62. Un Amor Complicado (pt. 1)

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Si no hay lucha, no puedes afirmar si vale o no la pena. Para hacer especial algo, tienes que esforzarte hasta lograrlo.

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—Explícame, ¿por qué ella no está aquí?—exclamó molestó Thomas, golpeando su escritorio de madera en un puño—. Dime la razón, ella no me pidió para nada el día y mucho menos iba a dárselo. Su deber está aquí, en este lugar. ¿Qué es lo que pretende?

Frente a él estaba Theo cruzado de brazos y simplemente negó con la cabeza, encogiéndose de hombros y restándole importancia a todo el asunto que tenía a Thomas al borde de la ira. Se sentó frente a su amigo sin ninguna expresión en su rostro, más que el aburrimiento y su mirada se encontró con la del muchacho frente a él. Y no se sentía para nada intimidado.

—No lo sé. No soy su mejor amigo como para que me cuente cada uno de sus planes así que no esperes que sepa donde está Normani—dijo Theo entrelazando sus manos entre sí, respondiendo con toda la serenidad—. Yo creo que tú mismo tienes la respuesta; no ibas a darle el día si te lo pedía. Así que simplemente prefirió no presentarse, probablemente tenía otros planes mejores que mantenerse encerrada aquí.

—¿Y Derrick?—cuestionó de repente.

—Él estará todo el día en las juntas que solicitaste que estuviera—respondió Theo automáticamente—. Así que dudo que sepa esto, viene más temprano que Normani. Todos los días-aclaró.

—¿Qué es lo que quiere Normani?—espetó Thomas, al aire y buscando una respuesta.

—Que la despidas, podría ser—habló Theo por lo bajo, solo para que él mismo pudiera escuchar—. No lo sé.

—Tenía que haber llegado. Justamente hoy le tenía noticias a Derrick sobre la universidad que hablábamos que sería una buena opción—comentó molesto y Theo lo miró un poco incrédulo, acercándose al escritorio.

—No me lo puedo creer, ¿vas en serio con lo de obligarla?—comentó con una sonrisa amarga-. ¿Pero por qué? Es tan sencillo dejarla en paz, dejarla hacer su vida y...

—Lo que sucede es que yo la amo—Theo enarcó las cejas ante esa declaración. Era la primera vez que su amigo hablaba de algún sentimiento positivo—. Y creo que lo mejor para ella, puedo ofrécercelo yo. Nada de lo que esa chica siquiera puede llegar a anhelar.

—Sabes, tal vez no te guste escuchar esto pero-Theo se aclaró la garganta ante la dura mirada que Thomas tenía sobre él pero no se iba a arrepentir de decirlo—. Pero yo ya no sé si en verdad la amas, como dices hacerlo, o solamente te molesta tanto que ella este con una chica. Creo que eso afecta tu ego. Que esté con una chica por decisión propia.

—¿Acaso estás loco? Ella no me afecta para nada, trabaja en una cafetería, es pintora, es una chica—atacó molesto, casi enumerando lo que para él no tenía importancia, aunque mentía—. No compares. Hay clasificaciones para poder comparar y no creo estar en la misma categoría.

—No lo hago, pero parece que te molesta y la verdad es que Normani ha elegido estar con ella, incluso sobre otras opciones—dijo simplemente, marcando un poco el desinterés que tenía.

—¿Estás de mi lado o el de ella?—espetó.

—Te estoy diciendo lo que veo.

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