O c h e n t a y n u e v e

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POV Johanna

Íbamos caminando Avril y yo apresuradamente, era hora del almuerzo y teníamos poco tiempo para comer.

—¿Entonces Jason se molestó por qué le mentiste a Ían? —preguntó Avril mirando todas las tiendas por las que íbamos pasando

—Sí, me grito de una manera muy fea. Yo le dije que era necesario.

—Y vaya que sí, la mentira de Jason fue buena, nos sirvió en cierto modo para separar a Ían y a la Camaleón esa que ahora desde hace un año se encuentra lejos de nuestras vidas.

—Pues si Avril, pero de todas formas Ían sigue buscándola, no te hace caso ni a ti ni a mi. Sigue enamorado de la Camaleón.

—Algo se nos tiene que ocurrir para que pierda el interés en ella —frunció el ceño y continuó mirando las tiendas de ropa y zapatos.

—No sé si podamos, ya sabes, Ían se ha vuelto muy reservado y de mente cerrada desde que la Camaleón se fue de Nashville ¿Qué haremos si cada que nos acercamos se poce roñoso?

—...

—¿Avril?

Me percaté que Avril tenía la boca abierta y la mirada fija en una vitrina.

—Johanna —me señaló la vitrina—. Mira —habló casi quedándose sin aire.

Al mirar hacía la vitrina me percaté de la presencia de alguien dentro del local.

—¡¡OH POR DIOS, ES LA...!! —me tapó la boca

—¡¡Shhh!! Ya lo sé —se pegó a la vitrina para ver mejor.

—¡¡AH VUELTO, LA CAMALEÓN AH VUELTO!!

Me hizo una seña de que me agachara y me pegara más a la vitrina para ver mejor. Lo mismo hizo ella.

—¡¿Pero que demonios hace aquí esa?!

—¡¿Será que ya volvió con Ían?!

—Imposible, no he visto a Ían en estos últimos días

—¿Entonces que hace aquí?

—No lo sé, eso es lo que vamos a averiguar. Al parecer lo que le dijimos no sirvió lo suficiente como para que se alejara de Ían para siempre.

—¡OMG! ¡Avril! ¡¿Ya viste la ropa que trae?!

—Lo veo y no lo creo ¿Desde cuando la Camaleón está...odio decirlo, a la moda?

—Estar lejos de Nashville durante un año le sentó muy bien además de que ahora se ve más femenina, se ve muy diferente... ¿Hará ejercicio?

—Johanna —me miró fijamente —. Si no vas a decir cosas inteligentes mejor no hables.

—Admitelo Avril, se ve fantástica

—Aunque el Camaleón se vista de seda, Camaleón se queda. Eso no cambia en nada que se siga viendo igual de horrible.

—Como digas —vacilé

Después de verla durante unos minutos más dentro de aquella pastelería horneando galletas. Nos despegamos del cristal. Y nos miramos una a la otra.

—¡Esto puede ser utilizado a nuestro favor! —hablamos emocionadas al unísono.

—Vamos Johanna, acompañame a casa de Ían.

—¿Le vas a decir donde está la Camaleón? ¿Estás loca?

—¡No seas idiota! Tengo un plan. Sígueme.

—Está bien —asentí.

Corrimos en dirección a la casa de Ían, al llegar, tocamos la puerta como locas.

—¡Ían, ían, ían, ían, ían! —gritamos al unísono—. ¡Abre, abre, abre, abre, abre, abre!

Por fin, un desvelado y molesto Ían salió en pijama a abrirnos la puerta.

—¿Qué quieren? Es muy temprano para venir a molestar

—¡Querido! —comenzó a hablar Avril, quién le paso un brazo por el cuello—. Hoy te traigo la buena nueva.

Ían inmediatamente apartó su brazo.

—¿Ahora que quieren?

—Te conviene Ían

—Ya hablen par de víboras

—Se trata de tu ex noviesilla, la Camaleón

—Te prohíbo que te expreses así de Camil

—Como sea. Johanna y yo, sabemos en dónde está

Nos miró con una cara de inexpresividad.

—¿Y? ¿Eso es todo? ¿Ya se van?

—Ían por favor, no me digas que ya no te importa la Camaleón

—No es eso, solo que no necesito preguntar algo que ya sabía o ya sé

—¿Ya lo sabías?

—Sí

—Entonces ya debes de haberla visto con ese horrendo vestido —carcajeó

—¿Horrendo vestido? ¿Qué horrendo vestido?

Inmediatamente Avril dejo de reír.

—Ninguno Ían, era solo un juego, no te enojes, ya nos íbamos

—No tú no te vas de aquí hasta que me digas de cual vestido hablas ¿Como sabes o como es que suponed que Camil está usando un vestido? ¿Tu la viste? ¿Donde?

—Sí quieres saber en dónde está, deberás de pagar un precio. Nada en esta vida es gratis.

—¿Qué quieres a cambio?

—Lo que es, que seas mi novio

—¡Já! olvidalo Avril. No llevo buscando un año a Camil para que de buenas a primeras vengas a decirme esto.

—Un segundo...Avril, acordamos qué Ían sería mi novio, no el tuyo —hablé indignada

—Claro qué no, te dije que él sería mi novio.

—A ti ni siquiera te importa Ían realmente, solo quieres quitárselo a Camil por que le tienes envidia. Tú por quién estás interesada es por Jason.

—Jason ni siquiera me hace caso, no voy a estar toda la vida rogándole

—¿Ah, y a Ían si por el simple hecho de que es novio de Camil?

—Eso es muy diferente

—La que lo besó fui yo, lo justo es qué el sea mi novio. Yo hice todo el trabajo mientras tú solo te quedaste "en tu sillón reclinable" telefoneando a Camil, yo pude haber hecho eso si tanto te importa Ían.

—Tu estuviste de acuerdo en primer lugar. No vengas a quejarte ahora.

—Además a ti Ían te odia. Yo merezco más que tu ser su novia, he sido su amiga desde el preescolar

—Eso no te da derecho sobre él. Además que yo recuerde, eres su ex mejor amiga.

—Mira quién habla, la chica que por envidiosa quiere quitarle a Ían a Camil

—Yo ni siquiera le tengo envidia a ella ¡¿Como voy a tenerle envidia a un Camaleón?!

—No lo sé ¡¡Esa es una pregunta que solo tu puedes responder!!

Él sonido de una puerta cerrarse hizo que nuestra discusión cesara.

—Mira lo que hiciste Avril, ahora también me odia a mi.

—¿Lo que yo hice? Él plan iba perfectamente bien hasta que tú abriste la boca. Y disculpame pero Ían te odiaba y te sigue odiando tanto como a mí.

—Debería de decirle a Ían dónde está Camil, solo por ver como te retuerces de la envidia

—Sé que no lo harías por qué eso a ti tampoco te conviene

La discusión con Avril estaba llegando demasiado lejos, así que mejor opté por irme e ignorar sus gritos altisonantes a lo lejos.

El Fantasma de mi WhatsAppDonde viven las historias. Descúbrelo ahora