Tinta

33. Como un Viejo Amigo

Existe más de una conexión especial en nuestra vida. Es nuestra misión encontrar la explicación.

BARCELONA, ESPAÑA

FLORISTERÍA "RINCÓN DE LAS FLORES"

—¿Para qué es exactamente esta ocasión?—preguntó James cruzándose de brazos y viendo a Ally con un poco de duda, no era muy curioso pero necesitaba más datos para poder ayudarla—. Puedes comenzar por decirme cuál es exactamente el motivo por el cual piensas que regalar una flor valdría la pena. Algo que quieras expresar con ella.

Ambas de sus amigas, Dinah y Camila, la miraban con una sonrisa divertida y provocando que Ally se ruborizara completamente y bajara el rostro un poco tímida, no avergonzada porque estaba completamente que no lo estaba, pero sí un poco cohibida por la actitud que sus amigas tenían con ella.

—Uhm, en realidad yo lo que quería—dijo Ally aclarándose la garganta y dándole una última mirada a sus amigas—. Era expresar parte de mis sentimientos a alguien, parte de lo que siento y... bueno, no sé si logras comprenderme—habló rápidamente.

James rió levemente al ver el gesto tan tierno que Ally hacía con el rostro. Él sabía perfectamente que expresar los sentimientos no era tarea fácil, ir y hablarlo abiertamente con una persona era más complicado a medida que iba acercándose el momento y solo los que resultaban más valientes y seguros de sí mismos lograban sincerarse y vencer sus miedos. Y ver que Ally planeaba una forma especial de hacerlo le resultaba admirable, se preguntó quién era la persona afortunada, el chico que la traía así y en seguida pensó que debía sentirse realmente agradecido por ella, aunque la conocía muy poco él creía que así era.

—Voy a ayudarla un poco—informó James a Patrick que estaba detrás de ellos y él en seguida asintió con una sonrisa—. Ven por aquí Ally—indicó con una mano un pequeño pasillo formado por macetas más grandes.

Llegaron un claro descubierto dónde estaban rodeadas de flores que ninguna de las tres conocían pero con colores que iban desde el naranja más oscuro hasta el rojo. James las vio observar el lugar y sonrió orgulloso por sus expresiones, la mayoría de las personas que visitaban el sitio ofrecía ese tipo de reacciones en ellos.

—Bienvenidas—respondió James feliz extendiendo los brazos.

—Este lugar tiene bien merecido el nombre del "Rincón de las flores"—halagó Dinah con una sonrisa observando el sitio y después la mirada de agradecimiento de James estaba sobre ella—. Es un sitio muy bonito y especial—dijo sincera.

—Y muy grande—Camila rió levemente dedicando una sonrisa dulce—. Muy grande a decir verdad.

—Era la casa de mi abuelo, él fue que comenzó con este negocio que se convirtió en la vida de mi familia—confesó James con un brillo especial en los ojos—. Y creció gracias a mi padre, Patrick—dijo bajo la mirada de sorpresa de las tres.

—Entonces debe ser muy especial este lugar—habló Dinah con un tono de voz dulce y mirando alrededor sintiendo realmente el cariño que el sitio poseía.

—Definitivamente lo es—confesó hablando con suavidad y apartando su mirada de Dinah para ver a Ally—. Entonces te ayudo, Ally—y ella asintió más emocionada.

—Camila y yo vamos a ir por ahí a ver las demás flores y conocer un poco el sitio—dijo Dinah jalando el brazo de su amiga y dedicándole un guiño a Ally que asentía—. Y uh... Gracias por la flor James.

—Es una margarita blanca—respondió él viéndola—. De nada.

Ally vio que sus amigas salían del pasillo y llegaban a donde Patrick estaba y él les respondía las preguntas a Camila con una sonrisa en el rostro que marcaba pequeñas marcas alrededor de sus ojos. Era un hombre alrededor de sus cuarenta años y aún así parecía bastante joven para ser el padre de James, pero se veía igual de feliz que el muchacho de estar en ese sitio. Era un poco moreno, al menos más que hijo, cabello castaño y la barba bien recortada, y unos ojos cafés.