32. Pensar en Voz Alta

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Una unión de almas es más fuerte que un vínculo de atracción física.

Ally se sentó en una vieja banca que había en al patio trasero del local y mientras ponía a un lado las cosas que ella había traído de la cocina, Normani la observó sorprendida, porque jamás había reparado en el hecho de que la banca estaba ahí.

—¿Qué?—preguntó Ally riendo levemente al ver la expresión de sorpresa—. ¿No te esperabas esto o qué?

—Jamás vi esta banca—respondió Normani sentándose en ella y dejando las cosas a un lado para luego observar a Ally—. Realmente pasé por alto el hecho de que aquí estaba.

—Solía platicar con Dinah en nuestras horas de descanso, claro eso era antes de tener distintos horarios de trabajo y como hoy volvíamos a estar juntas después de un tiempo creí que podríamos estar aquí—explicó encogiéndose de hombros y palmeando la banca—. Me gusta el pequeño comedor, pero aquí hay más privacidad y menos ruido que adentro, y lo prefiero.

—Creí que habíamos venido aquí para que pudieras besarme—bromeó Normani acortando un poco las distancias y quedándose frente a frente con Ally, viéndola fijamente a los ojos.

—No, ya te dije venimos a almorzar con Dinah—corrigió Ally después de dejar salir una leve risita al ver la cara que ponía Normani, una mueca que le provocaba ternura—. Aunque ella nos ha abandonado en el camino de igual forma—respondió coqueta.

—Ese es un buen punto, entonces ¿sí podemos?—la mano de Normani viajó hasta tomar la de la chica entre la suya y acariciarla levemente con el pulgar antes de entrelazar sus dedos entre sí y conectar sus miradas.

—No, no podemos—respondió Ally simplemente, dejando un corto pero tierno beso sobre la mejilla de Normani.

—¿Por qué no? Dinah no está, no hay nadie aquí. Solo estamos nosotras dos por si necesitas esa privacidad—respondió suavemente Normani dejando posar su frente en la de Ally y viéndola directamente a los ojos—. Podemos aprovechar que ya estamos a medio camino de eso—susurró.

Ally negó divertida y con una leve sonrisa, sonrisa que desapareció en cuanto observó los labios de Normani entreabiertos listos para capturar los suyos y se dio cuenta que realmente quería hacerlo, quería besarla pero también había trazado un pequeño plan dentro de su mente en el que todo salía perfectamente cómo lo deseaba y sabía que haría que las cosas valieran la pena. Se apartó un poco y dejó nuevamente un beso en la mejilla de Normani, que sonrió con el tacto de los labios sobre su piel.

—¿Quieres salir conmigo mañana?—preguntó Ally desviando el antiguo tema de conversación—. Digo, si no tienes nada que hacer, o algo importante a lo que asistir y si quieres pasar un rato más conmigo. Podemos ir a caminar por ahí o hacer cualquier otra cosa. Hay un par de sitios que podemos visitar juntas—dijo nerviosa y bajando un poco la mirada hasta el espacio de banca entre ambas.

No estaba nerviosa porque dudara de que tuviera una respuesta negativa o porque se sintiera insegura de hacer lo que estaba haciendo, no, Ally lo estaba simplemente porque no quería que Normani descubriera de qué se trataba su plan ya que quería que fuera sorpresa. Además de que se sentía ansiosa. Quería que todo fuera lo más bonito de lo que hubieran imaginado ambas.

—¿Mañana después del trabajo?—preguntó Normani jugando con la mano de Ally en la suya, era tan pequeña pero de alguna manera sentía que encajaba en la suya, como si su propia mano estuviera creada para proteger la de Ally—. ¿Por qué mañana?

—Únicamente quiero invitarte a salir—respondió divertida—. No tiene que existir una razón para todo, solo quería invitarte a salir un rato conmigo. No tiene por qué existir un motivo oculto. Solo salir juntas.

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