Bastards ―Le dio un trago a su bebida, observándome con una ceja alzada― ¿Tú?

―Es una pregunta difícil ―Hice una mueca, mirando hacia mis botas militares con expresión de concentración― ¿Vampire Weekend, tal vez? No lo sé ―Alcé la barbilla, captando sus ojos― ¿Video musical favorito?

Patrick sonrió de medio lado, recostándose nuevamente contra el árbol antes de cruzarse de brazos justo como si deseara poder dormir sobre el césped―. «All Those Friendly People» de Funeral Suits.

―Eres tan jodidamente raro.

―Habla la chica con una camiseta de aliens.

―Habla el chico con una camiseta de Boggarts.

Touché, amiga mía.

Reí. ―Bueno. El mío sería «Needing/Getting» de Ok Go. ¡Es tan ―Intenté buscar la palabra correcta, frunciendo el ceño― artístico! Tan único pero al mismo tiempo simple. Como si la ciencia y el arte hubiesen tenido un bebé ―Hablé tan emocionada que Patrick carcajeó―. Realmente son solo ellos cantando acústico en un auto, pero no quiero hablar de cuánto debieron gastar en hacerlo. Y la publicidad subliminal es terrible. Pero no me importa, solo estoy feliz de que lo hayan hecho.

―Nunca lo he visto.

―¡Algún día te lo enseñaré!

―¿Estás coqueteando conmigo, Aileen?

―Ya quisieras, Patrick.

Ambos soltamos carcajadas, conmigo acariciando con mi pulgar las gotas frías que había en mi vaso mientras miraba entretenida al suelo. Patrick sugirió ir a conseguirnos unas bebidas que no tuviesen alcohol para sentarnos y conocernos mejor, por lo que nos encontrábamos sentados en mi punto inicial poniéndonos al día y solo hablando, como personas cercanas a lo normal.

Así que esto es lo que he resumido: es gay como un sangriento árbol de Navidad, y sus padres son extremadamente católicos por lo que rechazan la idea de él besándose con cualquier chico que pudiese llevar a casa. Los amigos de ambos son personas que asisten a la iglesia todos los días, a todas horas, así que sus padres también sienten vergüenza de que puedan encontrarlo por la calle en fechorías con cualquier muchacho, lo que ocasiona que envíen al pelirrojo hasta la academia Melbourne para que recapacite sobre sus hormonales ideas.

Justo como una película dramática.

―Así que, Aileen Parker, Sylvia Plath de nuestra generación, ¿qué piensas hacer cuando te gradúes este año? ―Continuó con su pregunta, haciéndome reír con sarcasmo mientras negaba con mi cabeza.

Suspiré, soplando el flequillo de mi frente.

―Posiblemente comer mis palabras hasta morir.

―Interesante.

Yo reí, encogiéndome de hombros―. Solo deseo conseguir la beca en la NYU para así poder estudiar lo que quiero hacer con mi vida ―Apreté los labios, encogiéndome de hombros―. Por supuesto que tienes que pasar al siguiente nivel de amistad, el cual es amistad cercana, para poder contarte cuál será la carrera que llevaré a cabo. ―Sonreí satisfecha, volviendo a observar al montón de estudiantes que no estaban conscientes de que mañana sería un día de clases normales mientras le daba un trago a mi soda.

―No es justo ―Resopló el muchacho, negando con la cabeza―. Yo te digo sobre mis orientaciones sexuales, y tú no puedes decirme sobre tu orientación profesional. ―Alzó las manos para darle más dramatismo, antes de resoplar―: ¡Ni siquiera es una pregunta personal!

Dating WhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora