Enamorada de mi padrastro -James Maslow

Capitulo 82

Al terminar de bañarme, me puse mi ropa interior, una camisa de tirantes negra dejando ver mis músculos que habían sido trabajados durante todo el verano, unos pantalones negros de chándal y unos supra, acomode mi cabello que aún seguía mojado y salí del baño. Al salir Mady ya no estaba en la habitación, lo más probable es que hubiera bajado a preparar el desayuno o alguna cosa así.

Fui hacia la habitación de ______ y toque varias veces, sin obtener respuesta decidí entrar; nada, la habitación estaba sola, al instante salió una hermosa joven del baño, solamente en ropa interior. Al verme se sonrojo un poco y busco algo con lo cual tapar su cuerpo semidesnudo.

-no, no lo hagas. -dije acercándome lentamente.

-pero James... -dijo nerviosa.

-tranquila -dije tomándola de su cintura y acercándola a mí- no tienes nada de lo cual avergonzarte.

-claro que sí. -Dijo bajando su cabeza con tristeza.

-linda, -dije tomándola de su mentón y obligándome a que me viera- ¿Qué es eso de lo que te avergüenzas? -dije tratando de ver en sus ojos un poco de lo que escondía.

-yo... James, tu sabes. -dijo en un susurro y jugando con sus manos nerviosamente.

-no, no tengo ni una idea de lo que te avergüenza. Dímelo.

-es que, bueno, yo... No se James, no me gusta mi cuerpo. -Dijo bajando de nuevo su mirada- no soy tan delgada como las demás chicas, ¿sabes?

-pero, ¿de qué diablos estás hablando? ___, por dios, no puedo creer lo que acabas de decir. -Dije tirando su mentón una vez más para que me viera directo a los ojos- ¿Cómo puedes creer eso? Eres hermosa, eres perfecta, y tú lo sabes muy bien. No entiendo por qué dices eso y quiero una explicación ahora mismo.

-simplemente lo se James, es como -hizo una pausa- tu sabes que eres guapo, y lo sabes, bueno así pienso yo, no soy delgada y lo sé.

-¡Santo cielo! -exclame.

-lo siento. -Dijo en un susurro.

-mírame ___, mírame, quiero que me mires -dije ordenando pero al mismo tiempo con un tono suave -Odio cuando chicas preciosas como tú se desprecian a sí mismas, odio verlas llorar por ustedes mismas, por no sentirse suficientes consigo mismas, y escúchame y quiero que te quede bien en claro, nunca, nunca en tu vida dudes de lo hermosa que eres, nunca dudes que eres una chica inteligente, una chica hermosa de pies a cabeza, cada vez que te veo me quedo alucinando, me pregunto "¿Cómo puede ser que esta chica sea tan perfecta?" -Ahueque su mejilla en mi mano y me acerque un poco más a ella- ¿quieres saber algo?

-sí. -dijo ella con los ojos cristalizados.

-te quiero mucho y eso tú lo sabes, pero hay algo que te he querido confesar hace mucho tiempo, y ahora tomo el valor suficiente para decírtelo, ___ tú me gustas. -dije rozando sus labios con cada palabra que pronunciaba.

-James... -Dijo en un susurro, cerrando sus ojos y queriendo sentir mis labios contra los de ella- bésame -dijo en suplica.

Sonreí y en cuestión de menos de un segundo capture sus labios en un beso tranquilizador. Paso sus manos por detrás de mí cuello formando un abrazo y apretándose más hacia mí intensificando cada vez más el beso. Por un momento sentí como todo lo que estaba alrededor de nosotros empezaba a desvanecerse, pero nosotros seguíamos ahí, intactos, disfrutando uno del otro. Aun que odiaba hacerlo, tuve que parar el beso, no quería que termináramos en su cama sabiendo que Mady estaba en algún lugar de la casa.