Jason. © (1º libro) - Editando.

Capítulo 8

Adrienna's POV

Terminé de bañarme, salí y me cambié, pero no encontraba mi chaqueta.

-Seguro que Agostino sabe donde puede estar. -dije para mí misma. 

Salí de mi habitación y me dirigí a la de él, entre sin tocar, siempre hacemos eso.

-Agos, sabes donde esta mi... -levanto la mirada y me encuentro con Jason si remera.

¡DIOS MIO!

Mis mejillas se pusieron rojas instantáneamente.

-Yo, am, per-perdón, no sabía que, em, vos estabas acá. De verdad lo siento. -dije nerviosa.

Estúpida, estúpida.

-No te preocupes preciosa, yo ya me iba. -dijo terminando me ponerse la remera.

Paso por mi lado, lo miré, me guiñó el ojo y salió de la habitación.

-Este hombre me va a matar. -susurré para mi misma mientras negaba con la cabeza.

Seguí buscando la chaqueta y la encontré, volví a mi habitación y me cambié (multimedia); bajé las escaleras, mis hermanos ya estaban cambiados y Jason también, por cierto, se veía demasiado bien.

-¿Vamos?. -me preguntó Amedeo.

-Sip.

-Entonces vamos. -dijo Agostino. -em, Adri, ¿no te molesta ir en el auto con Jason?. -dijo lo más normal.

La suerte está de mi lado este día.

-No, no hay problema. -dije sonriendo.

-Bueno, entonces vamos, preciosa. -dijo Jason.

-Vamos, ¿nos encontramos allá chicos?. -les pregunté a mis hermanos.

-Si, ¿en dónde? ¿Starbucks o Teavana?.

-En Teavana. -respondimos al unísono con Jason.

Mis hermanos nos miraron raros.

-Vallan ustedes a Teavana, nosotros vamos a Starbucks.. -informaron.

-Cuidala como a tu propia vida, Jason. Le llega a pasar algo y te juro que te mato. -dijo Amedeo amenizándolo.

-Si mi general. -contestó divertido Jason.

Nos reímos, salimos de mi casa, cierro la puerta y cuándo me doy vuelta quedo boquiabierta con el terrible auto que está estacionado allí.

-¡¿Eso es un Maserati?!. -exclamo sorprendida.

-Sí, ¿Te gusta?. -pregunta Jason al lado mío.

-¡Sí!. ¿Es tuyo?.

-Sí, preciosa.

-Oh por Dios...

-¿Nos vamos?. -preguntan mis hermanos.

-¿Venis conmigo o te vas con tus hermanos?.

-Con ese auto voy con vos a todos lados. 

Paso por al lado de Jason quién estaba riendo por mi comentario. Abro la puerta de su auto y me siento en el lado del copiloto. Espero unos minutos y Jason entra.

-Estos autos tienen mucha velocidad...

-¿Queres que vayamos a todo lo que da, preciosa?.

Asiento repetidas veces con una enorme sonrisa en la cara.

-Muy bien.

Luego de decir eso, salió a todo lo que da.
Extrañaba este sentimiento.

-¿Te gusta?. -pregunta.

-Demasiado.

El viaje se basó en risas, bromas y adrenalina.

-Pensé que no eras tan divertido. -le dije a Jason cuando ya estábamos estacionando el auto en el shopping.

-No juzgues un libro por su portada. -dijo mirándome por cinco segundos.

Solté una pequeña risa.
Tiene razón.

-Bien preciosa, abajo. -dijo Jason mientras abría su puerta y se bajaba.

Nos adentramos al centro comercial no sin antes escuchar todas las amenazas a Jason por parte de mis hermanos si me llegaba a pasar algo. Algunas veces son irritables, pero se que lo hacen porque quieren protegerme.

-Hace años que no vengo acá, no se donde queda Teavana. -dijo Jason mirando para todos lados.

-Solo sígueme. -dije empezando a caminar.

Luego de caminar por casi todo el centro comercial por fin llegamos a Teavana.

-¿Que van a pedir?. -nos pregunta un chico detrás del mostrador.

-Un té helado, ¿vos? .-dije mirando fijo a Jason.

-Que sean dos. -dijo él mirándome.

Nos quedamos estudiándonos por un buen rato. Sus ojos grises me cautivaron. Parecen dos nubes de tormenta; dos ojos inquisidores que se zambullen en los míos en busca de respuestas. Dos ventanas de un alma limpia y pura como la profundidad del mar.

Nuestros nombres a lo lejos hacen que separemos las miradas. Jason va, recibe nuestras órdenes y paga, vamos y nos sentamos en unas mesas que estaban al lado de las ventanas del local.

Estuvimos hablando mucho, nos fuimos conociendo un poco más; él es un chico muy seguro, lindo y tierno, pero mi corazón se resiste.

Decidimos ir con mis hermanos, íbamos caminando lo más bien, riéndonos y bromeando hasta que veo una figura muy conocida para mí; un terrible odio y angustia se apoderan de mi ser. Jason se da cuenta.

-¿Qué pasa, preciosa?.- pregunta mirando a la misma dirección que yo.

-Nada, sólo... necesito salir de acá. -digo mientras le agarro el brazo y lo conduzco para otro lado.

Seguimos caminando y yo voy buscando a mis hermanos con la mirada. Jason para de preguntarme qué está pasando, lo noto un poco preocupado.

Se preguntarán por qué salí corriendo de ese lugar llevándome a Jason conmigo. La respuesta es simple, la figura que vi era de la chica con la que mi ex novio se acostó mientras estábamos en una hermosa relación de tres años. Creía que todo iba más que bien, pero me equivoqué; cuando le pedí explicaciones él me dijo que ella era mucho mejor que yo. Así que tengo miedo de que Jason piense lo mismo.