Cap. 52 Yuu-chan bésame...

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Narradora:

-Mikaela en verdad tú me gustas, siempre me has gustado desde que éramos niños –le confiesa la rubia, tiene las manos de Mikaela entre las suyas... sus ojos lo contemplan suplicantes...

A Yuichiro se le agrandan los esmeraldas y un escalofrío le recorre la espalda, se queda inmóvil viéndolos con sus ojos llenos de tristeza, Ako está de pie justo detrás de Mikaela cubre su boca con ambas manos y sus ojos se agrandan como plato, al ver a Yuu se alarma, pero está paralizada... la repentina confesión de la rubia la sorprendió, después de ver en modo indiferente con el que trataba a Mikaela durante el tiempo que fueron compañeros jamás imagino que ella pudiera albergar este tipo de sentimientos por él...

Mikaela no puede apartar sus zafiros de Mitsuba, esta tan sorprendido que no lograr articular palabra, no se ha percatado de la presencia del azabache, que aprieta sus puños sin saber que hacer... se pregunta si tal vez Mika siente algo parecido por Mitsuba y se debate internamente, un extraño sentimiento comienza a crecer en su interior ahogándolo como si le estrujaran su corazón, no quiere oír la respuesta del rubio, esta aterrado de que este decida corresponder a los sentimientos de ella...

Una voz melancólica y triste rompe repentinamente el silencio sorprendiendo a Mitsuba y al rubio... –lamento interrumpir... –Mikaela al oírla se alarma, busca al dueño de aquella voz y cuando sus zafiros se encuentra con los esmeraldas, puede notar la enorme tristeza que estos expresan, se pregunta cuánto tiempo lleva allí, ya que no se percató de su presencia hasta que Yuu se hizo notar –disculpe señorita Mitsuba, su madre me pidió que le dijera que ella la espera en las puertas del salón, con permiso... –le pide intentando mantener la calma, siente que sus lágrimas comienzan a acumularse y sin esperar respuesta se voltea y se marcha dejando a Mikaela con un sentimiento de culpa enorme...

El azabache camina con decisión hasta donde se encuentra Aoi, respira profundo para serenarse, cuando la encuentra le avisa que su hija se reunirá con ella en las puertas del salón en un momento, luego se disculpa con ella y se retira...

-Yuu-chan espera... –logra decir el rubio cuando sale de su asombro, pero Yuichiro no puede oírlo, sus pasos rápidos ya lo han alejado del balcón... intenta seguirlo pero la rubia lo detiene...

-Espera Mikaela, aún no me has respondido... –lo mira suplicante, mientras sus ojos se cristalizan, sus manos se aferran a la muñeca derecha de Mika...

-Lo siento Mitsuba, yo no puedo corresponder tus sentimientos... –le responde apenado al ver como las lágrimas se deslizan por el rostro de la rubia...

-¿Por qué no?, es por causa de mi padre ¿verdad?, mi madre me lo conto, ella me dijo lo que él les hizo a ti y a tu madre... –Mikaela la mira con sorpresa, sin comprender de lo que está hablando...

-¿Qué?

-Es por eso que no me atreví a confesarte antes lo que siento por ti... pensé que cuando dejaste de asistir al colegio después de la muerte de tu madre me olvidaría de ti pero no puedo, desde que empezaste a asistir al instituto todos estos sentimientos han regresado más fuertes que antes, sé que no tendré otra oportunidad de expresarte lo que siento, yo ya no puedo acercarme a tus primos y tú siempre estas con ellos, te juro Mikaela que yo jamás he visto a mi padre desde que tengo memoria... –el rubio sigue sin comprender de lo que está hablando pero permanece en silencio, ella seca sus lágrimas y prosigue... –cuando le preguntaba a mi madre por él, ella solo lloraba y se negaba a platicarme sobre él... en mi octavo cumpleaños yo estaba en casa de mi abuelo Tenri , Shinoa le había insistido por un largo rato a mi madre para que me permitiera almorzar con ellos... en la mañana llego una carta para mí y una de las empleadas me la entrego, esta era de mi padre, hasta ese día yo pensaba que mi padre estaba muerto, nadie en casa de mis abuelos hablaba sobre él, mi tío Seishiro me dijo que mi padre Kureto Hiragi estaba con vida... –los ojos de Mikaela se agrandan al oír ese nombre, su madre siempre le advertía que tuviera cuidado con Kureto Hiragi ya que él era el causante del accidente que casi les cuesta la vida a él y a ella, el rubio sabía que este estaba preso, pero que su condena acabaría algún día, Horn temía que este desee tomar venganza contra su familia el día que consiga recuperar su libertad, por ello siempre le advertía a Mikaela que se mantenga lejos de los Hiragi, esa fue la razón por la que él se alejó del grupito de Shinoa en primer lugar, a pesar que ella llevaba el apellido Tepes Mika sabía que su madre era una Hiragi y a pesar de desconocer qué tipo de parentesco la unía con el nombre de aquel hombre decidió alejarse de ellos...

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