Jason. © (1º libro) - Editando.

Capítulo 65

Maratón 7/?

Jason's POV

La puerta de mi oficina se abre. No le doy importancia. Mi mirada sigue puesta en el campo de entrenamiento.

-Gian Lucas volvió. -dice mi mellizo.
-Jodeme. -digo sarcásticamente dándome vuelta y mirándolo. Rueda los ojos.
-Deja tu sarcasmo para otra situación. -gruñe. -¿Qué mierda está haciendo acá?.

Iba a contestarle cuando escucho pasos apresurados y veo a los gemelos entrar. Se los ve enojados.

-Gian Lucas volvió. -dicen al unísono. Suspiro.
-Ya lo... -- soy interrumpido por Emilio y Umberto quienes entran al igual que los gemelos.
-Gian Lucas volvió. -ruedo los ojos. Mi paciencia se está acabando.
-¿Alguien más va a.. -- y me vuelven a interrumpir.
-Gian Lucas volvió. -dice Giovanni entrando con Camillo, Angelo y Paolo detrás de él.
Esto es el colmo.
-¡YA SÉ, MIERDA!. -grito y tiro el vaso contra la pared haciendo que se rompa.

Todos se quedan en silencio. Mi respiración es irregular. ¿Por qué vuelve justo ahora? ¿Qué mierda quiere?.

-Llámenlo. -ordeno.
-Nosotros vamos. -dicen los gemelos.
-Díganle a Adrienna que siga con el entrenamiento con los demás, ¿ok?. -asienten.
Sin decir más los gemelos se van.

Nadie puede hacer lo que hizo él. No podes desaparecer por varios meses de este negocio porque se te cantó, así no sirve y yo no lo voy a permitir.
La ira corre por todo mi cuerpo y lo malo de todo esto es que si a Adrienna le sigue importando Gian Lucas no voy a poder hacer una mierda. Pero, ¿a ella le interesó si a mí me seguía importando Anastassia?. No lo hacia en lo absoluto, pero ni siquiera me preguntó.

-Jason. -me llaman. Levanto la vista encontrándome con Gian Lucas siendo escoltado por los gemelos.
-Todos afuera. -ordeno. -Menos ustedes dos. -señalo a los hermanos Ginoccio.

Cuando todos se van, menos mi hermano y los gemelos, me siento en mi silla apoyándome sobre el escritorio con mis codos y mis manos entrelazadas. Mi hermano se queda parado al lado de la ventana, los gemelos hacen sentar a Gian Lucas en la silla al frente mío y luego ellos se sientan en unos sillones.

-Tanto tiempo.. --
-Callate. -lo interrumpo. -¿Por qué volviste?.
-¿No me extrañaron?. -pregunta tratando de ser divertido. Veo como Amedeo se levanta para pegarle pero le hago una seña para que no lo haga. Gruñe.
-Si te hubiésemos extrañado te hubiésemos buscado. -contesta mi hermano.

Mi vista no se aparta de la de Gian Lucas. A veces baja la mirada intimidado.

-No me respondiste. -digo seco. Traga fuerte.
-Responde. -gruñe Agostino.
-O lo haces por las buenas o por las malas, Gian Lucas. -le advierto. No contesta. -Será por las malas entonces. Chicos. -los gemelos se paran.
-¡No!. -grita. -Aho-ahora te respondo. -suspira. -No sé cómo te vas a tomar esto, pero te voy a decir la verdad, seguimos siendo amigos ¿no?. -me sonríe. Niego. -bien... em. -pasa sus manos por su pelo. -Estaba celoso. Adrienna nunca tuvo un novio, aparte de Rafael. --
-¿Y eso te molestó?. -interrumpe Amedeo parándose. -¿Te molestó ver feliz a mi hermana?.
-No, no.... bueno sí. -admite. Amedeo gruñe y le pega.
-Amedeo. -lo llamo. -Sentate. -ordeno. -mi amigo bufa pero me hace caso. -Continúa.
-Estaba celoso porque Adrienna nunca me iba a mirar de la manera en la que te miraba y mira a vos, Jason. Soy su mejor amigo desde hace mucho y me alejé de ella y de mi trabajo por mis celos. -ríe. -Volví porque me di cuenta de mi error. Así que perdón y esta vez voy a dar lo mejor de mí. -dice seguro y sonriendo.
-Anda a entrenar. -ordeno. -Y que sea la última vez, ¿quedó claro, Bianchi?. 
-Si, señor. -dice sonriendo más que antes y se va corriendo.
-Ustedes dos. -miro a los gemelos. -A entrenar. -ruedan los ojos y salen.

Me encamino hacia la ventana y me ubico al lado de mi hermano.

-Lo hace muy bien. -dice mirando a Adrienna.
-Sí.

-¡GINOCCIO A ENTRENAR!. -grita Adri. Con James reímos. Agostino le dice algo y la cara de su hermana cambia. -30 VUELTAS MÁS CORRIENDO. -grita. Agostino abre la boca para quejarse pero su hermana lo interrumpe. -¡AHORA!

Y en menos de lo que canta un gallo Agostino estaba corriendo. Con James no pudimos aguantar la risa. ¿Desde cuándo Agostino corre?
Vimos como llegaba un auto completamente negro, con mi hermano nos miramos y bajamos. 
Todos los que estaban entrenando pararon al ver a mi padre. Siempre hacen lo mismo y no sé porqué.

-¡¿Acaso yo les dije que pararan manga de monos!?. -grita Adrienna. -¡Vuelvan a lo que estaban! ¡YA!. -y como arte de magia todos le hacen caso.

Veo como mi padre ríe y niega divertido. Con James nos miramos confundidos. Atilio debe de tener un trastorno de bipolaridad.

-Jason, James. -nos saluda nuestro padre al llegar al frente nuestro.
-Padre. -saludamos al unísono.
-¡DE SANTIS!. -grita Adrienna. Los tres nos giramos a verla. -¡ARRIBA!. -Enzzo no hace lo que dice. -¡NO DIJE QUE DESCANSARAS, ARRIBA!.
-Callate, Adrienna. -todo el campo queda en silencio.
-O te paras ahora o te paro yo de una patada en el medio del culo, Enzzo. -dice Adri encaminándose hacia él.

Enzzo se levanta quedando al frente de Adrienna. Él le saca como cuatro cabezas.

-Ponete a entrenar, ahora. -dice ella mirándolo a los ojos. Él sonríe.
-¿Por qué?. -dice coqueto. Mi sangre comenzó a hervir.
-Porque yo lo digo. -contesta seria.
-¿Por q.. --
-¡AHORA!. -grita haciendo que Enzzo se sobresalte. -No estoy de humor así que o te pones a entrenar ahora o vamos a pasar a otra instancia. -dice entre dientes.
-No te enojes, enana. -dice y la abraza. -Te estaba jodiendo, ahí voy.
-Tarado. -contesta Adri y ríe. Se separa del abrazo y lo empuja. -Ahora, anda. -De Santis ríe y se va.
-Que caracter que.. --
-¿¡QUÉ MIRAN?!. -grita interrumpiendo a mi padre. Todos salen de su trance y comienzan a entrenar de nuevo. Se da vuelta para volver a su lugar y ve a Atilio. Sonríe y viene corriendo.

-Adrienna.. -dice mi padre y abre los brazos. Adri va enseguida y lo abraza.
-Lo extrañé mucho, Atilio.
-Yo también, ahora vamos arriba que necesito hablar con el inepto de Jason y con vos, Ángel. -dice mirándome serio pero con una sonrisa para Adrienna. -James, seguí con el entrenamiento. -ordena. Mi mellizo asiente.

James se encamina hacia el puesto dónde estaba Adrienna, grita un par de cosas y todos vuelven a sus actividades.

-Ahora sí, vamos. -dice mi padre fulminándome con la mirada.

Nos encaminamos hacia mi oficina.. Les puedo asegurar que de algo estoy muy seguro, esta charla no va a ser nada buena para mí.