Tinta

68. Fragmento de Realidad (Pt.3)

Hay más de dos partes en una misma historia. Cada fragmento de realidad le pertenece a quien la vive con sus propios ojos y a quien la siente con su propia piel.

En cuanto fue capaz de abrir sus ojos, tras escuchar el ruido de una puerta cerrándose, lo primero que hizo Normani fue extender los brazos para estirarse, queriendo alcanzar a su lado a Ally dándose cuenta que ella ya no estaba ahí y en cambio la cama se mantenía vacía con solo ella ocupando un pequeño espacio. Se frotó los ojos y en efecto vio la parte de la sábana, que cubrió el cuerpo de Ally por la noche, hecha un pequeño rollo junto a ella. Pasó su vista por la habitación deteniéndose en un reloj sobre la mesa de noche, notando que apenas había comenzado a salir el sol.

Bostezó y estiró los brazos para estar más consciente, seguidamente se dispuso a levantarse sentándose primero en una esquina de la cama. Recordó lo que había sido el día anterior y una sonrisa genuina, floja y somnolienta se iba formando en su rostro. Cerró los ojos mientras más pensaba en lo que fue el día anterior y cuanta felicidad fue capaz de sentir. Mucha más que en los días pasados quedándose en casa, tan triste y miserable por todo los acontecimientos que estaban llegando a su vida. Y aunque sintió una punzada de dolor al comparar todo, pudo esfumarlo rápido por recordar tan solo una cosa; en ese momento estaba donde quería estar.

Una pequeña oleada de escalofrío le recorrió el cuerpo y Normani soltó un suspiro seguido nuevamente de una sonrisa tan especial al cubrirse bien con las sábanas, dándose cuenta que no traía ropa. Y por el contrario, vio parte de sus prendas al pie de la cama un lado de ella.

FLASHBACK

EL DÍA ANTERIOR

-¿Crees que pueda quedarme aquí esta noche?-preguntó Normani mientras se quedaba de pie junto a la puerta y viendo a la pintora mientras se vestía. Habían confiado tanto en la otra, que estar de frente sin ninguna prenda sobre su cuerpo, se había convertido en un gesto de suma seguridad.

Un segundo después Ally levantó la mirada y la observó con suma ternura y amor. Sonrió mientras se acercaba a ella para acariciarle la mejilla. No tenía que responderle directamente porque ya con ese gesto lo hacía, pero aún así decidió hablar.

-No tienes que preguntar, mucho menos a mi Normani-aclaró Ally con una risita, luego se estiró para dejar un beso en la mejilla de su novia-. Eres totalmente libre de hacerlo, solo que si creo que es buena idea llamar a tu casa para avisar. Si están bien con eso y tú quieres, yo no me voy a oponer. Solo te pido que avises, amor.

-De acuerdo, entonces me prestarás tu teléfono-Ally asintió y después de dejar un corto beso sobre sus labios, caminó hasta la puerta.

-Bien. Entonces sigue en pie prepararte algo de cenar-comentó la pintora, Normani la siguió por el pasillo y hasta las escaleras-. ¿Qué tienes ganas de comer? ¿Se te antoja algo en específico?

Normani se detuvo unos cuantos pasos a pensarlo y al darse cuenta que dejó de caminar, la pintora la miró con curiosidad. Le gustaba verla en ese ánimo, parecía tan despreocupada y al mismo tiempo concentrada, no se daba cuenta de lo hermosa que podía llegar a ser solo dejándola ser. Ally sonrió y subió un par de escalones para tomarle la mano y entrelazarla, para llevarla hasta abajo.

-¿Tan difícil es pensar en algo de comer?-bromeó Ally viendo por encima de su hombro para notar que Normani reía.

-Pues es que resulta que no logro pensar en algo que vaya a disfrutar comer-comentó apretando la mano de Ally entre la suya-. Mejor dime, ¿qué tenemos en el mundo? ¿Hay degustación del platillo para ver si ese será el definitivo?