Cap. 68

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-Ellos ya no tienen ese poder, nadie podrá separarme de ti, lo juro Mika -aquellas palabras con las que intentó calmar a Mikaela estaba determinado a cumplirlas a toda costa, pese a que él aún no era del todo consciente de lo que ocurriría, ahora estaba tan desconcertado y perdido como el rubio que se aferraba a él con desesperada ansiedad, lo atrajo más ciñendo sus brazos en torno al cuerpo de Mikaela intentando apartar la angustia que lo embarga.

-Yuu-chan no quiero que nos vuelvan a separar, yo...

-Tranquilo bebe, eso no va ha pasar, ¿por qué piensas eso?, las cosas ya no son como antes, el mundo ha cambiado, piénsalo, llevamos años viviendo juntos -Mikaela se tranquiliza al oírlo él azabache lleva razón en eso, pero lo que le mostró es tan aterrador que aún se repite en su mente.  

-Yuu-chan... ¿tú vas a decírselo a tu padre? -Pregunta el rubio. 

-Tengo que hacerlo, lo haré cuando descubra el mejor modo y encuentre el momento adecuado...

-Tú padre... ¿él te adoptó?

-No Mika, él no me adoptó, el es mi verdadero padre -el rubio lo mira con sorpresa.

-Te... ¿te volviste mas pequeño?, ¿cómo?, él... él dijo que había alquilado un vientre tú...  

-Es un poco mas complicado Mika, aún no conozco todos los detalles, por eso no se lo he dicho todavía -Mikaela lo contempla algo confundido y en su cabeza miles de extrañas teorías van tomando forma.

-¿Yuu-chan, tú puedes ver y hablar con otros ángeles?

-Bueno, aveces veo a otros guardianes, pero ellos no hablan conmigo.

-¿Puedes ver a mi guardián? -el azabache asiente -me gustaría verlo.

-Ya la has visto, en mis recuerdos, ella no puede mostrarse ante ti pero puede oírte.

-¿Es una mujer? -pregunta confundido.

-Es la niña que me tomo en sus brazos cuando me convertí en un niño -la sorpresa crece en el rostro del rubio.

-Ella... era tu hermana pequeña -afirma Mikaela y al azabache le parece que él ha recordado, aunque eso es imposible -la vi en los recuerdos que me mostraste del orfanato -ahora comprende Yuichiro.

-Ella es nuestra hermana pequeña -le recuerda y Mikaela asiente.

-Es... es extraño que ella cuide de mí... debería ser al revés. 

-Bueno aunque en teoría ella es nuestra hermana pequeña, ahora ella solo conserva ese aspecto ya que te lleva mas de dos siglos -el rostro de Mikaela es un poema y el azabache no puede contener la carcajada al ver el reproche en el rostro de Ako que lo contempla sin poder cerrar su boca.

-Que malo eres Yuu-chan no te rías de mí -le reclama Mikaela.

-Lo siento Mika, no me río de ti -Mikaela percibe que los esmeraldas del azabache están fijos en la puerta que esta a sus espaldas.

-Tú... te estás riendo de ella ¿verdad? -el azabache se enseria al notar lo perceptivo que es el rubio.

-No era mi intención, en verdad lo siento -repite viéndola y ella niega con su cabeza.

-¿Cómo se llama?

-Ako -se oye decir, antes de procesar si puede decirle su nombre a Mikaela, los ojos del rubio se abren como platos al percatarse de algo y su rostro se va tornando de un intenso carmesí.

-Ella... no puede ser... -Mikaela cubre su rostro con ambas manos y Yuichiro lo ve confundido sin comprender que le pasa -Yuu... Yuu-chan ella esta a mi lado todo el tiempo ¿verdad? -pregunta angustiado.

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