42. Llamada Inesperada

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Cuando a uno le importa alguien, no se queda cruzado de brazos si cree que puede hacer algo.

MADRID, ESPAÑA

La tarde estaba desapareciendo dando paso lentamente a las pocas estrellas que ya estaban sembrándose en el cielo, poco antes de que este se pintara de un color oscuro. El clima no era lo único diferente, se podía notar con sencillez lo diferente que Madrid resultaba de Barcelona, sí habían lugares mágicos en cada uno, pero la esencia era tan diferente.

Recién instalados en un hotel en el que se quedarían lo que durara del viaje, Derrick se encontraba animado al escuchar los planes y las ideas que tenía George Hansen mientras hablaban en una sala de reuniones que les ofrecía el lugar. Eran grandes ideas que no podían fallar y algunas de ellas él las había proporcionado, y con un poco de los demás, serían muy buenas. El ascenso estaba yendo bien.

Bastante bien en realidad.

—Yo voy a retirarme, el viaje ha sido agotador y ya hemos terminado al menos por el día de hoy, mañana comenzará lo que es realmente interesante—informó George Hansen bebiendo el resto de su bebida y se ponía de pie tomando su saco de la parte de atrás de la silla—. Y les recomiendo que hagan lo mismo, nos veremos mañana a primera hora en esta misma sala. Pasen buenas noches—se despidió.

Los otros hombres que lo acompañaban comenzaron a ponerse de pie a excepción de Thomas que se mantuvo en su lugar y atento a que Derrick no dejara la sala. Esperó que nadie más estuviera con ellos y se aclaró la garganta a tiempo que Derrick tomaba su saco, y conseguía obtener su atención.

—¿Qué te ha parecido lo que hemos estado platicando? Muy interesante ¿cierto?—preguntó Thomas jugando con el pequeño vaso de video entre sus dedos.

— Es información muy interesante y sobre todo importante. Tiene facha de que todo saldrá de maravilla en las siguientes reuniones—informó Derrick tomando un par de folders frente a su asiento—. Creo que las expecto as se cumplirán.

—Así es y probablemente fuera necesario realizar más reuniones—Thomas lo observó preparándose para tomar las cosas y decidió que era momento de actuar—. Es por eso que siempre todo bien arreglado antes de salir de viaje de negocios. Me importa que al regresar a la ciudad todo este de maravilla, justo como lo dejé.

— Tener todo bajo control siempre es satisfactorio—en cuanto asintió Thomas se puso de pie—. Supongo que también debemos ir a descansar, que pases una excelente noche.

—Igualmente Derrick... supongo que tienes las cosas bajo control el casa para estar tranquilo. Como tú mismo has dicho, tener todo en orden es satisfactorio—dijo hábilmente y Derrick se detuvo momentáneamente—. ¿Has dejado todo en orden, cierto?

—Lo más que ha podido quedar, supongo—respondió simplemente.

—¿Cómo esta Normani? ¿Todo con ella va en orden?—preguntó bastante hábil sabiendo a dónde llegaría—. Mi amigo Theo me dijo que su graduación sería en tres semanas, aún no estoy muy seguro de sí es completamente cierto pero eso implicaría que ella ya sabe en dónde va a estudiar... estoy realmente preocupado por ella y su decisión, interesado en su hace las cosas bien.

—Sigue con su misma decisión, no pienso que quiera cambiar de decisión en tres semanas. A eso se le puede agregar que su maestro de literatura la ha estado ayudando a ella y Lauren Jauregui con un comité. He comenzando a re pensar y tal vez no sea mala idea—respondió Derrick con duda en su voz—. Andrea la apoya.

Thomas se apoyó con más fuerza en un pie y se cruzó de brazos, observando al hombre que tenía frente a él y analizando la situación y lo que estaba escuchando. Si Derrick se decidía así nada más, siendo esa si elección, nada de lo que tenía en mente tendría éxito, y tendría que pensar en algo más. Pero no podía dejarlo.

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