13. Tablero de ajedrez

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Las situaciones se van dando una tras otra, sin motivo y estrategia aparente. Pero el destino sabe mover cada una de sus piezas, como si se tratase de un tablero de ajedrez.

—Y... Jaque. —Normani empujó una pieza negra del tablero con el peón que tenía en sus manos, subió la mirada y sonrió ampliamente, ya había atrapado a Ally y la tenía con la guardia baja. Fue tan sencillo para ella.

Por su parte Ally enarcó las cejas, un poco sorprendida por el movimiento que la chica frente a ella había hecho, quito el apoyo de su mano apartando su rostro, observó el tablero una vez más tratando de entender que había pasado. Fue un movimiento muy bueno y gracias a eso, Normani le llevaba la delantera... O no.

Las piezas, tanto las blancas como negras, habían sido eliminadas poco a poco del tablero y estaban en un costado de  la mesa sin prestarles ya demasiada atención. Solo se mantenían con unas cuatro piezas que mantenían vivo el juego, aunque ahora Ally solo tenía tres que pudiera usar.

—Muy bueno—aceptó Ally mientras fruncía el ceño y pensaba como lo arreglaría—. Realmente fue un movimiento muy bueno Normani.

—Lo sé. Te dije que sabía lo que estaba haciendo y que tú ibas a perder porque...

—Pero...—Ally interrumpió a Normani levantando la mano lista para lo que iba hacer. Movió su torre negra hasta la casilla de adelante, donde tenía libre alineación con el rey blanco sin que Normani se hubiera dado cuenta que lo dejó solo—. Antes de que sigas celebrando, me gustaría decir... —se humedeció los labios antes de seguir con una sonrisa mucho más amplia—. Jaque mate.

Normani se quedó con la boca entreabierta en cuando vio el simple movimiento que había hecho Ally. Ella se había distraído tanto tratando de llegar con su reina hasta más adelante del tablero que olvidó lo demás. Sacudió la cabeza y cuando se detuvo se dio cuenta de que en verdad había perdido. Un simple movimiento la había dejado dejado fuera.

—¿Qué? —Normani preguntó sorprendida con la vista clavada en el tablero.

—Pues, que, he hecho Jaque Mate, Normani. —la chica morena apartó la mirada del tablero y cuando vio el rostro de la chica de enfrente no pudo evitar sonreír por la expresión que mantenía—. Muy básico—dijo Ally peinando su cabello con la mano hacia un costado.

Sí, sí que estaba sorprendida por el cambio drástico que tuvieron pero en verdad su sorpresa, era una de esas agradables y se debía a aquello tan impresionante que había hecho Ally. Ella ganó. Ganó. Así nada más. Sin avisarle.

—¿Cómo lo hiciste? Yo estaba ganando.

—Yo no voy a dejar perder nada Normani. Nunca. Por más extraño y difícil que sea la situación, intentaré salvar. —Ally se encogió de hombros—. Tú estabas tan absorta en que estabas a punto de ganarme y no te diste cuenta de que me habías dejado tu pieza mi merced. Yo te dije que sabía jugar ajedrez.

—Estaba completamente segura que podía ganarte. —Dijo mirando las piezas un poco divertida—. Solo sé que ahora quiero una segunda partida. Esto no puede quedarse así. —Normani enarcó las cejas.

—¿Una segunda partida? —Ally rió ligeramente, le divertía la expresión de Normani, la chica morena estaba seria con las cejas enarcadas y con los brazos cruzados sobre el pecho—. Yo no quiero una segunda partida Normani, me basta con esta por el momento. Ya deberías aceptar que perdiste.

—¿Tienes miedo de perder en la siguiente? —Normani retó—. Puedo asegurar que tuviste suerte en esta ocasión y ahora ya no te dejare el camino tan libre, estaré pendiente de cada uno de tus movimientos Ally —sonrió.

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