Capítulo bonus IX: Feliz cumpleaños, Harry.
Punto de vista de Sarah.
Tomé el abrigo del perchero y sonreí a mi reflejo. Era de Ralph Lauren.
—Luces tan fabulosa como siempre, Sar —me dije con una risita y rodeé mi cuello con una bufanda que iba a juego con el atuendo. El blanco y negro siempre era acertado para cada ocasión.
Me despedí de mis amigas en el pasillo y bajé hasta las frías calles de Nueva York. La tarde anterior había caído un poco de nieve y ahora cada cosa que podía ver en la vívida calle de la ciudad que nunca duerme, estaba cubierto por una suave capa de blanco. Me hacía sentir como en las películas que veía de niña, ver las huellas que dejaban mis pisadas y saber que en California no pude ver algo como ello ni en Alabama, que era algo más bien raro. Hacía que me sintiera como una niña de nuevo.
Solté una risa, pensando que era infantil en más de un lado.
—Estoy segura de que le gustará los regalos. —Pensé. Bien que uno era una camisa de botones de última moda porque alguien tenía que deshacerse de las camisas de viejo que estaba usando el muchacho; la última que le vi usar, una atrocidad de color marrón y amarillo mostaza, me dejó tan desorientada que Aileen se carcajeó en la cara de Harry por dos horas.
Los otros dos regalos valieron los 36$ que me costaron.
Era el primero de febrero, lo que significaba que era el cumpleaños de Harry. Lamentablemente no todos los chicos pudieron viajar hasta Nueva York para pasarlo con él, pero estaba segura de que ya había recibido la felicitación de la mayoría. Su madre y hermana habían viajado desde Florida junto a los padres de Aileen y su hermano, además de Paz y Niall, que decidieron tomar un pequeño vuelo hasta Nueva York durante un par de días antes de regresar a la universidad. Iba a ser una reunión pequeña, algo de familiares y amigos íntimos, por lo que me iba a asegurar de que los chicos cantaran junto a nosotros frente a las velas con la bendición de la tecnología.
—¡Gallagher está aquí! —Canturreé cuando toqué el timbre.
—¡No hay nadie! —Escuché la voz de Aileen de vuelta, viéndola con una sonrisa burlona cuando abrió la puerta con otra por su cuenta.
—¿Dónde está el cumpleañero? —La abracé con una sonrisa burlona y eché un vistazo al lugar con las cosas en mi mano. Pude ver que todo lucía como que su familia acababa de llegar al departamento, pero no había rastro de Harry Styles por ningún lado—. No me digas que se está vistiendo después de recibir tu regalo. La fiesta era a las 7 p.m., Pukie.
Tuve que reír cuando la chica me dio un empujoncito con la cara colorada, pero me dejó pasar adentro. Saludé a los que estaban presentes y me senté en el sofá de la sala mientras le aceptaba un trago a Paz, entonces chequeé el lugar y sonreí al saber que había ayudado a mi amiga a comprar gran parte de la decoración del cumpleaños. Claro que la torta era cortesía de sus madres, un encargo especial para el chico que iba a cumplir un año más de vida.
—¿Cómo te trata Juilliard, Sarah? —Me preguntó Aaron y por un momento recordé los momentos en los que solía molestar a Pukie con lo apuesto que era su hermano mayor. Sonreí, sabiendo que su apariencia solo parecía mejorar con los años y que de todas formas el muchacho estaba más que tomado.
Bebí un poco de mi vino y respondí. —Bastante bien, ¿y a ti la FSU?
—Con planes de graduarme pronto —dijo y me sorprendí por la rapidez con la que pasaba el tiempo. Era como si después de los veinte, la vida empezaba a acelerarse en una especie de desenfoque atropellado. Todo ocurría tan rápido que a duras penas daba tiempo para sentirlo—. Ya que Arya recibió una oferta de trabajo aquí, estamos viendo si nos mudamos juntos después de eso.
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Dating Who
FanfictionAileen Parker estaba al tanto de que frases como «su toque me electrizaba» no tenía nada que ver con sentimientos apasionados, más que simple física y química. No pecaba de ignorancia sobre las mariposas que tantos adolescentes juraban sentir en sus...