Cap. 16 Bienvenido Mikaela

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Los días pasaban y Yuichiro no podía alejarse de Horn una fuerza invisible lo mantenía siempre cerca, como si de un imán se tratase se sentía como un simple trozo de metal que no oponía resistencia alguna, aunque ver a Misaki decorando el cuarto de su amado le emocionaba, no podía evitar pensar en lo solo y triste que debía sentirse Guren, a pesar de ello simplemente no podía ir a verlo, desde que supo donde estaba Mika una sensación abrumadora de querer protegerlo lo había invadido y era más fuerte que cualquier otra cosa...

Más aun ahora había descubierto un modo de oír los latidos del corazón de su amado Mikaela, cuando Horn se dormía profundamente el apoyaba con sumo cuidado su oído en el vientre de Horn aquel sonido era algo que no podía resistir, le provocaba una infinidad de sentimientos que lo abrumaban y casi sin ser consiente se sentaba a su lado ya la envolvía en sus alas, esta acción de algún modo aquietaba su propio corazón que se acompasaba con los rápidos latidos del bebe y provocaban en Horn una sensación de calidez y la sumergían en una profunda calma...

Y así transcurrían los días unos más tranquilos que otros, pensaba que Shinya y Horn serian uno padres muy cariñosos al ver como él se desvivía por cumplir cada capricho de ella y cuando regresaba de la empresa ambos compartían cálidos momentos acariciando la barriga de Horn y hablándole al bebe...

-Cariño, ven quiero que veas como quedo el cuarto para el bebe –decía Horn desde lo alto de la escalera al oír llegar a su esposo...

-Hola amor, ¿Cómo estuvo tu día? –le dijo el peli-plata al alcanzar a la rubia en la puerta del cuarto de su bebe, depositando un suave beso sobre su frente para luego acariciar su abultada barriga – ¿y tu como has estado hoy? –le pregunto inclinándose para dejar un tierno beso sobre su vientre...

-Lo hemos pasado de maravilla –dijo Horn sonriendo al sentir los brazos de su esposo rodearla desde su espalda para posar sus manos en su vientre, mientras ella abría la puerta del cuarto que ya estaba listo para recibir a su bebe...

-Les ha quedado precioso –suspira Shinya y sus ojos se iluminan al ver la hermosa y delicada decoración –tengo que admitir que hicieron un gran trabajo –dice besando su mejilla, manteniendo su cabeza apoyada levemente sobre el hombro de su esposa y dejando que ella se recargue sobre su pecho...

Verlos así enternece a Yuichiro, que sonríe y se ruboriza a veces es difícil para el permanecer como espectador cuando ellos se miman mutuamente...

-Ahora solo falta una cosa y creo que es la más importante –dice Horn curvando los labios en una sonrisa al ver la expresión de confusión de su esposo...

-¿Qué cosa? –pregunta curioso...

-Aun no escogimos un nombre para el bebe...

-Oh deberás tienes razón hasta ahora me percato de esto –dice el peli-plata pensativo –y ¿has pensado en alguno que te guste?

Al oír aquello a Yuichiro se le iluminan los orbes esmeraldas que brillan con suma intensidad...

-No lo sé aun no me decido, bueno supongo que debería ser más fácil ahora que sabemos que será un niño pero hay tantos hermosos nombres que no puedo decidirme...

Sin poder resistirlo Yuichiro susurra en la mente de Shinya... Mikaela... El peli-plata frunce el ceño y como si un pensamiento llegara de repente el nombre Mikaela se repite una y otra vez en su mente...

-¿Qué te parece Mikaela? –dice como pensando en voz alta...

-Me encanta Mikaela, oh que emoción ya tenemos el nombre, ¿oíste pequeño Mikaela? –dice llevando sus manos a su vientre para entrelazarlas con las de su esposo que aún permanecen allí y como si el niño diera su aprobación un pequeño bulto se mueve debajo de sus manos –creo que a él también le gusto –dice Horn emocionada por lo que su bebe acaba de hacer...

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