S e s e n t a y c u a t r o

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POV Camil

Había abordado él tren hace unos minutos, ya iba de camino a la cuidad vecina.
Miraba por la ventana, las gotas de lluvia al caer, notaba que él cielo estaba triste, así como yo. Siempre he creído que la lluvia cae por que al cielo le rompieron él corazón. De ser así, diría es muy fuerte, ha sobrevivido tantas veces.
No quería seguir pensando en Ían y en lo que posiblemente esté haciendo ahora ¿se habrá dado cuenta que me fui? ¿habrá vuelto a mi casa? ¿Erin ya le habrá contado todo?
Daban las 11:48 de la noche y mis preguntas eran más que hace unas horas, preguntas sin respuesta alguna.
Pensaba seriamente dejar de pensar, pero eso era imposible.

El reloj marcaba las 12:16 de la madrugada cuando por fin llegué a la estación del tren de la ciudad vecina. Me ayudaron a bajar mis maletas y emprendí él viaje al departamento de mi prima en taxi.

POV Ían

Johanna tenía razón al decir que Camil se había ido, fui a su casa y no estaba ella, ni sus cosas.
Me estaba volviendo loco esta situación, era completamente desesperante no saber él por qué Camil estaba así.
¿Qué fue lo que ocurrió para que ella decidiese irse?
¿Alguien más aparte de Johanna y Avril sabrán donde está Camil?
¿Qué fue lo que hice mal si estábamos tan bien?
No me había detenido a pensar en todo esto detenidamente.
Quería llamarla, quería oír su voz, pero cada que llamaba me mandaba directo al buzón.
Mi celular había desaparecido y necesitaba utilizar WhatsApp.
¿Acaso Erin o Skyler sabrán donde se encuentra?
¿Si yo fuera Camil a donde me iría?
¿Como fue que Johanna y Avril saben que Camil se fue?
Quería respuesta a mis preguntas, y para obtenerlas debía ir a casa de Erin a preguntarle donde está Camil.

POV Camil

Había llegado finalmente al apartamento de mi prima, toqué él timbre y a los pocos segundos, mi prima muy sonriente apareció, me abrazó y me saludo invitándome a pasar.

—Oh, Cielo me alegra que hallas venido.

Ella al verme detenidamente se percató de que algo andaba mal en mi.

—¿Te encuentras bien Cami?

Por alguna extraña razón probablemente genética tenía ese, no sé si llamarlo don o manía de no poder esconder mis emociones, como me sentía por dentro realmente. Se notaba en mi rostro, en mi forma de hablar y de expresarme, posiblemente hasta en la forma de respirar y de caminar.

—Sí, estoy bien —sonreí

—Bueno siéntate Cami ¿vienes a ocupar él apartamento por lo que veo?

—Si, quería cambiar mis...horizontes

—Me alegro por ti Cami. Bueno, ten —me entregó las llaves del apartamento—. Debes estar cansada por él viaje hasta acá, él apartamento está limpio y listo para ocupar. De la renta hablamos mañana.

—...Gracias Lauren, en verdad, gracias por recibirme aquí, la verdad no sé que hubiera hecho de no ser por ti, no tendría a donde ir en este momento.

—Somos familia Cami, debemos apoyarnos —sonrió de oreja a oreja—. Bueno Cami, te ves cansada, anda a dormir.

—¿Dormir? No creo poder dormir hoy con todo lo qué está pasandopensé

—Está bien —tomé mis maletas—. Buenas noches, Lauren

—Descansa

Cerré la puerta al salir, metí la llave en él apartamento de a lado que era él que iba a ser él mío desde hoy.
Al entrar, me percaté de lo pequeño que era, pero cualquier cosa está bien para mí, lo único que yo quería era alejarme de Ían, y ahora por fin estaba aquí. A cientos de kilómetros de él.
Decidí encender él móvil para llamar a Erin y saber como andaban las cosas por allá.

El Fantasma de mi WhatsAppDonde viven las historias. Descúbrelo ahora