Capítulo 45

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Adrienna's POV

Después del duro entrenamiento de dos horas sin parar, ya estaba bañada y cambiada, a petición de James, elegante porque ahora como todos me conocen como la novia de uno de sus jefes y la cuñada del otro, tengo que imponer respeto ante todo y todos. No creo ser capaz de esto, pero vale la pena intentar.
Salí de la habitación donde estaba después de verme por tercera vez en el espejo.
-Hola Camillo. -salude a mi guarda espaldas. Y sí, Jason y James me habían puesto uno. Era un hombre grande y es muy simpático, me hace acordar a mi papá.
-Hola señorita Ginoccio. -saludó cortés. -El señor Jason me ha pedido que la lleve hasta su oficina. -asentí y nos encaminamos hacia donde mi novio había indicado.
Cuando llegamos Camillo me abrió la puerta para que pasara, entre y vi a Jason sentado en una silla muy linda de cuero bordó detrás de un escritorio grande de madera oscura. Me vio y sonrío. Delante de él había alguien que me daba la espalda. No le di importancia.
-Ven aquí mi querida Adrienna. -me dijo Jason parándose y tendiéndome su mano, la cual gustosa agarré. Él se volvió a sentar y yo me quedé parada al lado de él con mi mano apoyada en la parte alta del respaldo de su silla. Levanté la vista de mis zapatos y vi que el que me estaba dando la espalda era el mismo chico que se sobrepasó conmigo.
-Prosigamos en lo que estábamos Baccarini. -continuó diciendo Jason. -Ahora, explicale a ella porqué te sobrepasaste cuando la viste. -exigió Jason. El chico no decía nada. Vi como Jason apretaba la mandíbula. -Baccarini... -advirtió. El chico se levantó de la silla y yo me asusté. Jason solo lo quedó mirando.
-Es que.. a ver.. nunca vemos a una chica por el campo de entrenamiento, es demasiado raro y creo que sos la primera. -me dijo Baccarini mirándome. -Tampoco creí que Jason iba a tener novia, y menos una tan linda y con unas curvas de morirse.. -iba a seguir pero una tos falsa de Jason lo interrumpió. Baccarini tragó fuerte. -De verdad le pido mil disculpas señora. -me dijo. Lo miré a los ojos. No le creía.
-Que sea linda o que tenga buenas curvas no justifica el porqué te sobrepasaste conmigo. -hablé segura de mis palabras.
-No sabía que usted era la novia de Jason. -dijo mirándome.
-Sigue sin justificar Baccarini. -apoye mis manos en el escritorio y lo quedé mirando fijo. -Sea la novia de quien sea me tenés que tener respeto igual, soy mujer, no soy ningún objeto sexual tuyo ni de ningún hombre. -volví a mi posición anterior. -Tenés que tener respeto hacia los demás. -asintió. -Espero que no se repita Baccarini. -vi como su mandíbula se apretaba. Jason me miró sonriendo orgulloso.
-Me importa una mierda quien seas Adrienna. -gruñó Baccarini. Lo miré alzando una ceja. Jason se iba a parar pero lo frene. -No sos quien para venir a decirme que hacer, si quiero meterte mano a vos o a las demás chicas lo voy a hacer, no sos mi madre. No sos nadie. -dijo mirándome. -Seguramente sos una de las putas de Jason o de James y estás acá porque debes saber algo. -lo quedé mirando. Reí cínicamente.
-¿Estás seguro de lo que decís?.
-Demasiado seguro.. puta. -mi sonrisa creció más.
-Repetilo. -ordené.
-Puta. Puta! PUTA!. -rió. Paro de hacerlo cuando sintió el frío de un arma en su nuca. Sus ojos reflejaban miedo.
-Volvé a llamar a mi hermana puta y vos vas a quedar enterrado 3 metros bajo tierra. -habló Amedeo detrás de el sosteniendo el arma.
-Repetilo. -le dijo Agostino. Jason se paro.
-Bajen el arma chicos. -mis hermanos hicieron lo que Jason le pidió. Agarró la cara de Baccarini y lo quedó mirando a los ojos. -Ahora por faltarle el respeto a MI mujer, vas a tener una muerte lenta y dolorosa. -dijo Jason sonriendo. -Llévenselo. -le ordenó a mis hermanos, ellos asintieron y se lo llevaron mientras Baccarini gritaba y pedía por favor que no.
-¿Qué le van a hacer, Jason?. -pregunté mirándolo.
-No vas a querer saber Adri. -me besó. Se sacó el saco y se arremangó las mangas de su camisa, que por cierto, le quedaba a morirse el traje. Me miró, sonrío y se fue caminando hasta dónde se habían llevado a Baccarini. Me quedé mirando hacia allá y veo a James caminar hacia el mismo lugar que Jason. Mierda.
-¿Camillo?. -llamo a mi guarda espaldas. Él me mira. -¿Puedo ir con Jason?. -pregunto esperando un si como respuesta.
-No señora. -suspiro.
-¿Él va a estar bien?. -preguntó mirándolo. Camillo sonríe.
-Si señora, él ya sabe como manejar todo esto. El que no va a estar bien va a ser Baccarini. -rió. Asentí.
-¿Comemos?. -sugerí mirándolo.
-Bueno, ¿usted tiene hambre?. -me preguntó.
-Demasiada. -reímos y nos encaminamos hacia la cocina.

Comimos entre risas, Camillo es muy simpático. Aunque sea mucho mayor que yo nos llevamos muy bien.
Descubrí que tiene 62 años, aunque no los aparenta y que tiene una mujer sin hijos porque su mujer no podía tener.
Seguimos charlando hasta que veo que Camillo de pone serio y me mira.

-Adrienna..

Jason. ©   (1º libro) - Editando. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora