El Fantasma de mi WhatsApp

S e t e n t a y u n o

POV Camil

Sonó él despertador, me incorporé en la cama para después ir a abrir las cortinas y que entrara la luz del sol. Al poco tiempo entró Lauren.

—Buenos días Cami ¿lista para ir a la agencia de empleo?

—Sí muy lista —até mi cabello

—Oye Cami ¿estás segura de querer trabajar?

—Sí, de algún lado tengo que sacar para pagar la escuela.

—Por cierto, llamo tú papá

—¿Así? ¿Y que quería? —me puse brillo labial frente al espejo

—Lo mismo de siempre, quiere que vuelvas a la ciudad, que sino, ya no te apoyara para los gastos de la escuela.

—Es por eso que buscaré un empleo, debería de alegrarle que trabaje por fin.

—Al parecer lo que más le molesta es tener todas las cosas de tu casa en su garage.

—No tenía otro lugar a donde enviarlas, aquí no caben todas. Pero yo hablaré con él más tarde, le diré que pronto no verá más esas cosas ahí y podrá utilizar su mesa de billar en paz —tomé mi bolso.

—¿Ya te vas?

—Sí, que se me hace tarde —abrí la puerta—. Nos vemos en la tarde

—¿Vamos a MC a comer hoy?

—Claro. Chao Lau

—Suerte Cami

POV Ían

Había llegado al instituto más temprano de la usual, tenía prisa, y de camino me topé con Erin.

—Hola Ían

—¿Como éstas Erin? —me detuve a medio pasillo a conversar con ella

—Bien, voy llegando.

—Yo también, y ahorita tengo clase de Matemáticas

—Ya casi no te he visto por la escuela ¿que has estado haciendo?

—Lo mismo de siempre, ya sabes.

—...Emmm, bueno. Debo irme ya a clase.

—Está bien, yo igual.

—Ah y ya no deberías de faltar tanto a clase, te puedes meter en un problema.

—Ya no lo haré, adiós Erin —seguí mi camino

—Adiós

Al llegar, él maestro ya estaba dando la clase.

—Señor Langdon ¿tarde de nuevo?

—Disculpe la demora señor

—Es la tercera vez está semana, pasé, pero que sea la última vez.

—Sí, no vuelve a pasar.

Yo no era de faltar a clases, ni mucho menos llegar tarde, pero últimamente, esto de la búsqueda de Camil me ha tenido desvelado y cansado, sin ganas de nada que no sea encontrarla.
Su partida me ha cambiado radicalmente, me estaba afectando demasiado.

Día 34

Su partida, es algo que hasta en sueños encuentro, se fue de ellos también. De lo nuestro solo quedan recuerdos que se reviven en mi mente una y otra vez.
Pero yo sé que pronto la encontraré. Y todo volverá a ser como antes.
Aún no pierdo la fe, de abrazarla y besarla otra vez.