El Fantasma de mi WhatsApp

S e s e n t a y c i n c o

Llamada entrante de Cami...

—¿Hola?

—Ya llegué acá con mi prima ¿hay alguna novedad?

—No hasta ahora ninguna

—Está bien, oye

—Dime

—Necesito que hagas unas cosas por mi mañana, ya que yo estoy acá y tú estás allá

—Claro ¿que necesitas?

—Mira necesito que busques a alguien de bienes raíces

—¿Para qué?

—Si lo encuentras le llamas y le das la dirección de mi casa, encárgate de recibirlo, estaba planeando vender esa casa.

—¡¿Qué?!

—Eso mismo, ya que lo contactes, cualquier papeleo que se necesite lo encontrarás en los cajones de mi habitación, allí están las escrituras a nombre de mi madre, entre otras cosas

—Veo que ya no volverás nunca a está ciudad

—No digas eso, claro que iré a verte. Te visitaré lo prometo

—¿Y a Ían?

—Ahora que lo mencionas, te pediré una última cosa. Qué por favor, nunca, jamás, le vayas a decir a Ían ni a nadie en donde me encuentro

—Pero...yo no puedo cumplir eso, sabes bien que Ían me buscará y me preguntará donde estás hasta él cansancio.

—Ese es su problema, él jamás lo sabrá

—Lo haré con una condición

—¿Cual?

—Tu me tienes que prometer que tarde que temprano volverás a vivir a esta ciudad

—Volveré cuando yo ya halla superado a Ían completamente ¿de acuerdo?

—Trato hecho, pero ¿y tu casa entonces?

—Eso sigue en pie, necesito él dinero de la venta para vivir acá una temporada y empezar la escuela aquí

—¿No crees que estás llevando todo esto muy rápido y demasiado lejos? Piénsalo Cami, todo lo que estás haciendo por un simple chico, no era necesario que hicieses todo esto, con ignorarlo bastaba

—Lo único que quiero es olvidar y superar

—Pero no de esta forma

—Solo hago lo mejor para mi, me alejo de lo que me lastima

—Sabes, ahorita a esta hora no te haré entrar en razón, mejor discutamos esto ya que estés más calmada

—Bien, debo irme

—Yo iré a ver quien toca él timbre, cuídate Cami. Chao

Llamada Finalizada

POV Ían

Toqué él timbre de la casa de Erin incontables veces hasta que por fin me abrió la puerta.

—Ían ¿qué haces aquí a está hora?

—Vine, por que ya no lo soporto más, necesito saber donde está Camil —dos lágrimas salieron de mis ojos—. Necesito saber si está bien...por eso vine, tú más que nadie debes de saber donde está, anda, dímelo.

—Ían yo... —tragó saliva—. Lo siento, pero...yo no sé donde está Camil, no me lo quiso decir cuando se marchó

—¿Podrías prestarme tu teléfono? Debo llamarla

—No tiene caso Ían, lo mejor será que vayas a tu casa a descansar

—Si sabes algo de ella, no dudes en avisarme por favor

—Lo haré Ían, no te preocupes

—Gracias, ya debo irme

—Chao Ían