C i e n t o t r e i n t a y n u e v e

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POV Johanna

Finalmente llegamos a la casa de Ían, toqué la puerta como loca.

—¡Ían, Ían, Ían, Ían, abre!

Abrió al fin.

—¿Qué quieres aquí Johanna, por qué... —dejó de mirarme para ver a Matthew—. ¡¿Otra vez usted?! —alzó la voz

—Calma Ían, tenemos algo importante qué decirte —dijo Matthew

—¡Secuestraron a Camil! —exclamé

—¡¡¡¿¿¿Qué???!!!

—Sí, pero descuida se quién fue

—¡¿Quién?!

—Avril, ella me contó qué era lo qué iba a hacer, iba a secuestrarla y luego la iba a enviar por correo a Egipto en una caja.

—¡¿Qué, pero como es eso posible?!
—Ían, tienes qué hacer algo, Avril se ha vuelto loca, está completamente desquiciada —exclamé histérica

—¿Sabes en dónde la tiene?

—No, eso no me lo dijo, pero sí me dijo qué la llevaría a la oficina postal hoy

—Tengo una llamada espera —dijo Ían

Al parecer era Erin, quizá ella vio cuando Avril se la llevó. Al poco tiempo colgó.

—Era Erin, me dijo lo mismo qué ustedes, ella vio cuando se la llevaron en un coche. Acaba de llamar a sus padres y ellos llamaron a la policía. Ya están buscando a Camil.

Me puse a pensar a donde pudo haberla llevado, luego recordé qué una vez cuando éramos más jóvenes me llevó a una casa abandonada, recuerdo qué me dijo que iba mucho ahí, tal vez Avril esté ahí con Camil.

—¡Ya sé donde puede estar! —exclamé

—¿Donde?

—Bueno, hace mucho me llevó a una casa abandonada, a la cuál ella iba mucho, no sé por qué pero puede estar ahí, está a las afueras de la ciudad

—Pues vamos, llamaré a Erin en él camino para qué llame a los padres de Camil

—Vamos

Fuimos en él auto de Ían rumbo a la casa donde podría estar Avril con Camil, solo espero qué al llegar no sea demasiado tarde.

[...]

POV Ían

Finalmente habíamos llegado después de horas de camino, estábamos a lo lejos de la casa, nos bajamos del auto para continuar él viaje a pie.

—Espero qué estén ahí —dije

—Ían hay qué tener cuidado Avril puede estar armada o algo —dijo Johanna en tono preocupado

—Tienes razón, lo mejor será llamar a la policía —dijo Matthew

—Bien, yo lo haré —dijo Johanna

Finalmente logramos acercarnos lo suficiente a la casa, estaba cerrada por todos lados y no había modo de entrar. Esto comprobaba más mi teoría de qué ellas estaban ahí dentro. Él tiempo corre, no podíamos perder más.

El Fantasma de mi WhatsAppDonde viven las historias. Descúbrelo ahora