Capítulo 39

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Adrienna's POV

Me bajé del auto de Jason, no sin antes darle un beso.

-¿Estás bien?. -me miró con el ceño fruncido con la ventanilla baja. Suspiré.
-Si amor, no te preocupes. -le sonreí, me acerqué al auto y le di otro beso.
-Cualquier cosa llamame. -asentí y él se fue.

Estoy nerviosa, tengo miedo, me tiemblan las mano y me sudan, mi respiración está agitada y no dejo de mirar para todos lados. Suspiro y me siento en una banca.

-¿Adrienna?. -me doy vuelta asustada, era un hombre alto y todo de negro. Asiento asustada y trago fuerte. -Necesito que venga conmigo. El señor la espera. -me extendió la mano y la acepte dudosa. Creo que en cualquier momento me desmayo.
>>Cálmese señorita, no le vamos a hacer nada. -habló el chico con el que iba caminando por más de cinco minutos por el centro comercial.
-¿A donde vamos?. -mi voz salió firme, wow.
-Vamos a salir de acá. -se paró en seco haciendo que choque con él. -El tema es que no se por donde. -me reí y negué divertida.
-Seguime. -dudo un segundo, pero después accedió.

Me siguió hasta la salida, ninguno de los dos habíamos dicho nada en todo el camino.

-Gracias. -me sonrió, le devolví la sonrisa, no creí que fuera tan educado. -Ahora vamos. -me agarró del brazo, sin apretar mucho y me metió a un auto todo negro. Era hermoso.
-Em, ¿con quién me voy a encontrar?. -le pregunté mientras salíamos del estacionamiento.
-Con mi primo. -me atraganté con mi saliva.
-Y.. ¿Tu primo es malo?. -lo miré dudosa. Suspiró.
-Vos lo vas a descubrir sola. -suspiré. Tengo miedo.

Después de varios minutos viajando, llegamos a una gran casa. Él hizo un llamado y el portón de abrió, entro con el auto, lo paró, se bajó y me abrió la puerta del auto. Esto es raro, pensé que me iba a amenazar o no me iba a dejar ver por dónde íbamos, pero fue todo lo contrario, hasta ahora.

-Pasa. -dijo abriendo la puerta. Hice lo que él me dijo. -Ya estamos aquí!. -gritó haciendo que me sobresalte.
Después de ese grito se empezaron a escuchar pasos, dirigí la vista a las escaleras cuando escuché una tos falsa. Había un hombre parado, alto, tez blanca, ojos grises como los de Jason, con algunos tatuajes y un traje negro muy elegante.
-Adrienna, mi querida y hermosa, Adrienna. -dijo terminando de bajar las escaleras y llegando a mi lado, me tomó la mano y depositó un beso en esta sin dejar de mirarme a los ojos. La saqué enseguida, lo miré con el ceño fruncido cuando él soltó una carcajada.
-¿Cómo te llamas?. -dije firme. Él alzó una ceja y negó.
-No preciosa, no es bueno que sepas quien soy, si?. -me sonrió. -Es muy peligroso.
-Pero quiero saber. -lo miré seria.
-Ay nena, ¿siempre sos así de terca?. -asentí. Rió. -Eso no es bueno nena, no en mi mundo ni en el de tus hermanos y Jason. -me tensé y apreté la mandíbula.
-¿Qué tienen que ver mis hermanos y Jason con esto?. -me alteré y levanté un poco la voz.
-No me grites señorita. -me apuntó con el dedo. Bufé. -Tienen mucho que ver preciosa. -sonrío cínico.
-Solo Jason me dice así. -solté con enojo. Él empezó a reír.
-No por mucho cielo. -después de eso vi todo negro.

Jason. ©   (1º libro) - Editando. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora