Tinta

3.

Después de haber corrido tantas cuadras, Ally solo se pudo quedar de pie en aquella puerta. Supongo que se quedó ahí parada porque alguien así lo quería, para que al levantar la mirada pudiera sorprenderse con lo que vería.

Porque así fue.

Se había quedado sin aliento al verla y no era por el reciente ejercicio. Era verdad que ella estaba ahí de pie, frente a ella, a solo unos metros de distancia.

Sabía que por su delicado perfil, el cual Ally había apreciado aquella tarde, ella debía ser muy bonita pero no se imaginaba que su sonrisa fuera así de hermosa.

No fue un momento como en aquellos cientos de cuentos de hadas en los que al reconocerse se enamoraban y se dedicaban a tener una vida feliz. Eso no ocurre. Al menos no en Barcelona y en 1984, no aún.

Con esto no quiero decir que pasaron por desapercibida la presencia de la otra, porque ese momento fue de total admiración, de estar completamente frente aquello en lo que inconscientemente no habías dejado de pensar.

Bastó con que chasquearan los dedos para sacar a Ally de su pequeño encanto.

Camila: –¿Qué sucede? ¿No se supone que tenias prisa por llegar y ponerte ese mandil? Ve por él. –dijo dándole un pequeño empujón.

Ally: –Cierto, ¿te quedas? –Al fin apartó la mirada, para poder ver a su amiga.

Camila: –Solo un momento. –Se percató de a quién tenía en frente– Esa es la chica de la que te hablaba en la biblioteca.

Ambas avanzaron hasta donde estaba Dinah, junto con la chica morena.

Ally: –¿De quién hablas? –cuestionó confundida.

Dinah: –Pero miren quien se dignó en aparecer –Interrumpió y la abrazó para después darle un apretón a sus mejillas, sí, Dinah así la saludaba– creí que ya no vendrías a trabajar hoy pequeño gnomo.

Normani: –No tienes que decir pequeño, basta con decir gnomo. Ellos ya son pequeños de por sí –dijo mientras colgaba el mandil el el perchero que se encontraba a un costado. Sonriendo.

Dinah: –Fue justo lo que me dijo ella, pero no importa. –rodó los ojos por la obviedad–Ally, ella es la chica nueva que estará trabajando con nosotras, Normani.

Ally: –Un gusto, Ally Brooke –tendió su mano y le dio una sonrisa– y siempre voy a llegar tarde, y el día que no lo haga es porque en serio estaré muy mal.

Normani: –En definitiva Lauren tendría muchas riñas contigo –río ligeramente, mientras recordaba instantáneamente las veces que su amiga se había enojado con ella por eso– Normani Kordei –tomó la mano de Ally– un gusto.

El apretón de manos duró un par de segundos más de lo que duraría uno común.

Camila: –Hola hola. Sí, un gusto conocerte Normani, soy Camila. –haciendo que ambas voltearan a verla– en serio es un gusto conocerte Normani, estamos en el mismo instituto.

Dinah: –Sí, Normani ella es Camila Cabello pero eso no tiene mucha importancia –recibió una palmeada en la espalda por parte de la chica– ¡Ouch Mila! ¡Eso dolió! ... Bueno, si tiene mucha importancia ya que también es la mejor amiga de Ally, al igual que yo.

Normani: –¿Entonces tú también estás en el mismo instituto, Ally? –miró a ver a la chica más baja, un poco esperanzada tal vez así podría coincidir con ella más que solo en el trabajo.