28. Valiente y Segura

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Hay muchas maneras de definir la valentía, pero la más importante es aquella que dice acerca de defender lo que quieres a pesar de las consecuencias.

—¿En dónde estabas?—preguntó Thomas al ver que Normani se sentaba junto a su madre, y dejaba de sonreír en cuanto lo escuchó. Ahora sabía por qué eran esas estúpidas sonrisas—. Tardaste mucho en el baño.

El enojo era denso en cada palabra que salía de su boca, ya no veía a Normani de la misma manera porque la rabia nublaba las cosas y sobre todo no iba a dejar que alguien, que una simple chica, se metiera en lo que él quería, sus planes habían cambiado un poco pero seguía con el mismo objetivo de siempre; tener a la chica solo para él. Normani frunció el ceño completamente extrañada pero sobre todo a la defensiva, no le debía explicaciones.

—Dije que iba al baño, y además no creo que te deba explicar cada paso que doy—respondió Normani mirando a lo lejos como Ally se detenía frente a sus amigas, Thomas siguió su mirada y apretó las manos en un puño en cuanto se dio cuenta de a quién observaba—. Así que te pediría que respetes mis propios asuntos y no te entrometieras en ellos.

—Vaya asuntos—respondió burlonamente, dirigiendo una mirada de ira a donde Dinah y su amiga dejaban a Ally. Él también tenía asuntos que arreglar—. Yo también los tengo y creo que iré ahora mismo a arreglarlos, debo asegurarme de que esta reunión no se salga de control—informó dejando la servilleta sobre la mesa y apartándose de la mesa.

Normani se encogió de hombros y lo vio alejarse con pasos decididos, le dio muy poca importancia, a veces ni ella misma sabía la razón por la que Thomas se enojaba o por la cual se ponía feliz de un momento a otro. Pero ese no era su problema y lo evadió de la mente. Sonrió pensando en los tan pocos minutos de distancia que la separaban de ese momento que ya no podía olvidar, las cosas parecían estar de maravilla sin embargo poco sabía que iban a cambiar en tan poco tiempo.

—¿Estás feliz de estar aquí?—Normani asintió levemente a lo que preguntaba su mamá—. Se nota, te ves más contenta y no sé, pareces emocionada todo el tiempo. ¿Existe una buena razón?—murmuró Andrea cerca del oído de su hija—. Y con eso me refiero a alguna persona...

La mente de Normani se iluminó nuevamente con la imagen de tener a Ally tan cerca de ella, se limitó a sonreír levemente y simplemente dejó pasar el momento. Su mirada se encontró con la de su madre que le sonrió ampliamente.

—¿Entonces cuál es esa razón?—preguntó Andrea nuevamente observando el espacio donde se encontraban en busca de algún rostro conocido—. O debería decir... ¿Quién es esa razón?

—Te lo diré luego mamá—dijo Normani sonriendo.

En la cocina Jerry estaba dando un par de indicaciones a todos para que las cosas no se salieran de control, cuando Thomas entró observando a cada una de las personas que se encontraban dando el servicio, hasta que su mirada chocó con la de la persona que estaba buscando. La haría pagar por provocar enojo en él.

—Buenas tardes señor Hansen, ¿dígame puedo ayudarle en algo?—preguntó Kerry acercándose y estrechándole la mano—. Estaba informándole a todos las mesas de las que se haría cargo cada uno y en un segundo saldrán.

Thomas asintió y vio a Dinah junto a la chica que estaba buscando, la vio desde los pies hasta donde terminaba la cabeza con cierto aire de desprecio por vestir de esa forma, en especial por ayudar a dar el servicio en lugar de estar en la reunión.

—Esperaba algo mejor de ti Dinah—dijo en un murmullo cerca de su prima—. Pero no sé cómo siempre acabas sorprendiéndonos, no debí esperar más de ti—dijo con dureza y su mirada se posó en sus dos amigas a los costados—, pero claro, con esas amistades no podría esperar más...

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