Capítulo 11

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Jason's POV

Llegué a mi casa y me fui a bañar, seguía enojado y nada más relajante que una ducha de agua caliente.
Subí las escaleras, fui al baño, abrí la llave de agua caliente y un poco la de agua fría, me despoje de mi ropa y me adentré en la ducha.

La linda chica de pelo largo rubio, ojos celestes como el cielo no salía de mi cabeza. No podía dejar de pensar en la hermana menor de los Ginoccio.

Suspiro y paso la esponja con jabón por todo mi cuerpo.

Necesito sacármela de la cabeza.

Salí de la ducha, me enrollé la toalla en la cintura y fui a mi pieza a cambiarme, mientras lo estaba haciendo me llega una llamada de Emilio

*llamada telefónica*

-Emilio, ¿Qué pasa?. -contesté bajando las escaleras.

-Hay carreras clandestinas en la Av. Via Appia.

-¿A qué hora?. -dije interesado.

-A las nueve de la noche. -dijo con la boca llena de algo, seguramente cereales.

-Ahí voy a estar, nos vemos allá. -dicho esto colgué.

Miré la hora, 20:30 pm, subí de vuelta a buscar mi campera de cuero y mis lentes, agarré todo y me fui en mi Lamborghini negro hasta la Av. Via Appia.

Llegué luego de cinco minutos estaba lleno de autos muy lujosos. Seguí avanzando hasta reconocer los autos de mis amigos. Estacioné al lado de los de ellos, me bajé consiguiendo todas las miradas de los que estaban ahí.

-Nunca podes llegar a un lugar sin llamar la atención ¿no?. -me pregunta divertido Umberto.

-Nunca. -le contesto del mismo modo.

Seguí saludando a todos, vi muchos autos lindos y potentes pero no tanto como el mío.

-Jason, ¿corremos?. -me dijo una voz muy conocida atrás mío.

Me di vuelta y me encontré al que menos me quería ver, Grayson Thompson un viejo amigo mío que me traicionó y no lo puedo ni ver en figuritas, pero como es tan hipócrita me sigue hablando.

-¿De verdad queres ser humillado?. -dije mirándolo fijo con superioridad. -Si es así, corramos. -dije encogiéndome de hombros, pasando por su lado y chocando mi hombro con el de él.

Entre en mi auto, ya todos los espectadores estaban fuera de la calle dejándonos el paso libre. No apostamos nada, Grayson no quiso, es obvio que tiene miedo a perder.
Prendimos los autos, el tiene un Ferrari rojo, muy buen auto, pero no va a ganar, no si soy yo él que corre contra él.
Una chica con muy buenas curvas se para delante  y justo en el medio de los dos autos, levanta su brazo derecho, nosotros nos preparamos, lo baja y salimos a toda potencia.

Todo venía más que bien, yo iba adelante como siempre hasta que en una curva Grayson me choca por detrás y hace que pierda por cinco segundos el control del auto. Cuando ya lo tengo todo bajo control, miro por la ventanilla de mi auto y veo al de Grayson estar adelante mío.

-Hijo de puta. -digo entre dientes.

Piso más el acelerador, lo alcanzo, choco un poco la parte trasera de su auto como el lo hizo y hago que pierda el control.

Ojo por ojo, diente por diente.

Y como era de esperarse, lo pasé, seguí delante de él hasta llegar a la meta.
Frene y me bajé del auto. Todos vinieron a felicitarme, una muchedumbre vino al lado de mi auto.

-¡Muy bien, Jason!. -me felicitó Paolo.

-Era obvio que le ibas a ganar.

-Sí, lo sé. -contesto sonriente.

Vuelvo a subirme a mi auto, lo arranco y vuelvo manejando tranquilamente hasta el lugar donde estaba estacionado hace media hora.
Me bajo y mis amigos vienen al lado mío.

Mientras hablábamos veo como viene Grayson hasta donde yo estoy. Gruño cuando se ubica al frente mío.

-Buena carrera. -dijo estirando su mano para que la tomara, miré su mano y lo volví a ver a él, la bajó enseguida.

Siento la risa de mis amigos y me les uno.

-Gracias. -dije seco.

Me sonrió pasa por al lado mío y para en el mismo lugar.

-Es linda Adrienna.

¿Que acaba de decir?.

-Cuidala mucho. -dijo yéndose y riendo.

Quedé en shock, ¿De dónde la conoce?

Me di vuelta y lo miré fulminándolo con la mirada.

-Hijo de puta. -dije muy enojado y con los puños cerrados. -Le llegas a hacer algo a Adrienna y te mato. -dije acercándome a él.

-Yo no le voy a hacer nada, por ahora. Solo cuidala. -dijo sonriendo cínicamente. -Decile lo mismo a los gemelos.

-Le llega a pasar alto y te mato. -dije muy cerca de su cara. Se rió y se fue.

-¡¡Saluda a Adrienna de mi parte!!. -gritó riendo y yéndose con los idiotas de sus amigos.

Quise ir a pegarle pero Emilio me paró.

-¿Qué haces?. -espeto enojado y lo empujo.

-Jason, tranquilo, ¿quién es Adrienna?. -preguntó Emilio.

-No importa quien es. Llamen a los gemelos y díganle que vamos para su casa. -dije mirándolo serio. -Nadie le va a hacer algo a Adrienna mientras yo esté vivo. 

Dicho eso entre de nuevo a mi auto y salí a todo lo que da hacia la casa de los Ginoccio.

Jason. ©   (1º libro) - Editando. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora