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Cap. 36 Tiempo despues

Narradora:

Dos años han pasado desde aquellas vacaciones invernales que marcaron un cambio en las vidas de todos ellos en especial de Guren y Yuichiro...

Dos años, desde día en que Guren le dijera toda la verdad a Mito y aceptara su sentimientos por ella, se llevaban muy bien y cada día que pasa se sienten más como una verdadera familia, Yuichiro la adoraba y todos sus amigos están felices por ellos, lo que hizo a Guren preguntarse si ya era momento de dar el siguiente paso con ella... lo había meditado toda la noche la amaba sin dudas... todo el tiempo transcurrido desde el día que ella lo acepto a pesar de todo lo que le dijo solo sirvieron para confirmar lo mucho que la amaba... sonrió para sí mismo recordando cómo habían cambiado las cosas entre él y Shinya después de eso, aun no podía creer que a pesar de tantos años de dolor y sufrimiento ellos al fin lograron llevarse como antes... Sobre todo sus hijos y aunque se había prometido no regresar a Japón jamás no pudo cumplir aquella promesa ya que cada verano Yuu le  pedía viajar para pasar tiempo con sus abuelos y visitar a Mika, al igual que el rubio los visitaba durante las vacaciones de invierno...

Guren no había sentido tanta satisfacción antes por un producto creado en su empresa..., los brazaletes no solo eran un éxito entre los jóvenes de todos los países europeos en los que su empresa tenía influencia, sino que cumplían muy bien el objetivo por el que fueron creados en primer lugar... todos sus sobrino, incluido Yuu se mantenían en contacto a diario con Mikaela a través de ellos...

El rubio de orbes zafiros de a poco se había alejado de sus amigos y solo se pasaba platicando con sus primos la mayor parte del tiempo incluso en los recesos del colegio... lo que hacía preocupar en ocasiones a su madre... Mikaela se había convertido en un adicto a la tecnología al igual que sus primos y pasaban gran parte de su tiempo en contacto, pero eso no era lo que preocupaba a su madre, ella temía que su hijo cada día parecía más distante del resto de los niños, por lo que la mayoría de sus compañeros pensaban que era un antisocial y arrogante niño rico... cosa que no era así, simplemente él no deseaba relacionarse con ellos, en algún momento las bromas pesadas de Shinoa lo cabrearon lo suficiente para mantenerse lejos de ella y su grupo... pero estos se empeñaban en fastidiarlo cada vez que él intentaba acercarse a los demás... seguía tomando clases de esgrima con Raben, estaba mucho más avanzado que el resto ya que practicaba a diario no solo lo que Raben les enseñaba sino también lo aprendido con Crowley, continuo también con las clases de dibujo, gracias a las nuevas técnicas adquiridas en ellas y el lápiz óptico que le había regalado Yuu-chan al fin consiguió retratar a su hermano mayor, cada uno de sus rasgos estaban tan grabados en su mente que se sorprendió al ver como toda la frustración que sentía cada vez que intentaba plasmar sus facciones en el tablero se esfumaban al contemplar sorprendido el resultado de su último intento... por un momento se sintió abrumado al notar cierto parecido con el azabache de ojos esmeralda pero negó inmediatamente la idea, no podía ser, estaba alucinando, es simplemente imposible pensó... antes de sonreír satisfecho con este resultado, al fin lo había conseguido...

-Oye se que estas allí... al fin lo conseguí... –dijo feliz y Ako que siempre estaba cerca se sorprendió luego sonrió, ella como le prometió a Yuu nunca se alejaba de Mikaela, una lagrima corrió por su rostro aniñado al darse cuenta que Mikaela podía percibir su presencia, mas ella no era quien el rubio pensaba...

-Sabes nunca... –volvió a hablar después de una pausa –nunca me he sentido solo, se que tu estas a mi lado... solo me pregunto porque ya no puedo verte, porque dejaste de jugar conmigo... –la pequeña Ako limpio sus lagrimas aun mas sorprendida... sin podre contenerse se elevo levemente del piso y beso la frente del rubio... el sonrió al sentir una leve brisa acariciar su frente –gracias... tus ojos se parecen mucho a los de mi primo Yuu-chan –dijo sonriendo, y ella volvió a llorar... –se que tu ya lo conoces verdad... has estado con nosotros –es lo último que le dice antes de comenzó a dibujar sus alas...