C i e n t o v e i n t i c u a t r o

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POV Avril

Finalmente aparecieron Johanna y Matthew después de esperarlos por casi una eternidad. (Ok, de hecho fueron menos de 10 minutos)

—Ya estamos aquí Avril

—Vaya, se tardaron

—Solo diez minutos

—Bien, pasemos a lo qué sigue —me giré a ver a Matthew—. Matthew, tengo entendido qué quieres venganza en contra de Ían ¿No es así? Y no me preguntes como lo sé

—Sí, quiero venganza

—Bien ¿Y no te gustaría comenzar ahorita?

—¿Y como?

—Escucha —le entregué un teléfono celular—. Desde esté teléfono vas a llamar al único número qué se encuentra registrado en la agenda de contactos, qué es el de Ían

—¿Qué más?

—Vas a llamar a Ían, y le vas a decir qué eres del departamento de bomberos de la ciudad, y además le dirás qué su casa se está incendiando.

—¿Y esto es para...?

—Para comenzar dándole un buen susto, cuando llegue a su casa sabrá qué fue mentira, captará el mensaje qué le quisiste dar a entender, qué lo tienes en la mira

—...Uhmmm...

—Verás Matthew, voy a ser directa contigo, no somos tan diferentes, tenemos un odio en común hacía Ían, las razones son diferentes pero de un modo u otro, los tres queremos desquitarnos de él, así qué ¿le entras al juego o no?

—...Bien, acepto —tomó él teléfono celular con más fuerza entre las manos—. ¿Qué más tengo qué hacer?

—Después de llamar te hechas a correr y entras al Starbucks qué está cruzando la calle, ahí nos esperas hasta qué nosotras lleguemos, primero llegaré yo y luego Johanna

—¿Pero...qué harán ustedes?

—Nosotras esperaremos a qué vuelva Ían para sacarle otro buen susto, creeme, no sabrá qué lo golpeó.

Últimamente la frase de No sabrá qué lo golpeó se estaba volviendo un hábito en mi vocabulario.

—De acuerdo —comenzó a marcar él número

—No —lo detuve

—¿Qué?

—No puedes llamar desde aquí

—¿Entonces?

—Tienes qué llamar desde aquel arbusto qué está atravesando él lago

—Está demasiado lejos

—Pues corre hasta allá ¡No seas nena! —le jale de la camisa en dirección al arbusto

—Está bien, iré por mi propia cuenta. Las veré en Starbucks

—Corre

Él asintió y corrió al arbusto.

—¿Por qué llamará a Ían?

—Para distraer a Ían, y para mantener ocupado al PlayBoy haciendo algo y qué no sé de cuenta de lo qué le haremos a la Camaleón

—Bien ¿Y tú qué harás?

—Te explico —nos escondimos detrás de un arbusto—. ¿Ves esa cubeta qué está en ese árbol atada con una cuerda?

—¿Ahí donde está Camil sentada?

—Sí

—Ten —le entregué unas tijeras

—¿Qué hago con esto?

—Solo tienes qué rodear un poco para qué la Camaleón no te vea, subir al árbol, y con las tijeras cortar la cuerda, esto hará qué caiga sobre ella 3 kilos de alimento para aves ¿Ves todas esas palomas qué están en los postes de alumbrado? —las señalé—. Al caer, todas esas palomas irán sobre de ella y le darán de picotazos.

—Pero...hay un problema

—¿Cual?

—Le temo a las alturas

Me llevé la mano a la frente.

—¡No seas miedosa!

—¿Y tú qué vas a hacer?

—Grabarlo todo para después subirlo a Internet

—Genial, bueno iré ¡Deseame suerte! Sí me caigo llama a la ambulancia y a mis padres

—Sí , sí, sí. Corre antes de qué a la tonta se le ocurra moverse de lugar

—Vale





El Fantasma de mi WhatsAppDonde viven las historias. Descúbrelo ahora