Capítulo 1

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Adrienna's POV.

Estaba corriendo por un sendero en un bosque que tenía demasiadas flores y hojas secas tiradas, mientras corría las hojas crujían, eso me relajaba, de repente ya no estaba más en el bosque, todo estaba oscuro, negro, no me podía mover y lo único que logré ver fueron unos ojos rojos que resaltaban en la oscuridad.

-Adrienna... -una voz me llamaba.

Se sentía tan real que hasta creía que la podía escuchar salir de mi garganta.
De repente un dolor horrible se ubica en mi estómago. Quiero gritar, quiero salir corriendo pero no puedo. Miro hacia abajo y lo único que veo es sangre brotar de mi estómago.

-¡Adrienna!. -grita una voz áspera en mí odio.

Me despierto exaltada y toda sudada, otra vez la misma pesadilla de hace semanas. Decido levantarme e ir al baño, hago todo lo que tengo que hacer y bajo a desayunar.
Luego de 15 minutos, bajan mis hermanos de mal humor, como siempre, me saludan con un beso en la cabeza y se sirven café en una taza con galletas de chispas de chocolate que les hice ayer; termino de desayunar, mientras recogía mi taza y la lavaba, el teléfono fijo de casa comienza a sonar y ninguno de mis hermanos de levantó a atenderlo, así que fui yo.

-Hola. -dije firme.

-¿Está Amedeo, preciosa?.- Ruedo los ojos.

¿Y este quien se cree?

-Disculpá, pero, ¿quién habla?.

-Jason hermosa, él me conoce muy bien.

-Ok.. Ahí te paso. -dije dudosa, igual, debe ser un amigo de mis hermanos; es obvio. -AMEDEO TE BUSCAN!! -grité tapando el teléfono en mi pecho.

-¿¡QUIEN!?

-UN TAL JASON!!

De repente veo a mi hermano salir de la cocina muy rápido y sacarme el teléfono de las manos.

Que humorcito, eh.

Subí a mi habitación y decidí poner música e ir a bañarme; mientras estaba muy tranquila en la tina tocan la puerta del baño haciendo que me sobresalte

-¿Qué quieren?. -dije un poco molesta.

-Adrienna, vamos a salir con Agostino, seguramente volveremos muy tarde.

-Bueno, cuidense los quiero. -digo cansada.

Siempre es lo mismo, reciben una llamada ya sea en sus celulares o en el teléfono fijo de casa y se van como si su vida dependiera de ello.

Suspiro y me dispongo a salir de la tina, cambiarme y llamar a Tattiana o Tita, como yo le digo cariñosamente.

*llamada telefónica*

-Hola? -dijo con voz somnolienta.

-Tita, amor, ¿te desperté? -dije divertida.

-No corazón, estaba en coma, gracias por salvarme. ¿Qué querías?.

-Uy, alguien se levanto de mal humor -escuche una risita de parte de ella y no pude evitar sonreír. -Solo quería invitar a mi mejor amiga a mi casa así podíamos salir a comprar ropa ya que mis hermanos no están, pero como está de mal humor creo que no va a querer...

-En 5 minutos estoy allá. -dicho esto, colgó.

Después de nuestra charla por teléfono, me quede pensando en quién sería ese tal Jason, y la manera en que Amedeo me sacó el teléfono fijo de las manos.
Esto es muy raro, mis hermanos me ocultan algo y voy a averiguar que es.

Voy hacia mi habitación y busco algo que ponerme.

Tita no debe de estar muy lejos.

Ella es la persona más puntual que puede haber, les juro.

Me termino decidiendo por un jean negro apretado, un top blanco con una rosa roja en la esquina derecha de la parte de abajo, mis adidas de siempre; agarro el celular, la billetera y bajo las escaleras mientras me voy haciendo un rodete despeinado en mi pelo.

Apenas termino de bajar escucho una bocina afuera de mi casa. Agarro las llaves de mi casa y salgo, cierro todo y me subo al auto con Tita.

-Trajiste tu tarjeta, ¿no?.

-Sí, esta ves no me la olvidé.

Luego de esa corta conversación, pusimos la radio y comenzamos a cantar a todo pulmón canciones que pasaban ahí.

Mi mejor amiga estacionó el auto en el estacionamiento del shopping y nos bajamos.

-¿Vamos?. -dice y me extiende su mano. La agarro.

-Vamos.

Dicho esto, entramos y comenzamos a recorrer todo y cada una de las tiendas.

-¡Vamos allá!. -señala una tienda de lencería.

Río al ver su entusiasmo y asiento.

[...]

-¡Por Dios, mujer!. -exclamo al salir del shopping.

-¿Qué?. -pregunta inocente.

-¡Con razón mis hermanos no me dejan salir de compras com vos!. 

-Ay, Adrienna, no seas exagerada.

-¿Qué no sea exagerada? ¡Tattiana son diez bolsas!.

-Las tuyas. -dice feliz y entra al auto.

Ruedo los ojos, abro la puerta del copiloto y entro también.

-Mis hermanos me van a matar. -suspiro.

-Como quisiera estar en tu lugar.

-Volve a decir eso y te estampo la cabeza contra el volante.

Tattiana me mira sorprendida, pero sabe lo celosa que soy con mis hermanos.

Son las cuatro de la tarde y yo ya estoy en mi casa. Mis hermanos, como siempre, no están así que termino de subir todas las bolsas a mi cuarto, me pongo algo más cómodo. Bajo por un vaso de agua y vuelvo a subir.

Dejo el vaso ya vacío en mi escritorio y me dispongo a ordenar todo lo de las bolsas en donde se supone que tendrían que ir.

-¿Qué mierda es esto?. -digo sacando un cuchillo de una de las bolsas con ropa.

Definitivamente mío no es, pero, es muy lindo así que me lo voy a quedar. Igual, ¿Por qué Tita compró un cuchillo? ¿Defensa personal?.

Rarísimo.

Sigo buscando en la bolsa y encuentro otros cuchillos, balas, guarda armas y una manopla de acero.

Ok, estoy más confundida que la mierda y tengo demasiadas preguntas que hacerle a mi mejor amiga.

Luego de varios minutos ordenando y guardando todo en su lugar, me acuesto en mi cama y le mando un mensaje a Tita.

"Tenemos que hablar."

Bloqueo el celular y lo pongo a cargar. Luego de varios minutos pensando en por qué Tattiana había comprado eso, caigo en los brazos de Morfeo.

Necesito respuestas y las voy a conseguir cueste lo que cueste.

Jason. ©   (1º libro) - Editando. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora