¿Como decírtelo?#FesBooksAwards

Cap. 51 ¿Cómo decírtelo? La confesión de Yuu...

Yuichiro ha roto el sello de sus memorias

Dedicado a Ayisha SS en verdad lamento no haberlo subido antes espero que aun estes viva...

Narradora:

-¡Yuu-chan!...

-¡Yuu-chan! –lo llama afligido, pero la mente de azabache no está allí, sus esmeraldas están vacíos, sombríos, el brillo que suelen tener se ha esfumado parecen sin vida, sus pupilas están completamente dilatadas y en su mente las imágenes de su pasado continúan pasando frente a sus ojos, el rubio se sienta junto a él y lo toma entre sus brazos, acomoda la cabeza del azabache en su regazo y acaricia su rostro –Yuu-chan dime que te pasa... –le pide suplicante quitando con sus manos las lágrimas que no dejan de humedecer sus mejillas, pero Yuichiro no puede responder... no puede oírlo, su mente está muy lejos de la realidad...

Las imágenes en la mente de Yuu lo han sumergido en sus recuerdos más dolorosos, le muestran el momento en el que se aferraba al cuerpo sin vida de Mikaela, y sus sollozos aumentan, tiene un nudo en su garganta que ahoga su voz... contempla el cuerpo de su hermano al que ha amado por tanto tiempo y acuna su rostro entre sus manos temblorosas... miles de lágrimas escapan de sus ojos y caen sobre el rostro sin vida de Mikaela...

-Lo prometiste Mika... –dice entre sollozos –prometiste que no me dejarías... –su voz se quiebra nuevamente, ahogada por el intenso dolor que ver el cuerpo sin vida de su amado le causa...

Mikaela lo mira confundido y lo sacude – ¡Yuu-chan!, estoy aquí, no te dejare... –le dice con desesperación al percibir que Yuichiro no es consciente de su presencia – ¡Yuu-chan mírame! –le pide a gritos tomando sus hombros se arrodilla frente al azabache y lo sienta, sus zafiros lo escrutan mientras su aflicción crece al ver como las lágrimas surcan el rostro del azabache que no reacciona ante sus palabras...

-Mika ¿Por qué?, ¿Por qué lo hiciste?, no podre con esto... ahora lo he perdido todo... –dice de repente y el rubio se altera aún más, en su mente él repite las mismas palabras que pronunció sobre el cuerpo sin vida de su hermano, esto confunde cada vez más a Mikaela...

-¡Yuu-chan! reacciona, me estas asustando... –le dice sacudiendo frenéticamente su cuerpo, tiene sus manos fuertemente aferradas a los hombros del azabache, sin poder evitarlo unas lágrimas escapan de sus zafiros, acerca el cuerpo del azabache y lo abraza con fuerza –Yuu-chan por favor dime que está pasando contigo... –le suplica junto a su oído mientras sus lágrimas caen en el hombro del azabache, puede sentir como los brazos de Yuichiro se ciñen a su espalda correspondiendo el abrazo...

-Mika... ¿en verdad eres tú? –pregunta incrédulo con la voz quebrada de Yuichiro, que poco a poco vuelve a ser consciente de su entorno, las imágenes de sus recuerdos son tan vividas que no logra distinguirlas de la realidad... sus sentimientos están completamente desbordados acaba de darse cuenta lo mucho que ama a Mikaela... Ako interrumpió los recuerdos del azabache al ver la desesperación de Mika...

-Yuu-chan, ¿Por qué estas así?, ¿Qué paso? –pregunta deshaciendo el abrazo para ver su rostro...

-Mika... estas aquí... –repite el azabache, lo mira incrédulo, ignorando las pregunta que este le hizo, sus esmeraldas buscan los zafiros y los contempla por un momento, acaricia el rostro del rubio quitando las lágrimas con sus manos y escruta el cuerpo de Mikaela buscando las heridas que desgarraron su corazón, pero no están allí, solo puede ver el rostro de confusión del rubio –en verdad estas aquí... –repite como intentando auto convencerse que no es su imaginación, lo abraza con fuerza y puede sentir los latidos de su corazón y la calidez de su cuerpo –Mika en verdad no te fuiste... estas aquí... –le dice junto a su oído y una sonrisa se dibuja en sus labios, algunas lágrimas escapan de sus ojos pero esta vez no son de tristeza, una sensación de alivio y felicidad recorren su cuerpo, afloja sus brazos y separa un poco sus cuerpos, toma el rostro del rubio entre sus manos, sus esmeraldas buscan con desesperación los zafiros de Mikaela... siente que ya no puede más y de sus labios escapan las palabras que por tanto tiempo han esperado ser pronunciadas... –Mika yo... yo te amo... –finalmente sus labios que por tanto tiempo han deseado con ansias confesar aquel anhelo lo hicieron y se curvan levemente en una sonrisa, acortando lentamente la escasa distancia que los separan de los de su amado Mikaela y antes que este pueda responder lo silencia con un beso, cargado de deseos y ternura, ha esperado más de un siglo por esto, su corazón palpita acelerándose a cada segundo más y más... inundando cada célula de su ser de una infinita felicidad, ahora que lo ha recordado se da cuenta cuanto a añorado este momento...