Tinta

Prólogo.

Barcelona, 1984.

"Y así eran las mil maneras en las que una podría perder la cordura, enamorándose"

Sonó la campana y Normani dejó de escribir sobre el papel, sabía que ya era hora de dejar la escuela, volvería a su casa para el almuerzo y tomar su trabajo en la vieja cafetería a la que solía ir siempre.

Profesor: Bien, no olviden que tienen dos semanas para elaborar el proyecto final, cuenta mucho si es que quieren ser universitarios. -dijo mientras recogía sus cosas y las metía en el portafolio. - señorita Jauregui, haga lo suyo.

Normani miró a ver a su amiga, quien le sonrió con superioridad.

Normani: Lau ¿me puedes decir que es lo que ha dejado como trabajo final? - se levantó y fue tras su amiga quien ya se encontraba en la puerta del aula. - en serio necesito que me lo repitas.

Lauren solamente río y negó con la cabeza, sabía que Normani solía ser distraída pero esperaba que pudiera prestar más atención en estas últimas semanas.

Lauren: Paso a tu casa más tarde, tal vez entonces puedas escucharme y saber que es lo que harás.

Normani: Te veo por la tarde entonces .-bajaban por las escaleras esquivando a los alumnos, pero se detuvo - espera Lau, tengo que ir a la cafetería, ya sabes mi mamá quiere que trabaje ahí, consiguió una cita para que me hagan una entrevista. No le veo el caso tener una entrevista de trabajo, está claro que necesitan ayuda ahí. - Lauren silencio a su amiga antes de que se desviará del tema, de nuevo.

Lauren: Como sea, te veo en la cafetería ¿es la de la avenida? ¿Dónde siempre comemos? .-la chica morena asintió .- te veré ahí a las 6:30, seré puntual.

Normani: Como siempre .- ambas rieron. - aún me falta la anécdota del periódico escolar, la haré por la noche.

Lauren era la encargada de la redacción del periódico escolar y sus relativos, y le había dado a Normani un puesto ahí porque ella era creativa para crear historias y anécdotas. Con ayuda de las revisiones, sus escritos siempre eran buenos.

El mes pasado, había escrito sobre cómo la tecnología nos afectaría en cuanto comenzará el siguiente siglo, y a pesar de sonar peligroso, Normani lo había hecho tan gracioso y divertido. Diciendo que se podrían hablar con extraños y hasta saber la vida de las celebridades. Una tontería, pero interesante.

Lauren, escribía más en el ámbito romántico, escribía poesías, y era muy buena en eso. Cualquiera se enamoraba de sus palabras.

Lauren: Esta bien, quiero que sea algo creativo señorita Kordei. Para ser el último de nuestra coordinación debe ocupar las cuatro semanas faltantes, con un total de ocho publicaciones.

Normani: Lo sé, prometo que será bueno. Entonces te veo en la tarde, mi padre vendrá por mí hoy y no le gusta esperar demasiado tiempo. Hasta luego Lau .-dijo abrazando a su amiga y corriendo en dirección a la salida del estacionamiento.

Lauren se preguntaba ¿qué relataría esta vez con la maravillosa tinta de la máquina de escribir?

•••
Después de su gran entrevista de trabajo, como lo llamaba ella, Normani platicó con Lauren sobre el trabajo final.

Lauren: Es una historia Normani, entre más cerca este de las clasificación de novela, mayor calificación tendrás.

Normani: Pero eso es muy largo de escribir Lauren, no sé qué escribir, lo que redacto usualmente es corto.

Lauren: Solo usa tu inspiración, y muchos motivos intimistas, eso mezclado con emociones suelen ser muy buenos.- tomó un pequeño sorbo de su café, el último de su taza.

Se levantaron para ir hacia la salida. Normani, por ser tan distraída, al abrir la puerta no se fijó y chocó ligeramente con una chica.

Normani: Lo siento, no vi que venía entrando alguien .- la chica murmuró un simple "no te preocupes" y siguió de largo. Normani se encogió de hombros y siguieron su camino fuera de la cafetería.

Ally acababa de chocar con alguien en la entrada de la cafetería, lastimando su hombro que ya estaba lesionado previamente debido a un accidente que tuvo. No le importó pues tenía que llegar a cubrir a Dinah, y se había pasado todo él día con Camila.

Dinah: ¡Al fin llegas pequeño gnomo! -dijo mientras alzaba los brazos y sonreía.

Ally: Dinah, con decir gnomo no tienes que decir pequeño, ellos ya son pequeños de por si. -dijo mientras se ponía un delantal blanco y se lo amarraba a la cintura.

Dinah: Como sea Allyson. Escucha llegó nueva chica, será empleada aquí. Habrá más tiempo libre. Y ya que has llegado, es hora de irme, me toca preparar la cena en casa.

Ally asintió.

Durante todo su turno en la cafetería, solo podía pensar en lo que plasmaría en aquel lienzo blanco.

Debía probar algo diferente.
Algo que impactará, y que valiera la pena todo el uso de su preciada tinta.