Cap. 59 Noche de príncipes y princesas...

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Noche de príncipes y princesas...

Narradora:

Yuichiro al salir del cuarto de Mikaela se recarga en la pared junto a la puerta, su cabeza se eleva y por un momento sus orbes esmeraldas contemplan el techo antes de dejar caer sus parpados sobre estos y ensanchar sus sonrisa al recrear en su mente la escena que presencio segundos atrás, ver al rubio nombrarlo mientras dormía, esto le hace inmensamente feliz... por un momento le parece tan irreal lo que está viviendo... y este pensamiento le trae a su memoria un recuerdo de su vida anterior, un recuerdo que entonces lo atormentaba, las pesadillas nocturnas que tenía cunado creía que el rubio había muerto en aquel lugar junto a sus hermanos, luego sus recuerdos lo llevan al momento en que lo vio nuevamente y sus sueños dejaron de ser tormentosos para transformarse en unos llenos de ansiedad y deseos, sus pensamientos solo giraban en torno al rubio, deseaba fervientemente volver a encontrarlo, más aún al darse cuenta y aceptar al fin sus verdaderos sentimientos por aquel chico de mirada cristalina que le tendió su mano en cuanto lo vio por primera vez... al darse cuenta que su amor iba mucho más allá que el fraternal, al darse cuenta que él en verdad amaba a Mikaela y ese amor con el pasar de los días lo sumía en una tortura asfixiante, lo desesperaba y por sobre todas las cosas lo impulsaba a nunca rendirse, a no desistir en su incansable búsqueda por encontrarlo nuevamente, recordó entonces la promesa que se hizo a sí mismo en un momento de desesperación cuando la ansiedad comenzaba a consumirlo, él no moriría, no hasta poder expresarle sus verdaderos sentimientos...

-Me pregunto si tú pensabas en mi entonces... -se dijo en un susurro dejando escapar de sus labios un largo suspiro... pero sus pensamientos se vieron interrumpidos por el ruido de la puerta al abrirse.

Yuu sonríe al ver la rubia melena de Mikaela asomar con timidez y al verlo recargado en la pared junto a la puerta no puede evitar sonrojarse...

-E... estoy listo -dice casi como un murmullo y el azabache sonríe.

-Bien entonces vamos -le responde indicándole con su mano que prosiga, en cuanto el rubio deja su cuarto y cierra la puerta antes que pueda continuar el azabache le toma la mano, el rubio voltea levemente para mirarlo con timidez, pero Yuu antes que logre reaccionar tira de su mano haciéndole perder el equilibrio y sus brazos aprisionan el cuerpo de Mikaela atrapándolo antes de que siquiera comience a caer, dejándolo pegado a su pecho, los brazos del azabache se ciñen aún más a la cintura de su amado pegando sus cuerpos y su rostro se pierde entre el cuello y las rubias hebras de Mikaela...

-Yuu... Yuu-chan -le llama Mikaela confundido - ¿te sientes bien? -le pregunta correspondiendo el abrazo.

-Solo dame un momento Mika, quiero sentirte... un poco más... -le susurra aspirando entre sus suaves cabellos su embriagador aroma -siento que he esperado una eternidad por estar así contigo, te amo... Mikaela... Hyakuya... -termina diciendo en un susurro inaudible, su mente aún divaga perdida en sus recuerdos y su corazón se acelera al sentir el cuerpo del rubio tan pegado al suyo.

-¡Yuu-chan!, que malo eres no he tardado tanto -le reprocha el rubio sin percatarse de la última palabra que pronuncio el azabache, finge estar ofendido por el último comentario que logro oír con claridad, pero una sonrisa se dibuja en su rostro, él también estaba deseando estar así con el azabache, la cercanía que comparten le traen a su mente los recuerdos de su sueño y estos le tiñen el rostro de un intenso carmesí, su cuerpo se tensa de repente e involuntariamente sus brazos se aferran con más fuerza al cuello del azabache, lo último que desea es que su Yuu-chan lo vea así, respira profundo intentando poner su mente en blanco y recuperar la compostura, pero la cercanía de sus cuerpos le hace imposible su cometido, su mente se llena con las imágenes de su sueño, estas son tan vividas que por un momento se pregunta si aún está soñando, concluye que no cuando la voz del azabache lo trae de regreso a la realidad y esto lo pone aún más nervioso.

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