La noche nos deja vulnerables a revelar nuestros secretos y sentimientos más profundos.
PLAZA DEL SOL, BARCELONA
Plaza del Sol era un espacio lleno de pequeños lugares que casi tenían magia por sí solos, era un rincón en Barcelona en el que se podría disfrutar del ambiente agradable además de poner a explorar a una mente curiosa en busca de detalles que hicieran una diferencia en su día. No era sólo una plaza en una ciudad que crecía cada vez más sino era precisamente un lugar lleno de historia y de conocimiento para aquellos dispuestos a descubrirlo.
La cafetería Tardes de Café estaba teniendo una rutina diferente a la que habitualmente tenía, se escuchaba el ruido de los cubiertos chocar contra las vajillas, además de las voces de los comensales que platicaban y parte de los sonidos del Festival de las Flores que prácticamente estaba efectuándose a las puertas del local.
Ally estaba dándose un respiro bien merecido después de haber entrado esa tarde a la cafetería de sus padres. Dejó la bandeja que le estaba sirviendo hasta ese momento en la barra de la cocina y salió nuevamente al mostrador por si alguien más entraba. Apoyó la cabeza sobre su mano derecha y dejó salir un hondo suspiró viendo como todos interactuaban, y de nuevo pensó que había algo que no se podía sacar de la mente aun cuando no había parado de trabajar en el día.
El día anterior, durante la noche no había podido dejar de pensar en eso. No podía sacarse de la mente a Normani, no había razón aparente para que eso ocurriera, pero contra muchos pronósticos Ally simplemente se sentía atraída de alguna forma por ella, por aquella chica morena que tenía una sonrisa preciosa, aquella chica que no hablaba tan fácilmente con todos a excepción de sus amigos pero que con Ally simplemente era diferente pues se daba con más sencillez, y sobre todo que le parecía realmente preciosa de una forma indefinible. Esa chica simplemente le resultaba un mundo que no conocía.
Era increíble cómo había llegado a cuestionarse por qué pensaba tanto en ella, pero no una razón coherente o que fuera predecible. Simplemente había sucedido, ahora venía una parte más difícil y era pensar si simplemente eso estaba bien. Ally jugaba tocando los pétalos de la flor que tenía frente a ella sin dejar de pensar.
Dinah llegó apoyándose frente a ella, apartándola de sus pensamientos, se dio apoyo con los brazos y se dedicó a ver la mirada que tenía su amiga, le sonrió ligeramente.
—Ha llegado la hora de irme, creo que dormiré como una roca—bromeó Dinah mientras se quitaba el cabello del rostro—. Agradezco no trabajar los fines de semana—se apartó para poder quitarse el mandil y dejarlo donde iba—. ¿Estás segura de poder aguantar el resto de la noche? Has estado todo el día de aquí para allá.
Ally simplemente asintió con una ligera sonrisa y Dinah se encogió de hombros para tomar sus cosas e irse a casa, al igual que Ally había trabajado muchas horas y no pudo dejar pasar el hecho que su amiga parecía más contenta. Tenía un brillo en los ojos que la hacían ver diferente, preciosa.
—¿Dinah?—preguntó Ally al ver que su amiga ya le daba la espalda.
—¿Sí?—la chica mas alta respondió dándose la vuelta para ver frente a frente a su mi amiga—. ¿Qué sucede?
Un suspiro muy largo escapó de los labios de Ally y observó a su amiga directamente a los ojos, y por la mirada que recibía supo completamente que podía confiar en ella, al menos para aliviar todos aquellos pensamientos en su mente. Dinah era su mejor amiga y podía confiar ciegamente en alguien como ella.
ESTÁS LEYENDO
Tinta
FanfictionObservó todo a su alrededor en la cafetería y nada la inspiraba. Ni siquiera el cielo en el cual parecía que el sol y la lluvia libraban una batalla, ni la música, ni el olor a café. Pero miró hacia el frente y ahí estaba, su inspiración, una esenc...