F i n a l

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POV Camil

Habíamos llegado finalmente al hospital Ían y yo, pasamos por la sala de espera y ahí estaba Johanna quién se acercó en cuanto nos vio llegar.

—¿Hay noticias de Matthew? —dijo Ían

—Sí, solo fue la lesión, él doctor dijo qué la herida no fue tan profunda

—Johanna, yo no sabía qué Matthew estuviese en Nashville desde hace meses hasta qué no me lo contó Ían —dije

—Bueno, esa es...una larga historia qué, después te contaré

—¿Supiste algo de Avril?

—Llegó hace 3 horas aquí, antes de qué ustedes llegaran apareció el padre de Avril muy preocupado, como yo estaba ahí, oí qué él doctor le dijo qué por él traumatismo qué sufrió la hizo caer en coma.

—¿Enserio está en coma? —pregunté sorprendida

—Sí, ahorita pasó su padre a verla. Qué por cierto ya se enteró de todo lo qué hizo Avril

—Pues habrá qué esperar qué todo salga bien —abracé a Ían

[...]

Días después Matthew fue dado de alta, y meses más tarde Avril despertó del coma.

Llamada entrante de Johanna...

—¿Aló?

—Camil, soy Johanna ¿Podrías venir por favor al hospital?

—¿Para...?

—Bueno, es qué, como últimamente he venido a ver Avril, hoy qué llegué me enteré de qué ella ya despertó del coma

—Oh, eso es una buena noticia

—Y bueno, hablé con ella hace poco y...quiere verte

—¿A mí?

—Sí, quiere hablar contigo

—¿Enserio? ¿No me va a intentar enviar por correo otra vez?

—No, dijo qué era en son de paz

—De acuerdo, iré. Estoy ahí en media hora

—De acuerdo. Chao

—Chao

Llamada Finalizada.

[...]

Al llegar al hospital, Johanna estaba esperándome en la entrada.

—Ya estoy aquí

—Acompañamé, te llevaré a donde está

Seguí a Johanna hasta la habitación de Avril, al entrar ella se encontraba mirando hacia la ventana, pero inmediatamente se giró al verme entrar por la puerta. Me senté cerca de ella.

—Bueno Avril, ya te trajé a Camil para qué hables con ella

Avril miró con detenimiento a Johanna

—Dejanos solas Johanna —dijo ella

Johanna asintió y salió de la habitación, cerrando la puerta al salir. Se hizó silencio largo, hasta qué finalmente hablé.

—Bueno ¿Y para qué querías hablar conmigo?

Volteó a mirarme.

—Pronto hablaremos de ello, falta qué Ían y Matthew lleguen

El Fantasma de mi WhatsAppDonde viven las historias. Descúbrelo ahora