Capítulo bonus VII.

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Capítulo bonus VII: Adaptación.

Punto de vista de Aileen.

—¡Te dije que dejaras la jodida tapa del inodoro abajo! —Entré a la habitación como un torbellino destrozando a su paso.

Harry pasó sus manos sobre su cabello, a punto de arrancarlo como un salvaje cuando exclamó de vuelta con sus ojos somnolientos. —¡No es algo que pueda evitar, Aileen! Como cuando dejas el plato en el fregadero.

—¡Es totalmente distinto! Harry, caí dentro del inodoro. Caí dentro del jodido inodoro porque no puedo ir al baño a las tres de la madrugada sin ser tragada por él, porque mi novio no puede mover un dedo para bajar la jodida tapa cada vez que va al jodido baño. ¡Y no es la primera vez que te lo digo!

El castaño soltó un bufido que sonó más bien como una risa histérica, girándose en el colchón para verme con incredulidad. —¿Es distinto? ¡Aileen, siempre tengo que lavar la losa que dejas porque no puedes mover un jodido dedo para echarle jabón a tu plato!

—¡No es tan asqueroso como caer dentro del lugar donde hacemos nuestras necesidades, Styles! ¡Despierto en medio de la noche para hacer pipí y lo siguiente que noto es que mi trasero está rodeado de cerámica! ¿¡Es gracioso para ti!?

Los ojos de Harry centellearon chispas contra los míos, aparentemente perdiendo la paciencia hasta que decidió tomar un poco de calma y se sentó con la respiración agitada. —Baja la voz. Vas a despertar a los vecinos.

Yo no pude serenarme tan fácil. Deseé hacerlo, pero no pude.

En su lugar, me crucé de brazos y eché humo por las orejas mientras resoplaba sonoramente. —¡Oh, tal vez no podríamos despertarlos con nuestros gritos si hubieses bajado la tapa del inodoro en primer lugar!

—Necesitas bajarle un poco a tus gritos. —Harry repitió, remangando su suéter de dormir ligero al apretar los dientes con cierta tensión—. No voy a hablar contigo hasta que te calmes.

El muchacho no se dio cuenta de que acabó por desatar una bomba, porque eso me enojó mucho más y si antes soltaba humo por las orejas, ahora lo hacía hasta por la nariz. —¡¿Hasta que me calme?! ¡¿Has pensado que la razón por la que no estoy calmada es porque estoy cabreada contigo?! ¡Vamos a solucionar esto ahora mismo, Edward!

—¡No estamos comunicándonos, Aileen, solo estamos gritándonos el uno al otro sin llegar a un acuerdo! —Dijo Harry Styles, el hijastro perfecto que hacía presencia de su característica de líder, cuidadosamente enseñada por su preciado padrastro corrupto—. ¿Sabes qué? Mejor me voy a dormir en la sala.

Doblé mis brazos con furia, presionando los labios en una línea firme cuando exclamé con indiferencia. —¡Bien!

—¡Bien! —Él me replicó con la misma intensidad.

Y yo mordí el labio inferior y contesté de vuelta: —¡Bueno!

—¡Bueno! —No se pudo quedar sin ser el último en hablar. Tch.

Eché a andar a la cama con un humor de perros, cerrando la puerta del baño de un solo golpe antes de tumbarme en el colchón con un puchero enfurruñado. Entonces, me puse a observar el techo por más o menos cinco minutos, intentando dormir con el recuerdo de la pelea fresca en mi memoria mientras me cambiaba de posición para ver si me ayudaba un poco.

«Es un imbécil. Es la decimoquinta vez que le digo que baje la tapa y nunca me hace caso.»

Me giré con arrugas en la frente de solo pensar en su molesto rostro, apretando las sábanas con ganas de estrangular algo —o alguien— al reproducir sus palabras una y otra vez en mi cabeza sin un ápice de control. Entonces, noté el vacío en el lado derecho de la cama, lo que causó que todos los pliegues se disiparan en un segundo para transformarla en una expresión más cercana a la tristeza. Después de todo, el pensamiento de que el muchacho estaba durmiendo en una posible incomodidad agujereó de preocupación todo mi organismo.

«¿Será que le llevo su almohada? Tampoco debe tener una manta para abrigarse. ¿Y si está pasando frío?»

Intenté mantenerme en la habitación con el pensamiento de que si el muchacho necesitaba algo, lo buscaría, pero después de quince minutos decidí que era demasiado orgulloso para hacer eso.

Suspiré.

«Bien. Voy a llevarme las cosas sin que se dé cuenta y me voy a regresar». Después de cinco segundos siguió sonando como un plan sólido, por lo que me levanté con cuidado de no hacer ruido y mordí mi labio inferior. «¿Estará dormido?» Escuché sonidos de movimiento en el sofá y me paralicé en el marco de la puerta, cerrando los ojos con fuerza. «Por favor, estate dormido». Eso no pasó, porque seguí escuchando movimientos en el lugar donde debía estar mi novio y fue ahí cuando mis alarmas se activaron al escuchar el sonido de Harry frotando sus brazos y castañeando los dientes.

—Calefacción de mierda. —Lo oí murmurar luego.

Y eso fue todo, salí tan rápido como un torpedo hasta la sala y el castaño se sentó con rapidez en el sofá debido al sonido de mis pasos apresurados. Ambos nos observamos por unos segundos de silencio hasta que me acerqué con la manta hasta donde estaba y la enrollé alrededor de sus hombros para darle calor, sentándome en frente de él para hacer que entre en calor.

—Lo siento —dijo Harry después de unos segundos, mirando cómo frotaba sus manos con las mías en silencio hasta que se decidió por romper el hielo—. ¿Todavía estás enojada conmigo?

Suspiré y negué con la cabeza. —No, fue una estupidez.

—No lo fue. —El chico negó con la cabeza y apretó los labios—. Pasar frío en la sala por quince minutos mientras tu novia está por su cuenta en la habitación hace maravillas para que recapacites, pero te prometo que intentaré recordar bajarla, Bunny Bear; aunque debo admitir que lo que hizo que se me fuera el enojo fue que te imaginé como una abeja en nuestro inodoro.

El imbécil tuvo la intrepidez de reírse en mi cara con soltura.

—Muy chistoso, Harry. —Le saqué la lengua porque afortunadamente para él, sabía reírme de mí misma después de una situación tan absurda como esta, no obstante, fue mi turno de verlo con diversión—. ¿Y ahora es mi turno de decir que voy a lavar mis platos o podemos dejarlo hasta aquí?

Colocó su mano en mi cadera, acercándome a él para arroparme con la manta y tenerme en su regazo cuando puso una cara de seriedad sarcástica que me hizo sonreír automáticamente. —Oh, sí, no te preocupes. Mis dedos pueden soportar todas las arrugas que quieras.

—Gracias a Dios. —Reí cuando el muchacho me envió esa mirada de «te voy a besar» y yo sonreí, enviándole la mirada de «te estoy esperando» hasta que sus labios se conectaron con los míos y mi novio se recostó para jalarme más arriba de él, enredando nuestras piernas debajo de la frazada mientras acariciaba el rostro del chico debajo de mí y no nos separábamos de los labios del otro por otro par de segundos—. Te amo.

—Te amo más. —Me sonrió, pegando su nariz con la mía y siguiendo con los besos.

Él se echó a reír durante unos segundos cuando me separé de su rostro y lo miré con una ceja alzada. —¿Quieres discutir por eso también, cariño? Porque me apunto para eso si tú lo haces. Solo házmelo saber.

—Eres tonta. —Fue lo último que dijo él antes de besarme de nuevo.

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i wAAAANT ADVENTURE IN THE GREEAT WIDE SOMEWHEEEERE, I WANT IT MOORE THAN I CAAAAN TEEELL... okay, hear me out: ahora mi cabeza canta ese pedacito del TV spot de Beauty and the Beast y asdfgghklñ, like, i fREAKING LOVE EMMA WATSON. ESO ERA TODO LO QUE TENÍA PARA DECIR, JAJAJA... ¡Un poco de tensión + adorabilidad Haileen para empezar el año con cuteness! Que no todo es felicidad después del epílogo y lol, las peleas son inevitables y mÁS CUANDO ERES HAILEEN... pero oshe, que las peleas siempre traen algo bueno después, JAJAJA. (Y hablo de besos, pol Dioj). Feliz año 2017, chiquibeibes. Que sea un año lleno de buenas cosas y bendiciones para todos bc i love y'all... y que este año la SAS pueda publicar su libro finalmente, por favor y gracias, @Dios, lol. ¡Nos leemos!

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