Maratón 2/?
Amedeo's POV
Adrienna desde que vio a Jason con otra y vivió esa escena en la casa de los Gangardi no ha vuelto a sonreír como antes, no tiene el mismo brillo en sus hermosos ojos y como hermano me duele, más sabiendo que le prometí a mis padres que nada ni nadie le haría daño. Pero no pude. Ahora mi pequeña hermana tiene el corazón roto... Y lo peor de todo es que fue mi mejor amigo el que se lo rompió.
Mi hermana se ha pasado toda esta semana encerrada en su habitación mirando series, llorando y yendo al hospital. Está mucho más flaca porque no come como antes, también se ha despertado llorando y gritando por sus pesadillas.
Nos han llegado algunas cartas anónimas dirigidas a mi hermana y cada una de ellas viene con una rosa roja. No sabemos que significa eso y con Agostino estamos muy preocupados.
Hoy vino con un chico, ¿cómo se llamaba? ¿Anton? no.. ¿Amelio? no.. ¿Ashton? Sí, Ashton. Creo que es su enfermero. Me cayó bien, raro, lo sé, pero Adrienna se ve feliz con él. Al menos hoy se estaba riendo a carcajadas cuándo entramos con mi gemelo a su pieza. Amo verla riendo.
-¿Nos estás escuchando?. -salgo de mis pensamientos al escuchar la voz de James.
-No, ¿qué decías?.
-Mi hermano quiere que lo acompañen a Rusia con sus hombres. -informa. Fijo mi mirada en Jason y se lo ve... horrible. Hago una mueca. Miro a mi hermano, este suspira y asiente.
-Sí.Jason desde que pasó eso con mi hermana no nos dirige la palabra, no nos mira y cuando lo hace enseguida agacha la cabeza. Su mellizo dice que es por vergüenza porque nos prometió que nadie le iba a hacer daño mientras él estuviera pero él fue y es el causante del dolor de mi hermana en estos momentos.
Nosotros empezamos a seguir solo órdenes de James y de Atilio.-¿Cuándo saldríamos para allá?. -pregunta Agostino mirando a Jason. Porque se supone que vamos con él.
-Jason. -lo llamo. Nada. -Jason... ¡JASON!. -el susodicho levanta la mirada. Tiene ojeras y está más pálido de lo normal.
-¿Qué pasó?. -pregunta en un susurro. Miro a James, este suspira y niega.
-¿Cuándo nos vamos?. -pregunta mi gemelo.
-En dos semanas. -informa Jason.
-Perfecto.Luego de esa conversación todos nos quedamos callados por unos minutos.
James viene al lado mío y me susurra:
-Adrienna ¿está acá?. -asiento. -¿La puedo ver?. -lo miro por unos segundos y luego niego.
-No mientras tu hermano esté acá. -digo sin preocuparme en susurrar. James asiente entendiendo.Agostino se levante y va hacia arriba. Todos lo seguimos con la mirada. Yo ya sé qué fue a buscar. Luego de unos minutos vuelve con una caja en las manos, la tira sobre la mesa y comienza a sacar las cinco cartas con sus supuestas rosas. Cada una de esas cartas comenzaban con un "Querida Adrienna" y terminaban con "Te veré pronto" sin ningún tipo de inicial. Los hermanos Gangardi fruncen el ceño.
-¿Qué es esto?. -pregunta Jason agarrando una carta.
-Cartas para Adrienna. -contesta seco Agostino.Los mellizos se toman un tiempo para leer cada una de ellas. Cuando terminan los dos están con la mandíbula apretada.
-Hijos de puta. -susurra entre dientes Jason.
Antes de poder meter bocado, la puerta suena. Agostino va a abrir y vuelve con otra carta y otra rosa.
-Leela en voz alta. -ordena James. Agostino asiente.
-"Querida Adrienna,
Me he dado cuenta de que no recibiste ninguna de mis cartas ni mis rosas, triste ¿no? Sé que ahora tus hermanos están leyendo esto, así que, hola Amedeo y Agostino Ginoccio. Les voy a pedir una cosa chicos, no tiren las rosas, les van a servir para hacer un ramo con ellas para ponerlas en la tumba de su hermana.
Cuando menos se lo esperen Adrienna va a estar conmigo.
Te veré pronto mi querida, Adrienna."No aguanto y tiro todo lo que estaba en la mesa. ¿Quién mierda es él que manda las cartas? ¿Por qué mi hermana?.
Golpeo la pared una y otra y otra vez.
La ira me ciega. Siento dolor en mis nudillos pero sigo golpeándola, no me importa nada ahora, este dolor no se compara con el que pueda llegar a sentir si alejan a mi hermana de mí o si le llegara a pasar algo.
Veo sangre en toda la pared, escucho que mi hermano y los Gangardi tratan de hacer que pare, pero cuando meten a mi hermana en algo de eso nadie pero NADIE me para, al menos que sea ella mas no quiero que salga de su habitación.-¡AMEDEO!. ¡BASTA!. -luego de esos gritos siento unos pequeños brazos rodeándome el torso. -Basta, no te hagas daño porque me lo haces a mí también. -me da un beso en la espalda. Mis músculos se relajan. Me doy vuelta y la abrazo de nuevo.
-¿Qué no te había dicho que no salgas de tu habitación?. -digo y le doy un beso en la cabeza. Ríe.
-Te estabas haciendo daño y sabes que odio que hagas eso. -asiento. -Te amo hermano.
-Te amo más.Nos quedamos un rato abrazados, mis músculos se fueron relajando poco a poco.
La melodía de su risa y de su voz, la dulzura en su tacto y lo completo que me siento cuando estoy con ella hace que todos mis demonios se tranquilicen. Adrienna es como mi marca personal de heroína.Nos separamos de nuestro abrazo y ella se queda mirando un punto fijo detrás mío, sus ojos comienzan a aguarse y ahí es cuando caigo.
-Jason... -susurra en un hilo de voz.
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Jason. © (1º libro) - Editando.
Fiksi RemajaÉl tiene un secreto oscuro. Ella está dispuesta a descubrirlo. ❗️CONTENIDO EXPLÍCITO (+18)❗️ |SIN EDITAR|. #613 en Novela Juvenil. #472 en Novela Juvenil. #938 en Novela Juvenil. #861 en Novela Juvenil. #184 en Novela Juvenil. #570 en Novela Ju...