Capítulo 63

5.6K 355 27
                                    

Maratón 5/?

Adrienna's POV

-Tinimis niivi hiimbri. Ishtin Cillins. -digo burlándome. Todos sueltan una carcajada mientras yo bufo y los fulmino con la mirada.
-¿Queres decirle vos lo que tiene que hacer en los entrenamientos, Ángel?. -dice James sonriendo cínicamente. Sonrío de igual manera.
-Obvio.
-Oh, no.. -dice Ashton mirándome con los ojos abiertos.
-¿Tenes miedo?. -pregunto. -¿Le tenes miedo a una mujer?. -río. Niega. -¿Entonces?.
-Es que sos re hija de mil, Adrienna. -bufa. -Y más ahora que no querías que entrara.
-No le faltes el respeto a tu superior. -dice Amedeo mirándolo fijo.
-¿Qué?... O sea, ¿Qué Adrienna es mi superior?. -mis hermanos asienten. -Cagué.

Suelto una carcajada y luego digo:
-No va a ser taaan duro solamente por ser principiante, ¿ok?. -mi amigo asiente. -Esperen. -frunzo el ceño. -¿Yo? ¿Superior?.
-Si, Adrienna. -contesta seguro Jason. -Te dimos el poder ese, confiamos plenamente en vos. -me sonrojé y asentí.
-Entonces, ¿ya no somos amigos?. -pregunta Ashton en un hilo de voz. Mi corazón se estruja al escuchar eso. Voy enseguida y lo abrazo.
-Si, mi vida. -lo miro a los ojos. -Pero en la casa de los Gangardi me tenes que tratar como 'Señora', ¿si?. -él asiente. Sonrío. -Tengo hambre. -digo separándome de Ashton y yendo a la cocina.
-¿Vas a cocinar?. -pregunta Agostino. Asiento.

No dice nada más y se va. Escucho como prende la televisión y veo como todos se sientan a ver un partido de fútbol.
Busco en la cocina todos los ingredientes que tengo que usar para preparar los cupcakes favoritas de mis hermanos.

Estaba vertiendo la masa en los moldes cuando escucho un "¡GOOL!", tiro todo al piso y el bowl se rompe. Grito de frustración y salgo pisando fuerte hasta el living. Agarro el control y apago el televisor. Se quejan pero no me dicen nada.

-A ver pedazos de orangutanes. -me pongo adelante de ellos. -¿Pueden dejar de gritar cada puto gol que metan los jugadores? Gracias.
-¡Adrienna!. -bufa Agostino.
-¿Qué?. -pregunto seca.
-Podrías calmarte y volver a prender el... -no termina porque ve mi cara.
-Por su culpa manda de idiotas rompí el bowl de vidrio.
-¿Qué bowl de vidrio?. -pregunta Amedeo. -¿Tenemos uno?.
-Si, si lo tenemos y me lo había regalado nuestra abuela.
-Mierda.. -susurran los gemelos.
-Ahora por gritar como idiotas, se quedan sin cupcakes. -termino y le tiro el control en el pecho a Amedeo.

Escucho sus quejas mientras voy caminando de nuevo hacia la cocina. Agarro la bandeja dónde estaba la masa y la tiro. Cumplo con lo que digo.

-Ángel. -me llama James.
-¿Si?.
-¿Vamos a mi casa?. -pregunta. Me tenso al recordar la escena vivida ahí. Pero mi curiosidad se despierta.
-¿La chica sigue ahí?. -James sonríe y asiente.
-¿Y? ¿Vamos?. -sonrío de oreja a oreja.
-Obvio.

Voy corriendo a mi habitación, me cambié y nos fuimos todos a la casa de los mellizos.
Estaba muy nerviosa, los recuerdos vuelven a mí. La ira y las ganas de hacer que sufra surgen.

Llegamos luego de treinta minutos los cuales fueron aburridos porque nadie habló.

-Llegamos. -anunció mi hermano y yo salgo corriendo del auto.

Abro la puerta y todos me ven sorprendidos.

-¿Dónde está?. -pregunto con voz ronca.
-¿Qui-Quién?.
-No se hagan. -gruño entre dientes. -¡¿Dónde mierda está la puta esa!?. -grito haciendo que algunos se sobresalten. Me señalan las escaleras al sótano. Sonrío y me encamino hacia allá.

Me fijo que nadie me esté siguiendo. Paro en seco al ver a dos guardias.

-Sus pistolas. -pido seria. -¡SUS PISTOLAS!. -grito y me las dan enseguida. -Gracias muchachos. -sonrío. -Ahora, córranse. -obedecen inmediatamente.

Entro y cierro la puerta con llave, los idiotas de la puerta me la entregaron por miedo. JA! ¿Miedo a una chica? Si, deberían tenerlo.

La veo ahí, atada a una silla, su pelo rubio está hecho un asco. Levanta su mirada encontrándose con la mía.

-Por favor... ayúdame. -suplica. Le pego con el mango de la pistola. Grita y comienza a llorar.
-¿Acaso nunca te dijeron que lo mío no se toca?. -digo muy cerca de su cara.
-Sos una... -le pego de vuelta haciendo que escupa sangre de su boca.
-Terminá. -ordeno.

Escucho pasos apurados y tratan de abrir la puerta. Los ojos de la puta se iluminan al ver en la enorme ventana a Jason, James, Camillo, Giovanni y a mis hermanos.
Los mire, les sonrío y los saludo inocentemente.

-¡JASON! ¡AYUDAME AMOR!. -grita. Giré mi cabeza como el exorcista.
-¿Qué dijiste?. -pregunto lo bastante enojada. Se asusta con mi mirada. -Repetí lo que acabas de decir.
-A-Amor. -tartamudea. Tiro el arma para algún lado. Le sonrío y comienzo a golpearla.

¿Quién mierda se cree? ¿Amor? JA! En tus sueños puta.
La ira me ciega, no puedo ni pienso parar. Escucho como gritan mi nombre y tratan de abrir la puerta mas no me detengo. No quiero.
Los gritos de ella pidiéndole ayuda a Jason no me servían para poder ni querer parar. Sin embargo paro al ver que se está quedando inconsciente.
Veo mis manos llenas de su sangre y un poco mía. Me mira a los ojos y le sonrío.

-Por... favor. -dice como puede. Le agarro la barbilla haciendo que me mire directo a los ojos. Niego sonriendo.
-Nadie se mete con lo que es mío. -digo. Le doy un beso en al frente y agarro el arma tirada en el piso. Ella comienza a llorar y gritar.

La apunto con mi arma.

-¡NO!. -grita. Ruedo los ojos.
-Te metiste con lo que es mío y eso mi querida... ¿Cómo es tu nombre?.
-A-Anastassia. -dice sollozando. Escupe sangre.
-Bueno, mi querida, Anastassia, te metiste con lo que es mío y es no es nada bueno, mi vida. -le sonrío cínicamente.
-Prometo irme, pro... -
-Shh, ya es tarde.

Y antes de que pueda meter bocado, jalo el gatillo del arma matándola con un balazo en el medio de la frente. Sangre salpica en mi cara y en toda mi ropa. Por suerte no tenía algo blanco o de color.

Sonrío al ver el cuerpo tirado chorreando sangre. Me estiro la remera, abro la puerta y salgo. Miro a todos y están en completo shock.

-Idiotas. -susurro divertida. -Toma. -le entrego el arma al guardia que estaba en la puerta. -Ah, y quemen el cuerpo, no queremos que bacterias estén rondando por acá. -digo mirando con asco a Jason.

Paso por entre medio de ellos, subo las escaleras y me dirijo al baño. Nada mejor que una ducha caliente después de estar tan tensa.

La enseñanza de hoy es que:

Nadie se mete con lo que es mío. Nadie.

~~~~

Holaa!! Bueno, les quería avisar que estoy enferma y creo que no voy a subir tantos capítulos en el maratón... creo. Aparte de todo eso no tengo internet 💔 No sé cómo es que he sobrevivido ahre.

Bueno, les quiero agradecer por llegar a los +50K y por estar en el puesto 861 en Novela Juvenil 😍 Sin ustedes esta novela no estaría en dónde está.

Las amo, gracias

pd: odio hacer estas notas así que va a ser la primera y última. Si tengo que aclarar algo va a estar en los comentarios.

Jason. ©   (1º libro) - Editando. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora