Comienzas a darte cuenta que algo te hace falta cuando el día parece noche. Una silenciosa noche.
Plaza del sol, Barcelona.
Aquel era un buen lugar, amplio pero no tan grande, el pequeño cuadro rodeado por edificios y comercios de todo tipo.y sobre todo, tranquilo.
Las calles y espacios abiertos no estaban vacíos, la gente caminaba justo cuando ella salía de aquel edificio. Respiró profundo, y observó a su alrededor. Nadie parecía percatarse de ella y la actitud que en ese momento tenía pero no importaba. Las personas solo le prestan atención a lo que sucede en su propio mundo.
Ella aún podía sentir los nervios que la habían atacado hace unos minutos y ahora que había salido de aquel estudio sentía frío aún cuando la temperatura no era tan baja. Ally había seguido el consejo de Camila y había entregado parte de su trabajo al estudio que habían visto en un anuncio.
Tal vez tuviera suerte y su trabajo pueda ser conocido. Acomodó su mochila al hombro, inspiró una bocanada de aire y caminó hasta una banca alrededor de la plaza en donde estaba sentada su amiga, esperando por ella.
Camila: —¿Y bien? —sentía tanta emoción que tenía una amplia sonrisa en el rostro— ¿Cómo ha ido todo?
Ally: —Supongo que bien... —suspiró— estoy nerviosa, ¿y si no es suficiente? —frotó sus manos y miro a Camila por un par de segundos.
Camila podía decir que Ally tenía miedo, podía verlo en sus ojos. Sus ojos habían sido muy expresivos desde que la conocía, podían dar calidez, apoyo, amor e incluso transmitía miedo si así lo sentían. A través de ellos podían conocerla.
Camila: —Lo es —sujetó la mano de Ally— y si ellos piensan que no, tu no te rindas. No todos salen victoriosos a la primera.—sonrió para Ally— Además ellos no han visto lo nuevo que has estado haciendo.
Ally: —Recuérdame eso cuando ya me den informes.
Camila: —Por supuesto. ¿Vamos? —indicó el camino, Ally aún debía trabajar en la cafetería. Comenzaron a caminar en dirección hasta el lugar— ¿Tú crees que podamos pasar por unas flores?
Ally: — ¿Flores? —se giró y miro confundida a su amiga— ¿para qué quieres flores?
Camila: —Hoy es el cumpleaños de Sofi, entonces quiero comprarle una rosa— encogió de hombros— ella siempre ha querido una.
Ally: —Y yo también —bromeó— de acuerdo, vamos a comprar una rosa.—sonrió y recordó la floristería en esa misma plaza. Y al chico.— conozco un lugar.
Camila asintió y siguió a Ally, hasta la parte opuesta del camino. Confiaba en Ally ya que ella conocía muy bien lugares como estos, y la cafetería de sus padres no quedaba realmente lejos.
Entraron a un edificio lleno de flores que a Camila le costaba mucho trabajo caminar sin tirar algo al suelo. Pero al mismo tiempo el lugar estaba impregnado de aroma a flores de todo tipo. No podía diferencial a que flor le pertenecía cada uno sólo sabía que olía delicioso.
Camila: —Esto es mejor que tus pasteles —inhaló y exhalo el aroma y después río al ver la cara de su amiga— No me culpes, es fantástico.
Ally: —Esto solo lo hago por Sofi —advirtió.
Un hombre un poco mayor salió detrás del mostrador también lleno de pequeños maceteros, traía puesto un delantal de color rojo y una gorra. En su identificación que traía al pecho se podía leer "Patrick"
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Tinta
FanfictionObservó todo a su alrededor en la cafetería y nada la inspiraba. Ni siquiera el cielo en el cual parecía que el sol y la lluvia libraban una batalla, ni la música, ni el olor a café. Pero miró hacia el frente y ahí estaba, su inspiración, una esenc...