El Fantasma de mi WhatsApp

C u a r e n t a y u n o

POV Camil

Me desperté a las 11 de la mañana, seguía aún en la  sala, me dolía la espalda. Creo qué dormir en él sofá no es una de las mejores ideas. Aunque parezca algo romántico, francamente él dolor de espalda al día siguiente no lo es.

—Ían —le llamé.

No sabía sí se había ido anoche justo cuando me quedé dormida o sí se había quedado dormido aquí. No lo veía por ninguna parte. Decidí buscarlo por la casa.

—Ían —le llamé por segunda vez al entrar a la cocina.

Y oh sorpresa, ahí estaba.

Al percatarse de mi presencia se giró y esbozó una sonrisa.

—Buenos días pequeña ¿Como amaneció mi niña dormilona?

—Bien, gracias Ían —me senté en la barra y tomé una manzana—. ¿Dormiste aquí anoche?

—Sí pequeña, no podía dejarte sola.

Me percaté qué estaba cocinando algo.

—¿Qué cocinas?

—Él desayuno, debes de tener mucha hambre.

—Pues la verdad sí

—Espero te gusten los waffles con frutos rojos y nutella.

—Me fascinan —lo abracé por detrás.

—¿Un café para la señorita?

—Si, con dos de azúcar por favor —reí.

Me senté en la mesa.

—¿Ya es hora de comer? —pregunté impaciente.

—Sí pequeña, espero te gusten —se sirvió dos waffles y café.

—No solo eres un fantasmita muy protector, si no que también sabes cocinar —comencé a comer—. Y muy bien por cierto —dije al pasar él primer bocado.

—¿Hablas de qué soy como un fantasma qué es tú guardaespaldas de noche y tú chef en el día?

—No lo había pensado, pero sí

—Y puedo ser mucho más qué eso si tú así lo quieres —besó mi mano.

—Me sonrojas.

—Lo sé Camil, lo sé.

No entendía bien el por qué un hombre como el era así conmigo. No sentía merecerlo, en cierto modo sentía tenerlo todo, y ese "todo" ¿Qué tal sí algún día se convertía en nada? No soportaría tenerlo para después perderlo. Y entre más tuviera, más dolorosa sería la perdida.

[Nota de la autora]

No podía dejarlos sin actualización el día de hoy.
Les saluda una escritora enferma.

—SzaraNutella.